Tanto hablar cada semana de los follones internos de Podemos y de sus
purgas estalinistas, que al final se nos queda lo importante en el tintero. El
jueves pasado publicó Julio Bastida una información de relevancia que permite
hacerse una idea de cómo funciona el panorama policial en España, donde cada
cual hace de su capa un sayo, como auténticos reinos de taifa. Hasta ahora -y
es algo que ha sucedido durante años y que habrá afectado a varios centenares,
si no miles, de ciudadanos-, cuando un conductor daba positivo en alcoholemia
con una tasa superior a 0,60 mg/l, si era la Policía Local de Palma la que
actuaba, el conductor en cuestión se iba al calabozo de cabeza. Sin necesidad
de haber causado ningún accidente, ni de haber cometido otra infracción. La
Guardia Civil de Tráfico nunca ha actuado así y sencillamente, se instruía un
atestado y tras tomar declaración al conductor, se le dejaba en libertad
citándole para acudir al juzgado de guardia al día siguiente, donde se
celebraba un juicio rápido. ¿Por qué si los actuantes eran policías locales de
Palma uno acababa durmiendo en el calabozo y si actuaba otra policía local o la
Guardia Civil, no? Afortunadamente, la regidora Angélica Pastor, que además es
abogada, se dio cuenta de la desproporción y del trato desigual, por lo que en
breve se corregirá esta disfunción que además, suponía una sobrecarga de
trabajo a la Policía Local para trasladar a los detenidos. Nunca supe qué gusto
le encontraban a encerrar a la gente, cuando podían perfectamente, como se
hacía en el resto de cuerpos policiales, dejarlos que se fueran a su casa y
citarlos en el juzgado.
Baleares es la 6ª comunidad donde hubo más encausados por corrupción entre
julio de 2015 y septiembre de 2016. Nada menos que 70 personas. A nivel
nacional fueron 1.378 los investigados por corrupción. La cosa puede parecer
grave, pero al respecto también cabe un análisis. Dado que ha habido 4 fiscales
anticorrupción en Balears, es natural este nivel actividad. Es como si hubiera
el doble de agentes de Tráfico haciendo controles de alcoholemia. Seguro que
pillarían el doble de conductores bajo la influencia del alcohol. Eso no
significa que hubiera más borrachos conduciendo, sino que se pillan más. Y eso
es lo que ha sucedido en Balears, donde con 4 fiscales dedicados a la Fiscalía
Anticorrupción, el lucimiento ha sido máximo. Hay provincias donde no hay ni
uno.
(Publicado en Última Hora)
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