Tras el ataque terrorista de la Nochevieja en Estambul en el
club Reina, con un saldo de 39 asesinados, en lo que ya se denomina el Bataclán
turco, en referencia a la matanza perpetrada en aquella sala de fiestas de
París, Turquía ha detenido a 8 sospechosos vinculados al ataque. Pero al
parecer aún no al autor del atentado, del que según informa el gobierno de
Ankara ya se dispone de huellas dactilares ya que abandonó el fusil en la sala
y además, están las imágenes de las cámaras de seguridad.
El atentado ha sido reivindicado ya por el Estado Islámico y
no seré yo quien responsabilice al gobierno turco de lo que hacen los
terroristas en su territorio, pero a la vista está que su incapacidad para
poner freno a la ofensiva terrorista es manifiesta. ¡Con lo eficaz que se ha
mostrado el presidente Recep Tayyip Erdogan para cargarse a todo discrepante
tras el frustrado golpe de estado de julio de 2016! Las violaciones a los
derechos humanos en aquel país se suceden, así como las detenciones
indiscriminadas y las expulsiones de la función pública de numerosísimos
funcionarios.
Por las redes sociales corre el rumor de que ha sido
detenido un activista LGTB, Ugur Büber. Detenidos hay muchos en Turquía, pero
no se termina de poner coto a los terroristas, por lo que cabe sospechar que a
Erdogan y a su gobierno esta situación no le viene mal para hacer lo que le
venga en gana en el país sin que nadie cuestione sus métodos. Pero sucede que
Turquía aspira aún hoy a entrar en la Unión Europea y por tanto, los que ya
estamos en el club tenemos derecho a opinar. Y también la obligación de
denunciar los abusos del régimen de Erdogan y la ineficacia para proteger a sus
ciudadanos del terrorismo yihadista, algo que ya ha quedado sobradamente
demostrado.
(Publicado en mallorcadiario.com)
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