Pablo Echenique, el secretario de organización de Podemos, visitó
el pasado sábado Mallorca para atarse los cordones y para mostrar su apoyo a
Alberto Jarabo. Bien parece que en lugar de atarse los cordones de los zapatos
para poder correr, se los hayan atado entre ellos, lo que permite vaticinar un
buen tortazo a poco que intenten caminar, ya no digo correr. Echenique dejó
claro y así lo confesó, que desconocía los detalles del caso de la expulsión de
Huertas, Seijas y Bachiller, pero se mostró satisfecho por la forma de actuar
de su partido, incluso antes de que las diputadas llegaran a hacer algo con lo
que solo amenazaban. Una expulsión ‘ad cautelam’ que tira por tierra el mantra
que repiten continuamente desde la formación morada de que aquella fue una
actuación plenamente garantista. Sí, como los ataques preventivos de George W.
Bush. Pero ya veremos qué dice la Justicia sobre esto, porque está claro que
serán los tribunales quienes deban aclararlo.
El número 3 de Podemos en declaraciones al periódico Última
Hora dijo que tiene miedo a que la gente pueda llegar a decirle aquello de ‘no
nos representan’. Llega tarde porque eso ya sucede. De hecho, Pep Berrio
llevaba una pancarta en la que se podía leer: “Me habéis quitado todas las
ilusiones. Yo no voté al PSOE”. Espero que no acusen a Berrio de
quintacolumnista o pepero. Pero lo más gracioso fue cuando dijo: “Tenemos que
ser ejemplares”. ¿Ejemplar como cuando él mismo tuvo un asistente personal sin
contrato y sin asegurar durante más de un año? ¿Se refiere a esa ejemplaridad?
Cuando alguien así, que se autoproclama defensor de los más débiles y
continuamente espeta gúrteles y eres a diestro y siniestro, habla de
ejemplaridad, es que se ha dejado la vergüenza en casa. O que se ha atado mal
los cordones.
(Publicado en Mallorcadiario.com)
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