29 agosto 2009

Visita al Museo modernista de Sóller Can Prunera

El jueves estuve en Sóller con Jose, visitando el Museo Modernista de Sóller Can Prunera, recién inaugurado. El edificio, construido entre 1909 y 1911, me pareció una maravilla modernista, tanto en el interior como en el exterior. Llama especialmente la atención la espectacular escalera circular. Es magnífico que la Fundació Tren de l'Art lo haya adquirido para que todos los ciudadanos podamos disfrutarlo.




En cuanto al fondo pictórico, se pueden contemplar obras de Joan Miró, Pablo Picasso, René Magritte, André Masson, Edvard Munch, Emile Nolde, Fernand Léger, Manuel Utrillo, Juan Gris, Egon Schiele y Amedeo Modigliani, entre otros.




Merece la pena hacer una visita al museo para contemplar el edificio que lo alberga.

28 agosto 2009

En el calabozo, todos iguales.


Hoy el periódico Última Hora, sección local (página 20), publica el siguiente artículo de opinión:

Si algo bueno tienen los calabozos de una comisaría o de un cuartel de la guardia civil, es que allí todos somos iguales. O debiéramos serlo, al menos. Quien ingresa en uno de ellos es un detenido. Y aquí termina el atributo de la oración copulativa. Un detenido, que no un preso, es sólo eso: un detenido. Y nadie añade a la condición de detenido si es rico o pobre, si joven o viejo, si mujer u hombre, si del PP o del PSOE, si es médico o está en el paro. Detenido y punto. Hay quien reclama trato de favor para los detenidos de su propia casta política. Quizás lo hagan en previsión de que algún día pudiesen ser ellos quienes ostenten la consideración de detenido y ocupen tales dependencias.

Hemos oído hablar a la Presidenta del Partido Popular de Baleares de trato “inhumano”, como si se hubiera producido una violación de los derechos humanos de los detenidos o hubiesen sido objeto de tortura. Pero no se conoce que haya ido al juzgado a denunciar los abusos. Ni a Amnistía Internacional, siquiera, para que lo investigue. Ahora sabemos que lo hizo por indicación expresa de la dirección nacional de su formación. Y más parece que se trata de desviar la atención del problema que supone tener al portavoz del PP de Palma, Rafa Durán, detenido y en los calabozos, y ahora también, imputado y en libertad bajo fianza. Tras el levantamiento del secreto del sumario, ya ni siquiera oímos a los implicados ni a sus compañeros de filas hablar de su inocencia. Sólo critican cómo fueron esposados y conducidos, en las condiciones en que se produjo la detención (en el despacho oficial de la Casa Consistorial), las 72 horas de privación de libertad y la posterior conducción a los juzgados de Vía Alemania. Y tan mala no sería cuando al quedar en libertad, Durán dio las gracias a los funcionarios por el trato que habían tenido con él, lo cual resulta chocante si analizamos lo que posteriormente denuncia la eurodiputada Estarás al hablar de trato inhumano.

Los sindicatos de policía, por su parte, criticaron que los detenidos fueran exhibidos ante los medios de comunicación gráficos como animales de zoo, aunque han afirmado que se trató mejor a los detenidos por la operación espada que al resto de detenidos, al permitírseles asearse, cambiarse de ropa y algún que otro trato de favor de poca importancia, que no suele permitirse normalmente al resto de detenidos.

Sin embargo, la instrucción que dio el delegado del Gobierno, Ramón Socías, en el sentido de que no se pusiesen lazos de seguridad o grilletes a los detenidos, no podía ser cumplida en mi opinión, sin desobedecer igualmente otras órdenes e instrucciones internas. Todos los detenidos deben ser esposados, sin excepciones por razón de afiliación política. Otra cosa es la exhibición pública a que fueron sometidos, aunque creo que sobre este particular debiera ser el Juzgado Decano de Palma quien dictara órdenes sobre la conveniencia de permitir captar imágenes de los detenidos cuando son conducidos a los calabozos de Vía Alemania, en aras de proteger debidamente su derecho constitucional a la intimidad.

Los excesos verbales de los líderes del PP, alguno de los cuales ha sido ministro e incluso vicepresidente del Gobierno, son absolutamente impropios de dirigentes políticos. Si el PP está siendo perseguido, no es por policías, fiscales y jueces, sino por quienes, al amparo de sus siglas y ocupando cargos de responsabilidad, han llevado a cabo actividades presuntamente ilícitas que deben ser en todo caso objeto de investigación las haga quien las haga, tenga el carné del partido que tenga y haya ocupado el cargo que haya ocupado. Con la que está cayendo, me gustaría ver quién es el valiente, juez, fiscal o policía, que se atreve a tirar hacia delante un sumario donde haya implicado algún miembro del PP. Lo ponen a parir al instante. Sospecho que es precisamente por eso que asistimos atónitos a esta campaña.

20 agosto 2009

LA GOTA QUE COLMA EL VASO


Era un día de verano, como hoy, 20 de agosto de 2000. Sallent de Gállego (Huesca). Cuartel de la Guardia Civil. Son las 6 de la mañana. Irene Fernández Pereda, de 32 años y su compañero de patrulla, José Ángel de Jesús Encinas, de 22 años, se disponen a iniciar su servicio hasta las 14:00 h. Se montan en el Nissan Patrol que está aparcado en la calle frente, al cuartel. Allí lleva desde el día anterior por la noche, sin ninguna vigilancia. El cuartel de Sallent de Gállego es de los que no están abiertos las 24 horas por falta de personal, como tantos otros. Tampoco hay circuito cerrado de TV. La patrulla que finalizó el servicio a las 22:00 h. lo dejó aparcado y cerrado en el reservado para vehículos de la Guardia Civil que está a la puerta del cuartel. Los asesinos de ETA aprovecharon esta circunstancia para adosar una bomba lapa con 10 kilos de explosivo en los bajos del todoterreno. Irene Fernández se convirtió así en la primera mujer guardia civil asesinada por ETA. Triste efeméride.


Casi 9 años más tarde, el 30 de julio de este año 2009, ETA coloca una bomba lapa en los bajos de otro Nissan Patrol aparcado frente a la oficina de atención al ciudadano de Magalluf (Calvià). Tuvieron toda la noche para hacerlo, pues los vehículos oficiales de la Guardia Civil en Calvià pasan la noche en la calle. Sin vigilancia, como todo el mundo sabe. Murieron Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá. El primer atentado de ETA con víctimas mortales en Baleares. Triste efeméride.

Han pasado casi nueve años entre un atentado y otro, pero los asesinos de ETA han podido actuar siguiendo el mismo modus operandi, y se han encontrado con las mismas facilidades: vehículos policiales aparcados en la vía pública durante horas, también por la noche, sin vigilancia y sin cámaras de seguridad.


Algunos guardias civiles tienen la sensación de estar abandonados a su suerte por los Gobiernos de turno. Y los atentados de Burgos y Mallorca parecen haber sido la gota que colma el vaso de estos pacientes y abnegados funcionarios, que se lo echan todo a la espalda y que sólo protestan en voz alta cuando la razón les desborda, porque saben de qué forma se reprimen las quejas en la Benemérita Institución, gracias a su naturaleza militar, aunque se tenga toda la razón del mundo. Eso aquí es lo de menos.

¿No sabemos todos los españoles en qué estado están la mayoría de las casas cuartel y puestos diseminados por la geografía nacional? Cualquiera que haya visitado uno, lo habrá comprobado con sus propios ojos. Pero tras lo sucedido en Palmanova, los guardias y sus familias han dicho basta, aunque desgraciadamente unos pocos piensen que morir asesinado por ETA viene implícito en el empleo, lo cual es una aberración. Una cosa es que la sociedad no le ponga a ningún polideportivo de nueva construcción el nombre de un guardia civil asesinado por los etarras; o que ninguna fundación de abultado presupuesto lleve el nombre de ningún agente de las fuerzas de seguridad víctima del terrorismo. Pero otra cosa muy distinta es que las instalaciones donde trabajan los agentes carezcan de medidas de seguridad adecuadas.

Los guardias civiles y sus familiares parecen mostrar síntomas de cansancio de poner las víctimas que luego son condecoradas a título póstumo por las autoridades gubernamentales. Y es comprensible, porque llevan desde el 7 de junio de 1968, cuando fue asesinado el guardia civil de tráfico José Pardines Arcay en Villabona (Guipúzcoa) poniendo muchas víctimas, familiares, amigos y compañeros: 208 hasta hoy; y muchas casas cuartel de la Guardia Civil tienen las mismas medidas de seguridad de entonces. O sea, muy pocas. Y a nadie parece importarle, hasta que hay muertos. Es necesario que haya víctimas y entonces, se revisan las medidas de seguridad. Y yo pregunto: ¿cómo se revisaron después del atentado de Sallent de Gállego? ¿Trascurrirán nueve años y volveremos a ver agentes asesinados por bombas lapa en vehículos de la Guardia Civil aparcados en la calle?


El ministro del Interior debe coger el toro por los cuernos y dotar de sistemas de seguridad a todas las instalaciones dependientes de su ministerio. Sólo se trata de dinero. Pero ¿acaso no merece la pena la inversión, en tal de ahorrarnos una sola víctima y ponérselo algo más difícil a las alimañas terroristas? No es fácil encontrar una sola dependencia oficial de cualquier departamento ministerial que no cuente con videocámaras. Sin embargo, en la Guardia Civil parece ser habitual.

La derrota de ETA pasa por la firmeza en nuestras convicciones democráticas y en el Estado de Derecho, la unidad de todos los demócratas para no dar nada a los terroristas y por último, y no menos importante, la seguridad de todos los amenazados directamente por los etarras. Y eso pasa, en la medida de lo posible, por aumentar las medidas de seguridad en las dependencias policiales. Todo riesgo es eliminable, aunque no sea totalmente. Si no lo es, debe ser reducido al mínimo. Y no parece que a los trabajadores y trabajadoras de la Guardia Civil esta máxima de la protección de riesgos laborales se les haya aplicado con rigor, sino todo lo contrario. El Gobierno debe escuchar las justas reivindicaciones de los guardias civiles. Ha llegado la hora de hacer los esfuerzos que sean necesarios, que sólo son presupuestarios, y no exponer a los guardias civiles a mayores riesgos que los estrictamente indispensables. 208 muertos ya son bastantes, hasta para la Guardia Civil.


18 agosto 2009

NO ES AUSTERIDAD

El diario Última Hora de hoy, 19 de agosto de 2009, publica este artículo:


Este año se cumplen 50 años de la fundación de la organización terrorista ETA. En este medio siglo de terror, ETA puede presumir de haber acabado con la vida de 828 seres humanos, que se dice pronto. De ellos, 208 eran guardias civiles, el colectivo profesional más castigado con diferencia, por el delirio etarra. Las instalaciones del cuerpo han sufrido 90 ataques, causando 35 muertos (11 niños) y más de 300 heridos. ETA siempre ha considerado a la Guardia Civil su enemigo número uno, y la Guardia Civil ha hecho lo propio con ETA, por supuesto. Posiblemente esta sea la causa de que la Benemérita goce de tanto prestigio entre gran parte de la ciudadanía y sea una de las instituciones del Estado mejor valoradas, según las encuestas del CIS.



Sin embargo, el hecho de estar en el punto de mira de ETA no ha sido tomado en consideración como debiera, a la vista del estado de muchas de las instalaciones y dependencias de la Guardia Civil en todo el país y particularmente en Baleares, también en cuanto a un aspecto vital: la seguridad. La tradicional carencia de todo tipo de medios materiales e instalaciones, que no la austeridad con que en muchas ocasiones se ha camuflado, ha sido en la Guardia Civil auténtica marca de la casa. Cualquiera que haya entrado en un cuartel de la Benemérita lo habrá podido comprobar con sus propios ojos. Huyamos de cualquier comparación con otros cuerpos de policía, o con otros departamentos de la Administración. Los muebles que en el aeropuerto de Palma, por citar sólo un ejemplo, son retirados por obsoletos, la comandancia de la Guardia Civil los recicla con gratitud y fruición. Caridad interadministrativa. La guardia civil, más verde y ecológica que nadie, recicla mejor que asociaciones como RETO o la ONG REMAR. Al fin y al cabo, no hace tantos años que los guardias civiles pagaban de su bolsillo las bombillas que se fundían en los cuarteles y hasta el papel higiénico.

Leímos en la prensa que hace unos tres años, en el puesto principal de Palmanova (frente al que se encontró la 2ª bomba lapa que se explosionó de forma controlada), un detenido, tras tomarle declaración, fue puesto en libertad. En lugar de irse hacia la calle, sin ser terrorista, entró en el vestuario de los agentes y sustrajo una pistola del interior de una taquilla. ¿Esto no puede ser catalogado como deficiencia de seguridad? También vimos publicado no hace ni siquiera un año que unos delincuentes, sin ser terroristas, entraron en las cocheras exteriores de la comandancia saltando el muro y sustrajeron un vehículo que suponían cargado de droga, ¿esto no puede ser catalogado como deficiencia de seguridad? También sabemos ahora que algunos coches oficiales de la Guardia Civil quedan aparcados en la calle por falta de un sitio más adecuado donde dejarlos, sin vigilancia y sin cámaras de seguridad, ¿esto no puede ser catalogado como deficiencias de seguridad?



Los resquicios en esta materia deben desaparecer. Hará falta tiempo, no se puede hacer de la noche a la mañana, y sólo hará falta dinero, pero debe hacerse inexcusablemente. Y si con ello logramos que aquellos que deben garantizar la seguridad y la libertad de todos, y que son un objetivo declarado de ETA, gocen de mayor seguridad, creo que el esfuerzo habrá valido la pena. No hay ninguna empresa en España que pueda argumentar razones económicas para no dotar a sus trabajadores de la mayor seguridad posible en el ámbito laboral. Siendo así, que no lo haga el Estado con sus trabajadores.


Joan Miquel Perpinyà
Ex-secretario general de AUGC

17 agosto 2009

EL ARTE DE LA PRUDENCIA

No estar siempre de broma.
La prudencia se conoce en la seriedad, que está más acreditada que el ingenio. El que siempre está de burlas no es hombre de verás. A éstos los igualamos con los mentirosos al no creerlos; a los unos por recelo de la mentira, a los otros, de su burla. Nunca se sabe cuándo hablan con juicio, lo que es tanto como no tenerlo. No hay mayor desaire que el continuo donaire. Otros ganan fama de chistosos y pierden el crédito de prudentes. Lo jovial debe tener su momento, y la seriedad, todos los demás.

"El arte de la prudencia".
Baltasar Gracián (1601-1658)

15 agosto 2009

UN POCO DE MÚSICA Y POESÍA




YO SOY COMO ESOS ÁRBOLES

Yo soy como esos árboles, de pie junto al camino,
que dan al sol y al viento su verdura y su flor,
y el sol seca sus flores y el viento les arranca
sus hojas, corazones que temblaron de amor.

Yo he dado al mundo un canto de optimismo, y abierto
como una hospitalaria casa mi corazón,
se adentraron los hombres, se lo llevaron todo,
y me dejaron el dolor.

Como ese árbol sin hojas –contemplativo eterno–
que ve pasar la vida por el largo sendero,
tengo el alma asomada a la inquieta pupila
y unas ansias eternas de fundirme en el fuego
de un alma comprensiva.
–Vamos – dice la Vida,
adora las carnales opulencias magníficas,
hunde tu diente joven en los racimos frescos.
Pero una voz ascética y ancestral, que no es mía,
pero suena en mí mismo, le contesta:
–No puedo.

Juan Marinello (1923)

10 agosto 2009

LA PEOR DE LAS HIPÓTESIS


El periódico Última Hora pubica hoy este artículo de opinión que he escrito:

Lamento haber acertado en mis pronósticos, pero no era difícil. Los canallas de ETA confirmaron ayer la peor de las hipótesis. Siguen en la isla y tienen explosivos y cierta infraestructura estable, con colaboradores o sin ellos, donde esconderse o pasar desapercibidos y preparar los artefactos con los que atentar. Lo demuestran los atentados de ayer en Palma, con bombas de poca potencia, que generan daños materiales poco importantes pero mucho desasosiego y temor entre la ciudadanía. Y lo peor, amplia repercusión entre los medios de comunicación. Es verano, hay escasez de noticias y los atentados en Mallorca abren hoy buena parte de los rotativos de ámbito nacional y se hace eco de ello la prensa de los principales países emisores de turistas con destino a Mallorca. Los atentados de ETA contra intereses turísticos suelen llevarse a cabo en domingo o días festivos, para amplificar la repercusión mediática. La industria turística puede quedar seriamente dañada lo que resta de temporada y no faltan serios motivos para la preocupación. ¿Cómo contrarrestar los efectos negativos que los atentados pueden causar? Las campañas de promoción, con los terroristas campando por la isla, sirven de poco.


Ayer el periódico Gara publicó un comunicado de ETA donde reivindicaba, entre otros muchos, la autoría de los atentados perpetrados en Calviá el jueves día 30 de julio. Los terroristas colocaron en los bajos de dos Nissan Patrol bicolor de la Guardia Civil, sendas bombas lapa prácticamente invisibles a una somera inspección ocular que eventualmente algún agente hubiera decidido practicar a los vehículos. Pretendían que tras la explosión de una de ellas, los agentes del otro cuartel hubiesen subido a toda prisa en los vehículos oficiales para acudir al lugar del primer atentado y se hubiese producido una segunda explosión, tan letal como la primera y tan sorpresiva y generadora de confusión como quepa imaginar. Han demostrado capacidad operativa en Mallorca y una clara voluntad de matar a discreción y de sembrar el terror. Y ETA lo hizo en Mallorca, la isla blindada, la ratonera de la que presumíamos ningún terrorista podría salir jamás si se le ocurría el peregrino atrevimiento de venir. Si les hubiese salido como los asesinos planeaban, estaríamos hablando con toda seguridad de, al menos, cuatro agentes muertos. Un gran golpe en la seudo-capital del país, que eso es Mallorca cuando está S.M. el Rey en la isla.



Ahora ya no necesitan arriesgarse tanto y les basta con hacer notar su presencia armando artefactos con poca carga explosiva. Incluso avisar de su colocación ahora sirve a sus objetivos, pues un fin básico que todo terrorista persigue es atemorizar a la población. Y eso, ya se ha logrado. Confiemos en la labor de la Policía y de la Guardia Civil para que sean detenidos cuanto antes. Pero mientras tanto, estemos todos alerta. Prevenidos pero no atemorizados.




Por otra parte, estos días han estado repletos de homenajes a las víctimas Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, por parte de multitud de colectivos heterogéneos, desde los moteros convocados a través de facebook, hasta la colonia germana con el cónsul al frente, pasando por compañeros del Cuerpo Nacional de Policía. Que las familias y sus compañeros sientan de cerca que no están solos. Que sepan que la sociedad está con ellos, ahora y siempre. Y también hemos visto cómo se prohibían en Euskadi homenajes a los asesinos, actos repugnantes que se han celebrado desde siempre, que servían de enaltecimiento y exaltación de los ejecutores y de humillación cruel a las víctimas y sus familiares. ¡Ya era hora de poner las cosas en su sitio! ¡Cuantos años han tenido que pasar para verlo…!

Joan Miquel Perpinyá


Ex-secretario general de AUGC

03 agosto 2009


Ayer el secretario general de AUGC, Alberto Moya, certificó la defunción de COPROPER anunciando en un correo electrónico dirigido a todos los y las dirigentes actuales de la organización que dirige, lo que yo había prevenido en mi blog el día anterior. Eso demuestra que no estaban al corriente de la efeméride, que no la considera de interés para el conjunto de los afiliados y afiliadas, ni para la opinión pública -pues sólo se ha informado a los dirigentes y no han hecho ni un triste comunicado de prensa-, y además, que él y la Junta Directiva Nacional de AUGC tienen le peculiar costumbre de celebrar los cumpleaños anunciando que los van a celebrar, o sea, no celebrándolos… otra prueba más de que no tenían nada preparado, de que no pensaban cumplir su programa electoral en esta materia y lo peor de todo, que dan por muerta y enterrada a COPROPER.
Lo cierto es que ya nada queda de COPROPER, lamentablemente, como yo me temía y os dije, y si alguna duda quedaba, Alberto Moya la ha despejado con tan honesto y limpio proceder.
Pero no se queda todo ahí. Alguien copió el artículo que os escribí aquí antesdeayer, día uno, en una página web de foros de discusión que es propiedad de AUGC y el artículo fue censurado. Lo eliminaron, como si nunca hubiese sido escrito, dejando únicamente el enlace al blog, como si eso pudiese impedir la grave acusación de censura, que es en lo peor en que puede incurrir un foro de discusión de Internet. Obviamente, se apresuraron a poner el correo electrónico que Alberto Moya había enviado a los dirigentes de toda España como noticia principal, aunque ni siquiera está puesto en la página web oficial de la Asociación…
Evidentemente, no interesa que los afiliados y afiliadas sepan lo que sucede, la transformación que opera en AUGC, convirtiendo la Asociación Unificada de Guardias Civiles en la Asociación Unificada de la Guardia Civil, como yo sospechaba, y eliminando todo resto del espíritu con el que nacimos, el espíritu combativo de COPROPER, y hasta su memoria. Y añadiré que jamás, nunca, mientras yo fui secretario de comunicación y más tarde, secretario general de AUGC, se censuró nada en El Faro Verde, el foro de discusión del que os hablaba, por más dura que fuera la crítica, por más falso que fuera el ataque; cosa que también habla por sí misma del fallecimiento de COPROPER.
Un día de estos analizaré si COPROPER murió por causas naturales o si la mataron, porque mucho se puede escribir al respecto…

02 agosto 2009

ME NIEGO A ASUMIRLO

Hoy los periódicos Última Hora y Diari de Balears publican este artículo que escribí ayer:

El jueves, ETA perpetró dos atentados contra sendas instalaciones de la Guardia Civil en Mallorca: el cuartel de Palmanova y la oficina de atención al ciudadano de Magalluf, ambas en el término municipal de Calviá, y distantes entre sí unos dos kilómetros, mediante bombas lapa adosadas a los bajos de dos vehículos oficiales, que incomprensiblemente permanecían estacionados en la vía pública y sin vigilancia permanente, tanto de día como de noche. Una de las bombas, la situada en Magalluf, al explosionar, segó la vida de dos jóvenes guardias civiles, Carlos Enrique Sáenz de Tejada García, de 28 años, y el guardia alumno en prácticas Diego Salvá Lezaun, de 27 años. La otra bomba lapa fue localizada en los bajos de otro vehículo oficial estacionado frente al Puesto Principal de Palmanova, y se procedió a su explosión controlada.

Como suele ocurrir en estos casos, la primera sensación de incredulidad, pronto deja paso al profundo dolor, a la indignación, la impotencia y la frustración. Pero una vez terminadas las exequias y despedidos los compañeros fallecidos, empieza a ser hora de analizar lo sucedido. ETA, paradójicamente en su momento de mayor debilidad, como así lo definen los responsables políticos del Ministerio del Interior, logró introducir un comando en la isla, previsiblemente de miembros legales de la banda, con explosivos, muy posiblemente provenientes de Francia, perpetrar dos atentados el mismo día en las inmediaciones de dos instalaciones del Cuerpo muy próximas y asesinar a dos agentes que se encontraban de servicio. Quizás los asesinos se encuentren en la isla o quizás no, pero algo así no había sucedido nunca en Baleares y no vale decir que esto entraba dentro de lo previsible: en mi opinión, no es verdad. Si la isla no gozara de mayores parámetros de seguridad frente al terrorismo, no veranearían aquí los miembros de la Familia Real y las Islas Baleares no serían uno de los más importantes destinos turísticos de Europa. Todos debiéramos ser conscientes de ello. Y tendremos que reconocer que no tenemos unos servicios de información tan excelentes como nos creíamos. Algo ha fallado clamorosamente.
Al margen de las víctimas, que junto a sus familias son lo más importante de esta tragedia, reconozcamos que un solo acto terrorista como el perpetrado en Calviá tira por la borda millones de euros en campañas turísticas de la Conselleria que dirige Miquel Àngel Nadal. Por todo ello, lo sucedido es especialmente grave para Baleares. No debe pasar en ningún lado, pero enciéndanse las alarmas: aquí esto no puede volver a pasar. Y es deber de todas las instituciones, especialmente del Ministerio del Interior y también del Govern de les Illes Balears, ponérselo lo más difícil posible. La vida de los ciudadanos está en juego. Y también la industria turística de Baleares.

Pero de alguna manera, quiero reconocer que tengo la sensación de que la Guardia Civil y sus componentes parecemos haber interiorizado que esto forma parte de nuestra profesión. Del mismo modo que la sociedad y los mineros asturianos asumían resignadamente en los años 70 que cada cierto tiempo tenía que haber un derrumbe en la galería de una mina o una explosión de grisú que dejara sepultados a decenas de trabajadores y que eso formaba parte del riesgo inherente al tajo en la mina, exactamente igual parece que en la Guardia Civil hayamos asumido que somos objetivo prioritario de los terroristas y que haya instalaciones del Cuerpo sin vigilancia ninguna, con vehículos aparcados en la calle día y noche, sin perímetros de seguridad adecuados, sin inhibidores de frecuencia, etc. ello forma parte de la cotidianeidad de nuestra labor policial y debe ser aceptado pacíficamente.
Durante este año 2009 los sicarios de ETA han asesinado ya a tres miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los tres a través de bombas lapa, método para asesinar cobarde y vil donde los haya, preferido por ETA junto al coche bomba, para atentar contra miembros de las Fuerzas de Seguridad. La anterior víctima fue Eduardo Puelles, inspector del Cuerpo Nacional de Policía, asesinado al hacer explosión la bomba lapa adosada a los bajos de su coche, a la salida de su domicilio en Arrigorriaga (Vizcaya). Pero justo el día antes del atentado en Magalluf, ETA hizo estallar una furgoneta cargada con 200 kilos de explosivo contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, hiriendo de diversa consideración a 65 personas, aunque es milagroso que no se produjese una masacre del estilo de Hipercor y de la casa cuartel de Zaragoza (1987), la de Vic (1991)…

Pero concretemos más: en septiembre del año pasado ETA hacía explotar una furgoneta bomba junto al cuartel de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya), causando graves desperfectos pero sin daños personales. En mayo de 2005, un coche bomba colocado frente al cuartel de la Guardia Civil de Legutiano (Álava) se cobraba la vida del agente Juan Manuel Piñuel. En marzo, otro coche bomba contra el cuartel de Calahorra (La Rioja) provocó lesiones leves a un agente. Y en septiembre del año 2007, ETA atentó contra la comisaría de la Ertzaintza de Zarautz, provocando graves daños materiales pero ningún herido, afortunadamente. El 24 de agosto de 2007 ETA ya intentó una masacre contra el cuartel de Durango (Vizcaya), aunque sólo hubo dos guardias heridos leves. Con todos estos antecedentes, ¿es lógico que aún existan cuarteles de la Guardia Civil sin cámaras de vigilancia y sin inhibidores de frecuencia? ¿Es sensato que haya cuarteles sin perímetro de seguridad? ¿Es razonable que los vehículos patrulla se pasen días y noches enteras en la calle sin vigilancia? Sin embargo, lo hemos asumido sin rechistar.


En noviembre de 2001, los desgraciados de ETA asesinaron a dos Ertzainas, Ana Isabel Arostegi, de 34 años, y a su compañero de patrulla Fco. Javier Mijangos, de 32, mientras regulaban el tráfico en un cruce a la salida de Beasain. Ya entonces los terroristas y sus cachorros de la kale borroka atentaban contra los agentes de la Ertzaintza arrojando bombas incendiarias –pues eso y no otra cosa son los denominados cócteles molotov– a su paso. Tras aquel asesinato, los sindicatos de la Policía Autónoma vasca se plantaron firmemente y exigieron al Departamento de Interior del Gobierno Vasco que todos los agentes que prestasen servicios operativos fueran dotados de uniformes ignífugos, chalecos antibalas y que todos –repito, todos– los vehículos fueran blindados. Y así se hizo, obviamente, porque era lo que había que hacer. Tan solo costaba dinero y se hizo, porque la seguridad de los agentes era lo primero y no era cuestión de supeditar la seguridad de los funcionarios a los balances contables de un gobierno.

En la Guardia Civil tenemos que soportar atentados en las casas cuartel periódicamente y nadie abre la boca. Lo hemos asumido sumisa y humilladamente toda la vida. Y así seguiremos por los siglos de los siglos. Y yo me pregunto ¿es eso razonable? ¿No tenemos derecho a tener un entorno laboral seguro? Ponérselo tan fácil a ETA es temerario… y hablar, en estas circunstancias de la “isla de la calma”, es una ironía.

Joan Miquel Perpinyà
Ex-secretario general de AUGC

01 agosto 2009

XV ANIVERSARIO DE COPROPER


El día 2 de agosto de 1994, el periódico El Mundo publicaba unas declaraciones del entonces rector de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, ex ministro de Sanidad durante el primer gobierno del PSOE (1982-1986) y asesinado a tiros por ETA en noviembre del año 2000 en Barcelona, Ernest Lluch, quien definió como “incalificable” el hecho de que “nadie en el PSOE se diera cuenta de la catadura moral de Luis Roldán y que al Gobierno y a la Administración se les pasara por alto que no tuviera los títulos académicos que se atribuía. En declaraciones a la Cadena Ser, Lluch dijo que el ex director de la Guardia Civil le había causado una mala impresión cuando lo conoció, y admitió que no tiene excusa que un personaje como Luis Roldán prosperase a la sombra de la Administración durante tantos años”. Recordemos que el ministro del Interior, Antoni Asunción, tuvo que dimitir el 30 de abril por su responsabilidad política en la huida de Luis Roldán, acusado de diversos delitos.

Gracias al caso Luis Roldán, uno de los más graves casos de corrupción política acontecidos en nuestro país en la historia de la democracia, si no el más grave de todos ellos, el ya citado día 2 de agosto de 1994 el Ministerio del Interior, dirigido entonces por el socialista Juan Alberto Belloch, inscribió en el Registro de Asociaciones de ese mismo departamento como asociación cultural con nº 135.138 a la Asociación COPROPER, acrónimo de Coordinadora pro-Perjudicados por la gestión de Luis Roldán y la Corrupción, promovida por José Morata. Es posible que lo hicieran porque una semana antes, concretamente el día 26 de julio de 1994, la Audiencia Nacional había dictado una sentencia reconociendo el derecho a que la Asociación 6 de julio de Guardias Civiles, fuera inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior. Pero no cabe duda de que el escándalo Luis Roldán y sus consecuencias políticas, pusieron muy difícil al Ministerio del Interior la continuidad en su estrategia de denegar toda solicitud de inscripción para evitar el reconocimiento del derecho de asociación a los guardias civiles. Los estatutos de COPROPER estaban redactados de forma que los principales fines de la asociación eran la persecución de los casos de corrupción y la personación como acusación particular en las causas judiciales contra Roldán como perjudicados.
Posteriormente, el 7 de octubre de 1994 se celebró una Asamblea General en Madrid donde se acordó la fusión de ambas asociaciones y la utilización del NIF de COPROPER, además de la ampliación de los fines de la Asociación, manteniendo los originarios que permitieron la inscripción de COPROPER con sede en Benicassim (Castellón). Y también se acordó unificar el nombre de COPROPER 6J.
Cuento todo esto porque como nadie lo va a contar, pues me toca a mí hacerlo una vez más: mañana, día 2 de agosto, se cumplen 15 años de la inscripción de COPROPER en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior. Y creo firmemente que es una verdadero despropósito que la Junta Directiva Nacional de AUGC, organización heredera de COPROPER 6J, haya incumplido otro de sus compromisos electorales, el de celebrar como corresponde el XVº Aniversario. En su programa electoral, apartado secretaría de comunicaciones (página 38), la JDN se comprometía a lo siguiente: “Esta candidatura creará una exposición itinerante sobre la historia de AUGC. (…) Se hará una celebración a la altura de las circunstancias, donde se unirán pasado y futuro (…)”. Pura palabrería barata. Nada se ha hecho al respecto y no creo que haya sido por falta de tiempo, pues ahora los miembros de la JDN son los únicos miembros de AUGC que están liberados y por tanto, a los más hay que exigir en todos los órdenes.
Algunos tenemos la sensación de que nada queda de COPROPER. Y lo peor es que ya casi nadie la echa de menos. Y es muy triste, porque sin el espíritu inconformista y combativo de COPROPER, AUGC no es nada, más que una pobre entidad marioneta que nada importante podrá hacer jamás por mejorar la calidad de vida y de trabajo de los y las guardias civiles. COPROPER no fue únicamente una Asociación. Fue mucho más. Fue una forma de luchar unidos. Fue un deseo colectivo de ayudarse ante la adversidad. De no ceder jamás. De pelear codo con codo. Pero ya parece que nada queda de eso…
La voluntad de crear asociaciones de guardias civiles nació de la promesa del PSOE de desmilitarizar la Guardia Civil. Al no hacerlo, impulsaron sin querer el sindicalismo clandestino. Años más tarde, cuando se prometió la modificación del régimen disciplinario para eliminar los arrestos –cosa que habíamos conseguido semanas antes con una sentencia del TDH de Estrasburgo, luego nada nos regalaron– y el reconocimiento del asociacionismo profesional, al incumplirlo impulsaron la movilización de los guardias civiles incluso vistiendo el uniforme. Por eso conseguimos las leyes. Y sin embargo, se sigue aplicando el Código Penal Militar a día de hoy y ¿qué hace AUGC concretamente para evitarlo? Lo desconozco.

Se ha llegado al punto extremo de que en un comunicado de prensa por el atentado de ETA en Calviá (Mallorca) donde han muerto dos compañeros, ni siquiera se les menciona con sus nombres y apellidos, y únicamente se habla de la “movilización solidaria” de los demócratas y otras zarandajas más propias de partidos políticos que de asociaciones profesionales. ¿Pero, a dónde vamos a llegar? Por supuesto y en línea con lo anterior, nada se dice de la ausencia total y absoluta de medidas de seguridad en los cuarteles, no vayamos a molestar a alguien… usted perdone.
Escribió Baltasar Porcel, y yo suscribo enteramente que “cada persona, para medrar o madurar o sencillamente sostenerse, no sólo debe traicionar a los demás, sino también a su propio ser”. No quiero pensar que AUGC haya traicionado el espíritu de COPROPER. Las leyes nunca fueron el objetivo, fueron un instrumento para lograr otras metas. Pero ¿acaso alguien las conoce…? Yo no. Y el común de los afiliados, tampoco.
Con frecuencia, algunos medios de comunicación, supongo que involuntariamente, cambian el nombre de la asociación en lugar del correcto “Asociación Unificada de Guardias Civiles” por el de “Asociación Unificada de la Guardia Civil”. Deseo fervientemente, podéis creerme, que no esté operando en el subconsciente de nuestros dirigentes esta sutil transformación, de ser la asociación de la Guardia Civil en lugar de la de los guardias civiles, pero nada de lo que veo me lleva a pensar otra cosa, por más que quisiera.

Leo en la última revista de AUGC, el titular “AUGC logra las primeras mejoras laborales” y por más que se lee la revista, no se ven por ningún lado como no sea añadiendo a la frase “…para los miembros del Consejo de la Guardia Civil”. No sólo no se ven las mejoras laborales anunciadas, sino que ya ni siquiera vemos a COPROPER, ni a AUGC, ni nada de lo que con tanto esfuerzo y sacrificio levantamos entre tantos… y cuyo aniversario he querido, de forma solitaria, personal y con tristeza, como veis, conmemorar.