Recuerdo que el 18 de agosto de 2012 presencié en el
Festival de Pollença un concierto de la World Orchestra dirigida por el maestro
Josep Vicent. Entre el público estaba quien entonces era conseller d’Educació,
Cultura i Universitats, y aunque sin ser brillante, hacía honor a su nombre y
acudía a conciertos y actos culturales de vez en cuando, cosa que ya no sucede
con la actual “responsable” del ramo. Al inicio de la actuación, el director de
la orquesta se dirigió brevemente al público para mostrar su agradecimiento y
dijo que en Baleares teníamos suerte por tener unos buenos gestores culturales.
A mí aquello me pareció de un pésimo mal gusto, porque Vicent difícilmente
podía saber nada de los gestores culturales que padecemos en Baleares desde que
José Ramón Bauzá es el president del Govern.
Meses más tarde comprendí por qué había alabado en público a
los responsables de la Conselleria de Cultura. En enero fue anunciado
sorpresivamente el cese fulminante del maestro Salvador Brotons al frente de la
Orquestra Simfònica de les Illes Balears “Ciutat de Palma” (OSIB). El nombre
del sustituto era Josep Vicent, quien se hizo cargo de la OSIB en julio de 2013.
Solo un año después, la junta directiva del Consorci per la
Música de les Illes Balears (entidad formada por el Govern, Consell de Mallorca
y Ajuntament de Palma) a propuesta del gerente de la OSIB, Marcelino Minaya,
acordó el cese de Josep Vicent y su sustitución por un tándem compuesto por el
madrileño Pablo Mielgo y el japonés Joji Hattori. Este último ya dirigió a la
OSIB este pasado 5 de julio en el Festival de Música Castell de Bellver con
gran éxito de público y crítica, pese a la existencia de numerosos asientos
vacíos debido a la nula promoción del festival, cosa que fue denunciada por el
grupo político Més per Mallorca y por el concejal de esta formación en Palma,
Antoni Noguera. Debemos concluir, por tanto, que cualquiera que haya dirigido
la OSIB se convierte en un candidato a director titular, a la vista de los
casos de Vicent y Hattori, lo que demostraría la ligereza con que los
responsables políticos del Consorci que dirige la OSIB eligen a su máximo
responsable artístico.
Tanto Salvador Brotons como Josep Vicent han topado con el
gerente de la orquesta, el militante del PP Marcelino Minaya, amigo personal de
José Ramón Bauzá y miembro de la junta directiva del PP de Marratxí. Todo un
portento. Brotons dijo en una rueda de prensa delante de Minaya en febrero de
2013: “yo he sido músico y trato a estos como colaboradores, no como a mis
esclavos”. Por su parte Vicent confesó tras su destitución haber vivido en el
último año y medio “un auténtico calvario”. Acusó al gerente Minaya de
“elucubrar las 24 horas del día”, de carecer de experiencia, de no hablar con
los músicos, de no cubrir las bajas que se producen, de no publicitar las
actuaciones de la OSIB y de no tener página web desde hace muchos meses, lo que
hace muy difícil que el público conozca las próximas actuaciones de la
Orquestra. En referencia a los orígenes de Marcelino Minaya como músico
militar, Vicent dijo: “Si regresa a dirigir una banda militar, perfecto, pero
si termina como director de un conservatorio, deseo que no sea en el que
estudien mis hijos”.
Sin embargo, la crítica de mayor calado que hizo Vicent fue
dirigida al president del Govern, José Ramón Bauzá y a la consellera de Cultura
y paradójicamente presidenta del Consorci per la Música, Joana Maria Camps.
Ninguno de ellos ha acudido en el último año y medio a un concierto de la OSIB.
Este dato da perfecta idea del desdén que les provoca la principal orquesta de
Baleares, sufragada con presupuesto público, que el Govern del PP intentó hacer
desaparecer provocando una muerte por inanición a principio de legislatura.
Josep Vicent se alineó con los músicos y dirigió un concierto en el Paseo del
Borne donde otros directores, músicos y la sociedad mallorquina mostraron su
apoyo a la OSIB. Fue este posicionamiento el que a ojos de Bauzá, Camps,
Fernando Gilet (concejal de Cultura de Cort) y Minaya, determinó su salida de
la Orquestra con argumentos y excusas tan estúpidos y vacuos que no merecen
ningún comentario. Así es como el PP gestiona la cultura.
(Publicado en
http://www.ciutat.es/opinion/columnistas/item/15238-hay-que-liquidar-la-simfonica)