La EPA del cuarto trimestre indica que en Baleares hay 9.500 personas en paro menos que el año pasado. Sin embargo, los 134.600 desempleados siguen siendo una cifra altísima, un 22,25% de tasa de paro, cifra que continúa muy por encima de la media europea y es del todo inasumible. Dicen desde la Conselleria de Economía y Competitividad que se trata del séptimo trimestre consecutivo en que se crea empleo neto pero hay quien advierte de que, aunque es cierto que la cifra de afiliados a la Seguridad Social crece débilmente un 0,37% de media durante el 2013, las cotizaciones disminuyen porque los salarios son más bajos y menos las horas trabajadas. O sea, que se reducen las horas cotizadas a la Seguridad Social.
Estas cifras macroeconómicas enmascaran una brutal realidad
que todos, en mayor o menor medida, hemos comprobado en nuestro entorno: muchos
puestos de trabajo a jornada completa se han transformado en empleos a tiempo
parcial. Vamos, que muchos trabajadores que estaban contratados a 40 horas,
gracias a la reforma laboral aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy en
febrero de 2012, fueron despedidos y contratados a media jornada o aún menos. Los
famosos minijobs han acabado siendo
aplicados por la puerta de atrás y sin que nos enteremos.
Mucha gente está siendo contratada por cuatro horas diarias
y sin embargo, son obligadas a trabajar 8 horas reales. Por no hablar de que
muchos trabajadores por cuenta ajena son obligados a pagar de su sueldo las
cotizaciones sociales que correspondería abonar a sus empleadores. “Es lo que
hay”, les dicen. Y aún son más los falsos autónomos, quienes mayoritariamente
trabajan en exclusiva para una empresa, en las instalaciones de esta y con
horarios que ella misma determina, de modo que el empresario se ahorra las
cotizaciones sociales e incluso, a menudo, hasta las vacaciones del trabajador.
Un fraude cada vez mayor.
Y así, como el Gobierno vende por un lado que se crea
empleo, pero por el otro lado las cotizaciones a la Seguridad Social se
desploman, poniendo en peligro el sistema, no ha tenido otra ocurrencia que, a
través un Real Decreto Ley, suprimir las exenciones en conceptos salariales
como los pluses de transporte, las ayudas de guardería, los planes de
pensiones, los seguros médicos privados o los tickets restaurante. Un auténtico
atraco a mano armada que cambia las reglas del juego con el partido empezado y
que dispara los costes empresariales, como se han apresurado a denunciar las
patronales. El Gobierno que iba a bajar los impuestos y a favorecer la
contratación acribilla a empresarios y trabajadores indistintamente con una
voracidad recaudadora nunca vista.
En conclusión, hay más gente sentada a la mesa, pero todos
comemos menos. Y los que no están siquiera en la mesa, los hogares que tienen a
todos sus miembros en paro en Baleares, suman 41.900, casi un 5% más que en
2012. Cada vez más pobres, contratados en condiciones más precarias y crujidos
a impuestos. Pero como dirían Rajoy y Bauzá, ¡vamos por buen camino!