24 abril 2008

Plena tempestad de calma

Desde que abandoné mis responsabilidades al frente de la Asociación Unificada de Guardias Civiles estoy muchísimo mejor en el plano personal. Como todo el mundo podrá entender, me he liberado de una carga enorme que me hace la vida mucho más fácil y sencilla.

Como escribió Enrique Vila-Matas,
"ahora, entre mis novedades vitales, están el sol que saluda los despertares, el placer de ser cortés, la revelación de que todo es excepcional, el despliegue de gentileza en el trato a las personas, la impresión de vivir en plena tempestad de calma, la satisfacción de haber perdido 12 kilos, el sentimiento de absoluta indiferencia hacia aquellos imbéciles a los que tenía manía antes..."

Hasta en la pérdida de peso coincido plenamente con la descripción de Vila-Matas. Con lo cual, todos podrán hacerse una idea de la liberación que ha supuesto para mí esta nueva situación personal. El desgaste brutal que lleva aparejado dirigir una organización como AUGC y más en las condiciones en que yo tuve que hacerlo, soportado pacientemente por mi equipo, sólo puede saberlo quien haya pasado por ello.

Me hace gracia que ahora Manolo Mato, secretario general de la Unión de Guardias Civiles (UGC-UGT) se prodigue ahora en adjetivos calificativos hacia mí y en ensalzar a mi sucesor en el cargo. Bien sabe él que conmigo un traidorzuelo como él no tenía nada que hacer... veremos lo que hará Alberto Moya, aunque como se fíe de esta pieza, ahora que se ha juntado con Roberto Pardo (¡vaya tándem de historicos sindicalistas...!) se encontrará con el puñal clavado en la espalda en el momento que menos se lo espere.

En cualquier caso y frente a las habituales maniobras de manipulación de Mato, debo puntualizar que yo no he sido cesado sino que sencillamente ha habido un proceso electoral que yo mismo me comprometí a convocar en enero y al que no he concurrido por varias razones: primeramente, porque no me ha dado la gana; segundo, porque tras las elecciones de septiembre de 2006 manifesté que no volvería a presentarme a unas elecciones internas en AUGC, y así lo he hecho; y en tercer lugar, porque creo que eso era lo mejor para AUGC y tambien para mí.

Que nadie se asuste: no pienso dedicar muchas más líneas al tándem de históricos, aunque hay cosas que no puedo callar y no pienso hacerlo. Ahora, como dije días atrás, soy libre para hablar. ¡Al fin!

08 abril 2008

Despedida de AUGC

Desde el día 6 de abril de este año 2008 ya no tengo ninguna responsabilidad en AUGC. Desde el año 1999 he formado parte de este proyecto colectivo apasionante, y ha llegado el momento de dejar paso a otros compañeros y marcharme a casa. Lo hago con la satisfacción del deber cumplido y de haber intentado hacer lo mejor para AUGC y para los miles de guardias civiles a quienes representa esta organización profesional. Soy humano y también me equivoco, como todos, supongo. Espero que la historia juzgue mi gestión positivamente (a pesar de mis numerosos errores) y que mi trabajo y mi sacrificio hayan servido para algo. Honestamente, así lo espero.

Sin embargo, me siento en la necesidad de hablar a todos aquellos que quieran oirme desde este blog, en el cual iré analizando la realidad asociativa y profesional de los guardias civiles, en el convencimiento de que ello pueda ser de alguna utilidad y porque en contra de lo que muchos creen, durante el último año y medio, mientras he ocupado el cargo de Secretario General de AUGC, no he podido hablar con entera libertad pues la servidumbre que el cargo impone es muchísimo más dura que los pocos privilegios que comporta y que no acaban de equilibrar la balanza. Ahora sí, soy libre para decir lo que pienso y lo haré. Hasta ahora no he podido hacerlo.

Hasta pronto.