Otros dos que pueden acabar entre rejas son Iñaki
Urdangarin y Diego Torres. Cuando apareció en el caso Palma Arena el
yerno del Rey Juan Carlos, muchos creímos que hasta ahí habría llegado la
broma. Sin embargo ha terminado imputada hasta la infanta Cristina. Fuimos
descreídos y desconfiamos de la Justicia. Y a pesar de todos los obstáculos, el
juez José Castro ha avanzado en la investigación lento pero implacable,
como avanza la apisonadora de la Justicia, presta a triturar a cuantos pille a
su alcance. Hay quien acusa a Torres de ser un desvergonzado que se dedica a
tirar mierda contra la Familia Real en tal de exculpar a su mujer Ana Maria
Tejeiro. No hay reproche que hacer porque no es el primer imputado que lo
hace y con bastante éxito. Rápidamente se les ha bautizado como “arrepentidos”
y se ha tomado por veraces sus acusaciones, sin más. Lo hizo Bartomeu Vicens
y nadie cuestionó que sus revelaciones fuesen verdad. Lo hicieron Antònia
Ordinas y Kurt Viaenne. Más recientemente lo hizo Juan Francisco
Gálvez al acusar a Jaume Matas de ordenar un pago ilegal de 120.000 euros
al ex concejal del PP de Calvià Jesús García Oeo. ¿Por qué no sucede lo
mismo con lo que cuenta Diego Torres, quien además lo demuestra con correos
electrónicos muy reveladores? Pues porque entonces la trama pergeñada por él y
Urdangarin, con la inestimable “colaboración silenciosa” de su mujer la infanta
Cristina de Borbón, acabaría salpicando a toda la Real Familia,
incluyendo al actual monarca Felipe VI y por descontado, a su padre.
(Publicado en Última Hora)