Haced buena acogida a estos borrones. Borrón es la
denominación que, según la RAE, por modestia suelen dar los autores a sus
escritos. Y modestia es la virtud que pretendo exhibir cada vez que publico
algo -no me corresponde a mí juzgar si lo consigo-, y llevo ya algunos años en
esto de pasar a imprenta mis reflexiones. Debo agradecer públicamente a los
directores de periódico que en mí han confiado, ignorando mi escasez de
recursos para llenar una página o parte de ella, pero algo tendrá el agua
cuando la bendicen. Estos borrones y tachaduras son exclusivamente mi opinión. Emito
valoraciones sobre la actualidad y con ello no tengo ninguna otra pretensión
que auxiliar al lector en su exclusiva tarea de formarse su propio punto de
vista sobre lo que sucede a su alrededor y que les cuenta este periódico. Y
diré, a modo de confesión, que no me creo en poder de la verdad, que es mi
opinión lo que escribo y derecho tengo a equivocarme.
Lo que nos depara
2017
Ya que a partir de mañana la rutina volverá a nuestras vidas
prácticamente hasta la segunda semana de abril, cuando llegue la Semana Santa,
conviene repasar un poco los grandes problemas que afectan a Eivissa y
Formentera y de los que, incomprensiblemente, nuestros líderes políticos apenas
hablan, entretenidos como andan siempre en el día a día y en el cortoplacismo. Es
comprensible, porque siempre resulta mejor hablar de los puntos de recarga de
los coches eléctricos -que sólo tienen las instituciones y el coordinador de Movilidad
del Consell d’Eivissa, Gianandrea di
Terlizzi-, o de las salas de estudio de Cas Serres habilitadas para que los
estudiantes puedan preparar sus exámenes. Que no digo yo que no sean
importantes estos asuntos, sobre todo para los afectados, que seguro que sí…
pero ¿qué tal si nos elevamos un poco y hablamos de los problemas graves de la
gente? Sería bueno oír algo más que diagnósticos por parte de los responsables
políticos. La vivienda, la saturación del tráfico en las carreteras, el exceso
de turistas, la insuficiencia de infraestructuras educativas, la gestión de las
basuras que generamos. De eso es de lo que hay que hablar. Al fin y al cabo, no
podemos estar hablando toda la legislatura de la mejora de la gestión de la
ITV, que todo el mundo reconoce y nadie niega. Pero hay que mirar hacia
adelante y afrontar los problemas.
Basura
Leemos que el conseller insular de Medio Ambiente, Miquel Vericad, ha hecho un magnífico
diagnóstico del grave problema que en materia de gestión de basuras en breve
tendrá Eivissa, arrastrando también a
Formentera, pues ahora recibe sus residuos, cosa que no quiere hacer Mallorca
de ninguna manera, ¡ni cobrando la basura a precio de oro! Al ritmo que vamos,
el vertedero de Ca na Putxa rebosará en 2029, aunque para mucho antes,
concretamente para 2020 -en tan solo tres años-, los vertederos estarán
prohibidos por la Unión Europea. ¿Qué vamos a hacer entonces? Eso no lo leemos.
Pero haría bien Vericad en explicarlo, porque ahora es él quien gestiona este
asunto. A él le corresponde hacer propuestas y buscar soluciones. Pero que sean
soluciones realistas, no ocurrencias. Más reciclaje y más reutilización está
muy bien, como las salas de estudio de Cas Serres, pero oiga, ¿qué más piensa
hacer? La construcción de la planta de selección aliviará el problema, pero no
lo solventará. Y resulta que ahora le toca a él solucionar el desaguisado, que
para eso gobierna.
‘Corazón de Piedra’
Se requiere mucha soberbia para otorgar premios denominados
‘Corazón de Piedra’ a 36 ayuntamientos de todo el país, entre los cuales figura
el de Sant Josep de sa Talaia. Es lo que ha hecho la Asociación Estatal de
Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España. Bien está que señalen a
aquellos consistorios con un presupuesto por habitante en servicios sociales
inferior al 60% de la media del presupuesto de los ayuntamientos de más de
20.000 habitantes (36,09 €). Pero el nombre del galardón supone prejuzgar que
los responsables municipales son insensibles a las necesidades de los más
vulnerables, lo que es un exceso, sobre todo si no se explica que Sant Josep
pasó de 34,55 €/habitante en 2015 a 38,10 €/habitante en 2016. Resulta muy
injusto que Josep Marí Ribas ‘Agustinet’
(PSOE) tenga que recibir este ‘galardón’, pero no vale endosarle la culpa al PP
porque él fue elegido alcalde el 13 de junio de 2015 y bien pudo modificar los
presupuestos en lo que hubiera considerado necesario, cosa que no hizo. En cualquier
caso, es ridículo decir de él ni de ningún otro alcalde que tiene el corazón de
piedra, porque tal cosa no es verdad.
@jmperpinya1
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
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