La multinacional británica Intu Eurofund presentó en Palma
sus planes para construir un parque temático y de ocio que se llamará Port
Mayurqa. Se trataría de construir 180.000 metros cuadrados cerca del Estadio
Balear, con una inversión de 500 millones de euros. Inmediatamente se topó con
la negativa del responsable municipal de Urbanismo y futuro alcalde de la
capital, Antoni Noguera, quien dijo que Port Mayurqa no entra dentro del
“modelo de ciudad” del equipo de gobierno de Cort. Tampoco el Govern apoya la
iniciativa y el conseller Negueruela afirmó que “no es el modelo por el cual
apuesta el Govern”, ya que el suyo es más un modelo “que mejore y refuerce el
comercio de proximidad, el de nuestros centros urbanos y núcleos históricos”.
¿Quién está hablando aquí de comercio? Se está hablando de un parque temático y
de ocio. Desde los sindicatos UGT y CC.OO. se apoya el proyecto por los puestos
de trabajo estables que generará (se estima que unos 3.000), además de la
contribución de un proyecto como este a la desestacionalización de la oferta
turística. Pero como desde hace un año a esta parte los turistas nos sobran y
son percibidos por algunos como “terroristas” (no olvidemos las pintadas
aparecidas en los aledaños de la Catedral), los cruceros no son bienvenidos,
los hoteles boutique que proliferan en Palma ahora son peor que cementeras en
suelo rústico, a la vez que las calles de la ciudad están ahora limpias como
patenas, el paro está en caída libre con empleos estables, de calidad y bien pagados,
el transporte público funciona correctamente (aunque ardan los autobuses de la
EMT con cierta frecuencia), los centros de salud están abiertos por las tardes
pero sin médicos suficientes, pues una inversión multimillonaria es tratada con
el desdén propio de quien adolece de complejos ideológicos severos que acaban
perjudicando a todos. ¿Acaso le piensan preguntar a los ciudadanos de Palma si
ese es su modelo? Mejor no preguntar, no vaya a ser que contesten lo que no se
quiere oír, como en el monumento de Sa Feixina. La nueva Defensora de la
Ciudadanía de Palma, Anna Moilanen, no representa el modelo que defiende Som
Palma. El suyo es el de difamar a una persona independiente teniendo en la sala
de plenos a un concejal con antecedentes penales. Cada cual tiene su modelo. El
suyo es el de las personas. El de los demás por lo visto debe ser el de los
cantos rodados.
(Publicado en Última Hora)
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