31 diciembre 2008

RAMÓN SOCÍAS, DELEGADO DEL GOBIERNO EN BALEARES Y EL ‘CASO FACTURAS’

Una vez que el juicio conocido como ‘caso facturas’ ha quedado visto para sentencia, en el cual han sido juzgados los altos mandos de la Guardia Civil, los coroneles García Peña y Cuadri y el capitán Trujillo, además del constructor Jaime Ferragut, por los delitos de falsedad en certificación de obra, falsificación de documento oficial y falsificación de documento mercantil, ha llegado el momento de analizar las declaraciones del Delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, de quien creí interpretar que trataba de justificar el comportamiento de los acusados y de intentar restar importancia a los hechos.

“En ningún momento (...) se puede traslucir que intentaba justificar nada”, afirmó Socías. Pero leamos sus afirmaciones aparecidas en los medios de comunicación:
- “No fue para enriquecerse”, sino para amueblar la vivienda oficial del coronel Javier García Peña.
- Consideró que en la actuación de los tres agentes de la Benemérita, "no hubo ánimo de hacer daño".
- “Nadie se ha llevado dinero a su bolsillo”, aunque como funcionarios públicos deben ser muy respetuosos con la Ley”.
- “Pese a que en este caso no fue para enriquecerse sino para amueblar una vivienda”.
- “no es que sean de Roche-Bobois, sino de Ikea y Leroy Merlin”, por lo que “no había ningún lujo”.
- “Sí que se hizo mal porque se falsificaron facturas, pero la justicia será la que determinará en qué tipo de responsabilidad han incurrido los actores de este desgraciado suceso”.

¿No parece que está haciendo lo contrario de lo que dice? Si las afirmaciones que hemos reproducido no son un intento de justificar las actuaciones de los encausados y de banalizar lo sucedido, lo parecen...

Para contrarrestar mis opiniones, Socías quiso desacreditarlas haciendo consideraciones personales sobre mí, lo cual lamento profundamente, diciendo que atravieso “una situación complicada en la Guardia Civil a nivel disciplinario, de modo que entiendo que sus declaraciones puedan verse condicionadas por ello”. Socías añadió: “lleva muchos años trabajando en una agrupación no reconocida legalmente, intentando mejorar la calidad de vida de los guardias, y seguramente estas críticas que ha hecho a raíz del juicio tendrían más validez en otras circunstancias”. Según aclaró respecto a las ayudas reservadas a los jefes de comandancia, se otorgan cuando hay traslados por mudanza y son mayores en según que escalones, pero “se perciben en todos”, como los periodos de permiso. “Cuando se sube de escalafón muchas veces son mayores”, recalcó.

Según Socías, para que mis declaraciones tuvieran mayor validez, yo no debería encontrarme en una situación complicada en la Guardia Civil a nivel disciplinario. Pero, ¿qué me ha llevado a estar en esta situación? Precisamente, y como él mismo reconoce, llevar muchos años trabajando para intentar mejorar la calidad de vida de los guardias civiles –pecado nefando, por lo que parece– y denunciar casos de corrupción, como por ejemplo el ‘caso facturas’. Y considero que en peor situación a nivel disciplinario se encuentran los funcionarios que presuntamente cometieron esos delitos, pero… ¿se pedirá para ellos la expulsión en vía disciplinaria, en caso de que no sean condenados por cometer delito, tras lo visto y oído en el juicio? Estoy convencido de que no. Pero para mí, se propone la expulsión por no acudir a un reconocimiento médico sin que se haya probado que fuera citado, sino todo lo contrario: lo que ha quedado probado hasta ahora es que no fui convocado jamás.

No deja de resultar curioso que a mi “situación disciplinaria complicada”, Socías no le reste importancia, al contrario de lo que hace con el ‘caso facturas’. Quizá será porque conmigo no despachaba, ni se tomaba vinos españoles en los actos oficiales, y sí lo hacía con Cuadri y con García Peña… pero los argumentos que utiliza con ellos puede utilizarlos conmigo si él quisiera: yo tampoco he hecho nada con intención de hacer daño, ni he comprado muebles de lujo con el dinero todos los españoles, ni he hecho nada para enriquecerme, ni me llevé dinero a mi bolsillo. Pero en mi caso se propone mi expulsión disciplinaria. ¿Por qué Socías no utiliza idénticos argumentos conmigo que los que emplea para los acusados en el ‘caso facturas’? Por un momento se me había olvidado que soy un simple guardia de la escala básica. Ya lamento que el chanchullo se descubriera durante su mandato como Delegado del Gobierno y es más que probable que sea por esto por lo que trata de restar importancia a lo que sucedió.

Otra cuestión: los muebles que adquirió el coronel García Peña no podían ser de lujo porque sólo disponía de 10.400 euros del erario público, lo cual tampoco da para amueblar minuciosamente un piso, como no sea recurriendo a muebles de 2ª mano del rastrillo Remar o a la Fundación Deixalles… Y por cierto, no se trata de traslados por mudanza, como menciona el Sr. Socías. Le pediría que haga el favor de no confundir a la opinión pública. No hable de mudanzas, que no se trata de eso porque, que sepamos, García Peña no trajo muebles de la península: se los compró presuntamente con dinero obtenido a través del dinero obtenido presuntamente mediante engaño, con un expediente falso para obras. Otra duda que se nos plantea obligatoriamente al tratarse de un juicio a funcionarios públicos es la no personación la causa de la Abogacía del Estado, cuyo jefe es el Delegado del Gobierno.

Por último, sólo diré que lo mínimo que se espera de un Delegado del Gobierno es que lea las leyes que se publican el BOE. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) es ya una Asociación Profesional de las previstas y reguladas en la Ley Orgánica 11/2007, de 22 de octubre, y registrada en el Registro de Asociaciones Profesionales de guardias civiles del Ministerio del Interior, sección 1ª, con el número 5. Cosa distinta es que le disguste que nos personemos en casos de presunta corrupción como acusación popular, contrariamente a lo que, en mi opinión, debió de hacer la abogacía del Estado. Quizás también haya a quien disguste que un Delegado del Gobierno califique de “desgraciado suceso” la comisión de un presunto delito, porque tergiversar las palabras lleva a tergiversar la realidad. Desgraciado suceso es un accidente de tráfico cuando un vehículo atraviesa la mediana y colisiona contra otro vehículo que circula en sentido contrario. Pero calificar así la presunta comisión de un hecho delictivo por parte de funcionarios públicos denota, objetivamente, o al menos así yo lo veo, una vez más, ánimo de disculpar, de banalizar y de restar importancia a un caso de corrupción que ha sido objeto de enjuiciamiento por parte de la Audiencia Provincial y del cual esperamos conocer pronto la sentencia del Tribunal.


Esta foto es del 11 de octubre de 2005, tras una reunión que mantuvimos Ángel Morales y yo con el Delegado del Gobierno, Ramón Socías.

15 diciembre 2008

CRISIS BANCARIA INTERNACIONAL

Por si la economía mundial y la española en particular, no estuvieran atravesando una etapa nefasta, ahora resulta que varias entidades financieras españolas (BBVA, BSCH, Banesto, Caja Madrid y Banca March), se ven salpicadas directamente, algunas más que otras, por la estafa multimillonaria de Madoff, ex presidente del índice Nasdaq de la Bolsa de Wall Street. Se trata, según parece, de una estafa piramidal que consiste en que los depositantes más antiguos cobran sus altos intereses y comisiones a cambio de reclutar a nuevos ahorradores hasta que el sistema colapsa: siempre acaba en quiebra y los depositantes nunca vuelven a ver su dinero. Es un sistema que funciona por la codicia de los inversores, pues las tasas de interés son inverosímiles, porque se ofrecen entre un 8% y 10% semanal o mensual, cuando ese es el porcentaje más alto que puede pagar un banco cada año. Vamos, que todos los Gobiernos de la UE y del G-20 inyectando dinero en las entidades bancarias para asegurar la confianza de los ahorradores, nosotros creyéndonos a Solbes cuando garantizaba que España está a salvo de cualquier terremoto bancario, y va Madoff y nos salpica de lleno. Y a las dos entidades crediticias más importantes del país.

Las Autoridades monetarias y financieras se han apresurado a asegurar que hay sistemas de control lo suficientemente sólidos y que garantizan la confianza de los ahorradores y de los inversores, pero que en este caso han fallado los mecanismos de control. Como en tantos otros casos... se me viene a la memoria Gescartera (de la que los guardias civiles algo sabemos porque consiguieron que desaparecieran 420 millones de pesetas del dinero de todos los guardias civiles, puesto que todos somos socios y socias de la Asociación Pro-huérfanos de la Guardia Civil y se nos descuenta parte de nuestro sueldo obligatoriamente cada mes queramos o no, y ellos lo invierten como quieren, según decide un patronato que sus mismos miembros nombran y cesan conforme les parece y de acuerdo a un reglamento de 1960, nada más y nada menos, que nadie ha tenido nunca el más mínimo interés en actualizar y modernizar), Afinsa y Forum Filatélico y algún otro caso que no recuerdo.

Eso me ha llevado a pensar en este vídeo que estuve viendo el otro día del programa 'La bola de cristal', un programa genial que emitía TVE cuando sólo existía esta cadena de televisión hace ahora unos 15 o 16 años. Que los argumentos que entonces, en plan satírico y humorístico, se emitían desde la televisión pública (algo que ahora se me hace impensable) tengan plena validez o aún más que entonces, es para echarse a temblar. ¿No será que estamos en manos peores que las de la Bruja Avería?...



¡Qué capacidad de invención! ¡Qué clarividencia! No ha habido nunca otro programa igual en toda la televisión hecha en España.

11 diciembre 2008

CASO FACTURAS (II)

El día 10 de diciembre, el último día del juicio por el 'caso facturas' (y casualmente, el último día de la sanción de 12 meses de suspensión de empleo que he cumplido por la manifestación del 20 de enero de 2007 en Madrid), Europa Press emitió este teletipo:

Socías niega que intentase "disculpar a nadie" en torno al caso Facturas aunque defiende que "no hubo enriquecimiento"


El delegado del Gobierno remarca que no había "ningún lujo" entre los muebles comprados ya que "no eran de Roche-Bobois, sino de Ikea y Leroy Merlin"


PALMA DE MALLORCA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -


El delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, negó hoy que haya intentado "disculpar a nadie" con sus declaraciones efectuadas el pasado lunes en torno a los tres altos mandos de la Guardia Civil que entre ayer y hoy han declarado en el juicio por el caso Facturas, aunque defendió que la falsificación de la que se les acusa "no fue para enriquecerse" sino para amueblar la vivienda oficial del coronel Javier García Peña.


En declaraciones efectuadas a los medios tras la reunión mantenida con alcaldes y representantes municipales de las islas, Socías alegó que "en ningún momento" ha intentado "justificar nada" sino al contrario, "fui muy claro" cuando apuntó que los acusados deberían haber tenido "mucho más cuidado como servidores públicos que eran", pese a que consideró que en la actuación de los tres agentes de la Benemérita, "no hubo ánimo de hacer daño".


Es así como respondió a las críticas efectuadas esta mañana por el ex secretario general de la Agrupación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Joan Miquel Perpinyà, quien recriminó la actitud "de disculpa" de Socías ante el caso Facturas. Sin embargo, el representante del Gobierno central en las islas incidió en que "nadie se ha llevado dinero a su bolsillo" aunque como funcionarios públicos "deben ser muy respetuosos con la Ley".


"Falsificaron unas facturas para hacer una actuación no contemplada en el presupuesto que Peña tenía asignado", aseveró Socías, quien subrayó que los funcionarios "debemos ser los primeros en dar ejemplo y no falsificar, pese a que en este caso no fue para enriquecerse sino para amueblar una vivienda". En relación con los muebles, también defendió que "no es que sean de Roche-Bobois, sino de Ikea y Leroy Merlin", por lo que "no había ningún lujo".


"Sí que se hizo mal porque se falsificaron facturas, pero la justicia será la que determinará en qué tipo de responsabilidad han incurrido los actores de este desgraciado suceso", remarcó el delegado.


En relación con las declaraciones de Perpinyà, realizadas a su salida del juicio por el caso Facturas, Socías aseguró no tener "nada que comentar" aunque consideró que el ex secretario atraviesa una situación "complicada" en la Guardia Civil a nivel disciplinario, de modo que "entiendo que sus declaraciones puedan verse condicionadas por ello".
AYUDAS MAYORES EN DETERMINADOS ESCALAFONES


Tal y como comentó, lleva "muchos años trabajando en una agrupación no reconocida legalmente, intentando mejorar la calidad de vida de los guardias, y seguramente estas críticas que ha hecho a raíz del juicio tendrían más validez en otras circunstancias". Según aclaró respecto a las ayudas reservadas a los jefes de comandancia, se otorgan cuando hay traslados por mudanza y son mayores en según que escalones, pero "se perciben en todos", como los periodos de permiso. "Cuando se sube de escalafón muchas veces son mayores", recalcó.


En concreto, Perpinyà reclamó hoy reformas integrales en el seno del Instituto Armado a fin de evitar que se produzcan "privilegios asquerosos" como los del caso Facturas -cuyo juicio quedó hoy visto para sentencia-, por no haberse adaptado el Instituto Armado a los controles y parámetros democráticos actuales. Con las declaraciones de los cuatro acusados del caso ha quedado "patente", en su opinión, que los altos mandos de la Guardia Civil cuentan con unos "privilegios inexplicables en el siglo XXI y derivados de la época de Franco".

Al parecer hay quien se ha sentido ofendido por mis declaraciones, en concreto por la expresión "privilegios asquerosos", cuando es evidente que me estaba refiriendo, como así lo especifica el teletipo de EP, a lo visto y oído por todos en el juicio por el caso facturas, que ha sido tan triste como lamentable y no puedo más que ratificarme en ello. La prensa lo ha explicado todo bastante bien y sólo hay que consultar la hemeroteca para ver lo que ha sucedido durante el juicio y la imagen que se ha dado de la cúpula de la Guardia Civil en Baleares durante el año 2005.


En cuanto a las afirmaciones del Delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, a quien vemos en esta imagen propiedad del map, pronto le responderé a sus afirmaciones de forma pública a través de un artículo en los medios de comunicación, que reproduciré aquí oportunamente cuando sea publicado.
Lamento muchísimo que Socías, a quien considero un buen representante del Gobierno central y que hasta ahora había sido muy correcto y amable con AUGC, de repente se muestre tan desinformado con respecto a AUGC y particularmente, tan desagradable conmigo.

Caso facturas (I)

Ayer miércoles, como ya dije, quedó visto para sentencia el denominado ‘caso facturas’, donde se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Baleares, sección 1ª, los coroneles Javier García Peña, Luis Cuadri Duque, el capitán José López García Trujillo y el constructor Jaime Ferragut.


Ayer el acto de vista oral se limitó a los informes finales de las representaciones letradas de las partes (Ministerio Público, Acusación popular ejercida por AUGC y los acusados ya citados). Pero como ya comenté, el juicio ha dado para mucho y hemos podido saber de boca de los propios acusados y en ocasiones de sus defensores, muchos privilegios que ostentan y cómo se manejan ética y moralmente algunos de ellos, por no decir todos los que ocupaban el banquillo de los acusados.

Por ejemplo, a mí me llamó poderosamente la atención que el coronel Cuadri reconociera abiertamente que se llevaba fatal con el ahora general de brigada Jaime Santandreu, jefe de la Zona de la Comunidad Valencia, quien siendo coronel, era el primer jefe de la comandancia de Baleares. Y ahora también se llevaba, hablando coloquialmente, peor que fatal, con el también primer jefe, el coronel García Peña. Una pregunta ingenua que me viene a la cabeza: ¿con cual de sus superiores se ha llevado bien este señor? Cuadri con nadie cuadra y perdonen la disonancia y también el pareado. Lo extraño es que nunca se planteara afiliarse a AUGC, porque debía temer continuamente que su enemistad con sus jefes le acarrease problemas profesionales, como nos suele suceder a todos, que en cuanto no le doras la píldora a tu jefe, pues eso presupone estar discriminado de por vida o, al menos, en el punto de mira. Sé de lo que hablo y muchos me comprenderéis…

Gracias al juicio, hemos podido comprobar con certeza lo que ya sabíamos, que cada vez que hay un cambio de jefe de Comandancia, se adjudican 4.000 euros para obras de mejora y mantenimiento en el pabellón oficial. Los servicios jurídicos de AUGC deberán plantearse seriamente preparar las instancias correspondientes para que cada guardia civil a quien se le adjudique un pabellón, solicite inmediatamente una aportación extraordinaria de crédito presupuestario, si no de igual cuantía, algo menor, por eso del rango y del empleo, además de la seguridad, para adecentar el pabellón que reciba. Sin embargo, García Peña, logró no se sabe cómo (él dijo que hablando con el Servicio de Acuartelamiento de la Dirección General, lo cual desde aquí invito a hacer a todo aquel que se halle en similar situación de recibir un pabellón en mal estado, que llame por teléfono a la dirección general y pregunte por el jefe de acuartelamientos) y quizás valga la pena instar que se investigue esta circunstancia,;e incluso antes de tomar posesión oficial del cargo, donde estuvo presente, por cierto, Joan Mesquida, el triple de la cantidad habitual, esto es 12.000 euros para hacer obras, reformas que en absoluto tenía intención de hacer y que pretendía destinar casi en su totalidad a adquisición de mobiliario y otros enseres, pues como dijo alguien que no recuerdo en el juicio, García Peña vino a Palma con un pan debajo del brazo, sin muebles y sin intención de comprarlos de su peculio, sino del crédito concedido por la Guardia Civil, con un planeado engaño, haciendo creer que se trataba de obras de reformas y rehabilitación.

El coronel Cuadri manifestó que el coronel García Peña había solicitado los planos del pabellón semanas antes de viajar a Palma, para saber cómo era y que, por supuesto, se los enviaron, dado que era práctica habitual. Sugiero a todos los lectores que a partir de ahora, cuando vayan destinados a algún lugar escriban por correo a su nueva Unidad solicitando los planos del pabellón, a ver si se los envían o si se muere esperándolos… pero si es algo que se suele hacer con los jefes de comandancia, no veo cual es la pega para que se haga con el resto de funcionarios públicos…

Por otra parte, también hemos sabido que el Coronel García Peña, siendo capitán y estando destinado en Madrid, conoció a Cuadri, quien también era capitán. Este último viajó a la capital junto a su esposa, para declarar por un asunto oficial de tráfico de drogas ante la Audiencia Nacional y el entonces capitán García Peña estuvo encargado de llevarle, traerle, asistirle en todo aquello que pudiera necesitar, acompañar a la esposa de Cuadri mientras este estuviera declarando en la Audiencia Nacional, etc. Privilegio este que no estando reconocido en ninguna norma de la que tengamos conocimiento, recomiendo a todos aquellos guardias civiles que vayan a Madrid en comisión de servicio, solicitar por escrito. También a mí, cuando he estado en Madrid por cuestiones oficiales, me hubiese venido de perlas que me hubiesen venido a buscar en coche oficial y que un compañero me hubiera llevado y traído por todo, sin tener yo que preocuparme por nada. Ni metro, ni autobús, ni nada. Y junto a mí, mi pareja, que acompañado se viaja mejor. Al menos Cuadri y yo opinamos así. Habrá quien opine lo contrario, pero no quiero desviarme del tema que nos ocupa, por más que podría, pero no quiero ni vale la pena desviar la atención de lo que estamos tratando ahora mismo…

Como ya relaté y se han hecho eco de ello los medios de comunicación, Cuadri declaró ante la sección 1ª de la Audiencia Provincial que cada comandancia era un “reino de Taifas y allí el jefe hace lo que le da la gana”. Observación que no admite discusión porque es real y lo sabemos los 78.000 agentes de la Guardia Civil, y cuya sinceridad no esperaba nadie, y que además, no debe extrañar si proviene de alguien que ha dicho antes, en fase de instrucción ante la Policía Judicial lo siguiente: “(…) es notorio que el equipo de entretenimiento (guardias civiles que realizan pequeñas obras de carpintería, fontanería, albañilería y electricidad) lo emplea el jefe de la unidad que lo tiene a su disposición cuando necesita hacer una pequeña obra o reparación en el mismo, por tanto no creo que el anterior adjudicatario que era el entonces coronel Santandreu, lo dejara en tan malas condiciones como al parecer dice el coronel Peña”. Cuadri declaró que el pabellón del jefe lo retocan cada vez que se incorpora un nuevo primer jefe y que, por tanto, no debía estar en mal estado, siendo falso lo que decía García Peña de que en ese pabellón no se habían hecho obras desde hacía 20 años, cuando era jefe de la comandancia el teniente coronel nieva, quien fuera años más tarde subdirector general de operaciones siendo director general Ferrán Cardenal.

Cuadri acusó a García Peña de que decidió no traer muebles a Palma y que vino con una mano delante y otra detrás, porque tenía la intención de comprarlos una vez estuviera ya en la comandancia, aunque el comandante interventor Asís Olmedo le indicó al menos en tres ocasiones que eso no podía hacerse y que además, era imposible.

El comandante interventor manifestó que lo habitual es que para este tipo de obras de elaboren 3 presupuestos, pero que en este caso tan sólo se aportó uno al expediente. Y declaró en el juicio que le dijo a García Peña que esos 12.000 euros asignados como ampliación de crédito del concepto presupuestario 212 (obras y reparaciones) eran un caramelo envenenado si se dedicaban a cualquier otra cosa. García Peña no le hizo ni caso, que para eso era coronel y el interventor, sólo comandante. Y ahora tendrá que asumir sus responsabilidades. Ya sean penales, ya sean disciplinarias. Tengo curiosidad por saber si a él le propondrán la separación del servicio como a mí, con todo lo que sabemos que ha hecho, o lo dejarán en algo menos grave, que para eso lleva tres estrellas de ocho puntas de coronel y, como dijo su defensor, “el coronel García Peña lleva 40 años de servicios al pie del cañón, no sesteando en las salas de oficiales ni en divanes de psicólogos buscando una baja”. Muchos de los presentes, al oír la solidez del argumento del defensor de García Peña en la sala de vistas, estuvimos a punto de poner a su nombre nuestras cuentas corrientes, las posibles herencias, los bienes muebles e inmuebles, pero luego, en los corrillos, pensamos que mejor era dejar las cosas como cada cual las tuviera, no fuera a ser que algún día le diera por echarse una siesta en la sala de oficiales. Si me gustaría añadir que yo jamás me he enfrentado a una acusación delictiva, como la que ahora recae sobre García Peña, Cuadri y López García Trujillo, pero aún así dudo mucho que en fase disciplinaria les pidan la expulsión del Cuerpo, como el en Pliego de Cargos se pide para mí con una clamorosa ausencia de actividad probatoria que permita mantener la acusación que formula y con una intencionalidad clara e indiscutible: intimidar y amenazar. Pero ya debieran saber que ese tipo de tácticas que me atrevo a calificar de mafiosas, conmigo no valen. Todo lo contrario. Me reafirman en lo correctamente ético y moral de las acusaciones que mantengo. Yo por las buenas, voy donde haga falta. A empujones no voy a ningún lado. Digo esto para los correveidiles y para ciertos dirigentes de AUGC.

La Defensa de Cuadri, el ilustre letrado don Rafael Perera, habló en su informe final de que todo el mundo conoce la austeridad con que viven los mandos de la Guardia Civil. Aquí por poco me echan de la sala a mí y a todos aquellos, periodistas incluidos, que no podíamos parar de reír...ni yo ni todos los que estábamos en la sala. La Presidenta del Tribunal echó mano de la campanilla y pararon los murmullos. No tuvo que hacerla sonar… Lo cierto es que nadie podrá rebatir el argumento del ilustrísimo letrado don Rafael Perera, porque es verdad que raramente oímos quejarse de su sueldo a los altos mandos de la Guardia Civil, acostumbrados como están y aceptadas como tienen la austeridad y a las asperezas e incomodidades que el ejercicio del mando trae consigo. Sólo somos los quejosos y permanentemente insatisfechos miembros de las escalas inferiores quienes, habituados a la vida lujosa y opulenta que nuestras excesivas y insólitas nóminas nos permiten y casi obligan a llevar, desde que salimos de la academia hasta que nos jubilamos, nosotros somos quienes constantemente, llevados por un infinito afán de codicia y por una ambición desmedida y sin control, continuamente solicitamos al Gobierno que nos aumente aún más nuestras ya cuantiosísimas y suculentas nóminas para no tener que disminuir nuestro exagerado tren de vida.

Y por hoy, es suficiente. Mañana os contaré más sobre el juicio...

10 diciembre 2008

Nueva propuesta de expulsión

Esta mañana ha quedado visto para sentencia el ‘Caso facturas’, del cual vengo hablando en este blog desde hace varios días. Hoy los letrados de las partes han expuesto sus informes finales, algunos de los cuales no tienen desperdicio y detallaré cuando tenga algo más de tiempo, porque ha seguido habiendo perlas. Sólo citaré la del abogado de la defensa del coronel Cuadri, quien ha dicho que es “conocidísima la austeridad con que viven los mandos de la Guardia Civil”… Por poco me echan de la Sala porque no me podía aguantar la risa. Prometo contar pronto la lista de privilegios de los que nos hemos enterado durante el juicio y que avergüenzan al más pintado... pero como adelanto, podéis leer esto: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/10/baleares/1228910063.html

Pero hoy prefiero centrarme en hablar de lo que hoy publica ‘El País’:

Interior quiere expulsar de la Guardia Civil a un líder sindical

NATALIA JUNQUERA - Madrid - 10/12/2008

El Ministerio del Interior ha propuesto la expulsión del Instituto Armado de Joan Miquel Perpinyá, ex secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que cuenta con cerca de 25.000 afiliados, un tercio de los agentes. Ayer cumplía la sanción de un año de suspensión de empleo y sueldo por haber participado de uniforme en una manifestación en Madrid en enero de 2007, en la que cerca de 3.000 agentes solicitaron al Gobierno que ampliara los derechos que les había prometido en su programa electoral. Otros 20 fueron sancionados por el mismo motivo.

Ahora, la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil quiere expulsarle por no acudir a un reconocimiento médico. Perpinyá asegura que nadie le avisó y que se trata de una "venganza". Preguntado por esta decisión, el Ministerio del Interior remitió a la Guardia Civil, que tampoco quiso responder sobre el asunto.
En su declaración, incluida en el expediente disciplinario de Perpinyá, el cabo que asegura haberle llamado afirma que "no recuerda exactamente en qué fecha lo había hecho". Perpinyá cree que la sanción es un escarmiento para los demás.

"Es una venganza"
"En el listado de llamadas telefónicas de la comandancia no aparece mi número. Es mentira. Cada año se expulsa del cuerpo a unos 15 agentes, todos vinculados a condenas penales por tráfico de drogas, violencia de género... ¿Y a mí me quieren echar porque dicen que no acudí a un reconocimiento médico? Para notificarme la sanción sí lo hicieron bien, enviaron a agentes a mi casa. Esto es una venganza", asegura Perpinyá, de 34 años, 16 de ellos en el cuerpo.

El pliego de cargos del expediente disciplinario alega las "vicisitudes que concurren en el autor" para proponer su expulsión. "¿Qué vicisitudes son ésas?", se pregunta tanto Perpinyá como la AUGC, cuyo liderazgo abandonó en marzo. "¿Que he defendido los derechos de los homosexuales en la Guardia Civil? ¿Que he denunciado casos de corrupción en el cuerpo? ¿Que fui líder sindical?", afirma Perpinyá. Su abogado, Mariano Casado, cree que es " una clara desviación de poder motivada con un afán vindicativo, no jurídico. En 20 años de profesión no he visto un caso igual".

Para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones, copio a continuación el pliego de cargos:




Es verdad que ayer y hoy estuve especialmente contento al ver a dos coroneles sentados en el banquillo de los acusados por hechos presuntamente delictivos, y que si no fuera por AUGC y más concretamente, y aunque quede pedante decirlo, si no fuera porque yo me empeñé con todas mis fuerzas para que AUGC se personara en la causa, el juicio no se hubiera celebrado.
Pero está clarísimo que nada sale gratis y que van a por mí como los lobos cazan a los conejos, atacando en manada. Y yo no acabo de ver que AUGC haga lo suficiente por apoyarme. Excepto algunos compañeros (alguno de los cuales no me esperaba tener noticias, debo reconocerlo...), no he recibido noticia alguna por parte de la JDN con la estrategia que piensan seguir al respecto. Me he enterado de la nota de prensa como todo el mundo, por la prensa.
Será que no temen que lo que me sucede a mí, pueda pasarles algún día a ellos... yo también tengo serias dudas de que pueda sucederles algo parecido. Básicamente porque yo no quitaría jamás ni mi firma de una convocatoria, ni el logotipo de AUGC de una pancarta, y menos aún sin dar explicaciones a todos los afiliados y afiliadas. Está claro que aunque la Junta Directiva dice que no se dan pasos atrás, a mi juicio sí se están dando. Y muy claros. Y creo que así lo percibe desde los medios de comunicación hasta los afiliados y afiliadas. Pero allá ellos. Sólo puedo decir, como ya le dije a Alberto Moya, que la resolución favorable de mi expediente es una cuestión política, no jurídica. Y si se ha tratado políticamente y no les han hecho ni caso, pues ya tienen otro motivo de preocupación. O quizás sea que sí les han hecho caso... no lo sé. Ya veremos qué pasa.

09 diciembre 2008

Segunda parte del artículo de opinión del Caso Facturas

Hoy el periódico Última Hora de Baleares ha publicado la segunda parte del artículo de opinión que ayer ya se empezó a publicar. Ahí va:

El coronel Sr. García Peña, durante los meses de julio a octubre de 2005, fue adquiriendo mobiliario y multitud de otros elementos para su residencia oficial, bien a través de los fondos que le eran anticipados por la Caja de la comandancia, bien mediante compras directas efectuadas por él mismo, cuyo importe recuperaba posteriormente de la Caja Pagadora, previa presentación de facturas y justificantes de pago. El importe total de esas compras ascendió a 12.208’11 €. La mayoría de dicho mobiliario nuevo fue relacionado en un inventario que suscribió el propio Sr. García Peña y que aparece con fecha 1 de noviembre de 2005, sin visar por nadie más y en ningún caso por algún superior suyo, por lo cual no es peregrino sospechar que una vez que se descubrió lo ocurrido, García Peña decidiese incluir todo lo comprado en el inventario. Sin embargo, existen muebles que fueron adquiridos y no figuran ni en el inventario ni en el Acta de entrada en domicilio que el Servicio de Asuntos Internos levantó en fecha 6 de septiembre de 2006.

Los delitos de los que son acusados por la acusación particular, ejercida por AUGC: son un delito continuado de falsificación de documento oficial, un delito de falsedad de certificaciones, un delito de falsificación en documento mercantil, y una falta de apropiación indebida. Por ello se solicita para el Coronel García Peña, quien fuera en el momento de los hechos máximo responsable de la Guardia Civil en Baleares, una pena de cinco años de cárcel y multa de 15 meses a razón de ocho euros diarios e inhabilitación especial por 4 años por el delito continuado de falsificación de documento oficial. La pena de suspensión de seis meses por el delito de falsedad de certificaciones, y una multa de un mes a razón de ocho euros diarios por la falta de apropiación indebida. Por el contrario, la fiscalía solicita penas irrisorias, concretamente la pena mínima de 3 meses de prisión por el delito de falsedad en certificación de obras con la atenuante muy cualificada de confesión.

Para el coronel Luis Cuadri, quien entonces era 2º jefe de la Comandancia de Baleares, se solicitan cinco años de prisión, multa de quince meses a razón de ocho euros diarios e inhabilitación especial por un tiempo de cuatro años, al considerarle responsable del delito continuado de inducción a la falsificación de documento oficial, dado que supuestamente fue el propio García Peña fue quien le acusó de haberle propuesto llevar a cabo los delitos de los que está procesado. La fiscalía solicita la libre absolución, puesto que no hay más testimonios que le incriminen que las declaraciones de García Peña.

Para el capitán José López García Trujillo se piden dos años de prisión al considerarle autor por inducción del delito de falsificación en documento mercantil. Y para el empresario Jaime Ferragut se solicitan otros dos años de prisión como autor del mismo delito. En estos dos casos, la fiscalía solicita para ambos tres meses de prisión.

Las penas que solicita la fiscalía son considerablemente menores, por no decir ridículas. ¿Por qué razón? Al parecer, hubo un intento de llegar a un acuerdo extra-judicial por el cual el coronel García Peña, el capitán José López García Trujillo y el empresario Jaime Ferragut aceptarían ser condenados a penas mínimas, evitando así que se celebrara juicio público y la consiguiente vergüenza y el escarnio de ver a tres oficiales de la Guardia Civil sentados en el banquillo de los acusados, con la repercusión mediática correspondiente. Sin embargo, la personación en la causa como acusación particular por parte de AUGC, trastocó los planes de evitar el juicio en vista pública.

La instrucción de esta causa fue un “marrón” desde el mismo día en que saltó el asunto a los medios de comunicación y según parece, nadie quería tener que lidiar con el morlaco, de forma que hubo una agria polémica entre los titulares de los Juzgados de Instrucción 8 y 9 de Palma sobre la competencia a la hora de entender de la causa. Finalmente, el Juez Decano Martínez Espinosa declaró competente al Juzgado de Instrucción nº 9, según las normas de reparto aleatorio.

No cabe duda de que García Peña certificó por escrito y con su firma que Construcciones Calabruix S.L. había realizado las obras conforme al presupuesto elaborado por la misma empresa por un importe total de 12.505,32 € y que tal certificación es falsa, además del resto de documentos necesarios en el expediente y que ya hemos detallado. El comandante Asís Olmedo, interventor de la Comandancia de Baleares, afirmó que García Peña mostró un gran desconocimiento de los procedimientos legales establecidos para la gestión económica y que trató de asesorarle sobre ello. También declaró que Cuadri le llamó a su despacho para incidir en las obras del pabellón del coronel García Peña, preguntándole cómo se podía hacer la obra ya que el coronel tenía unas facturas de compras que había efectuado y quería solucionar el problema. El interventor declaró sentirse sorprendido, porque Cuadri no tenía entre sus competencias el control de la gestión económica. Y además, manifestó que se sintió incómodo porque la solución aportada y que se ajustaba a la legalidad, parecía no satisfacer ni a García Peña ni a Cuadri. Por supuesto, el interventor niega haber presenciado la entrega de sobre alguno con dinero y del inventario no sabe nada porque eso se escapa de sus funciones y competencias.

Jaime Ferragut Ferrá, propietario y administrador único de Construcciones Calabruix S.L. dijo que no conocía a García Peña más que porque se lo había presentado el capitán Trujillo. Que un día fue a visitar a Trujillo a su despacho de la comandancia de Palma, donde solía acudir a menudo, y que este capitán le dijo si quería hacer un trabajo, pidiéndole un presupuesto para realizar la obra para la vivienda del coronel. Le llevó un presupuesto, y Trujillo le pidió una factura y un número de cuenta donde hacienda le haría el pago de la obra, y que así la cobraría y luego ya se le avisaría cuando tuviera que hacerla. Efectivamente, le ingresaron el dinero de Hacienda pero nadie, ni el capitán Trujillo ni nadie contactó con él sobre esta cuestión. Niega rotundamente haber hecho entrega de sobre alguno, ni al capitán Trujillo ni a nadie y atribuye el hecho de que se le paguen 12.000 € y después de un año “la obra no se haya realizado a que no hay control, que se han olvidado, que se han despreocupado”. ¿Puede alguien creerse esto?

El 22 de agosto de 2005, según consta en el sumario, el capitán Trujillo le entregó al constructor Ferragut un oficio del coronel jefe de la Guardia Civil de Baleares en el que se le notifica que ha sido adjudicatario de la mencionada obra y que tiene un plazo de dos meses para realizarla. ¿Por qué si en el propio documento constaba que tenia dos meses de plazo para efectuar la obra, no lo hizo? Ferragut contestó que dada la relación que le unía con Trujillo, este le dijo que no se preocupara y que ya le avisaría, cosa que jamás hizo.

El coronel Cuadri era jefe interino de la Zona de Baleares a la llegada del nuevo jefe, el coronel García Peña. Nos abruma la sinceridad con la que al ser preguntado sobre el estado en que se encontraba el pabellón del jefe de la Comandancia, este responde: “(…) es notorio que el equipo de entretenimiento (guardias civiles que realizan pequeñas obras de carpintería, fontanería, albañilería y electricidad) lo emplea el jefe de la unidad que lo tiene a su disposición cuando necesita hacer una pequeña obra o reparación en el mismo, por tanto no creo que el anterior adjudicatario que era el entonces coronel Santandreu lo dejara en tan malas condiciones como al parecer dice el coronel Peña”. Aquí procede una pregunta de las que eternamente viene haciendo AUGC y que jamás nadie contesta: ¿por qué debe haber guardias civiles haciendo trabajos que nada tienen que ver con la seguridad pública, y “a disposición” del jefe de turno, a quien las reparaciones les salen gratis? Aquellos que no vivimos en viviendas oficiales de la Guardia Civil, cuando se nos rompe un grifo o un enchufe, o una persiana, llamamos a un técnico para que nos lo arregle. Y lo pagamos. ¿Por qué tienen que tener los jefes un trato diferente? ¿Acaso su sueldo no les da para ello?

Cuadri se contradice con el comandante interventor, pues manifiesta no acordarse de haberle llamado a su despacho. Por tanto, niega lo afirmado por el comandante interventor sobre su reunión en su despacho, ya que García Peña era quien tenía el mando de la unidad. Cuadri también niega rotundamente haber recibido de García Peña un sobre con dinero. Y también niega haber sugerido al coronel García Peña establecer contacto con una empresa constructora para justificar las obras que este quería hacer en su vivienda oficial. Sin embargo, si manifiesta que García Peña le preguntó si conocía algún contratista para que le hiciera un presupuesto de las obras y le dijo que conocía a Jaime Ferragut, que además era amigo del capitán Trujillo. Cuando el personal de Asuntos Internos le preguntó a Cuadri por qué el comandante interventor afirmó en su declaración que él se había interesado en varias ocasiones por la forma en que se podía solucionar el problema de la justificación de las obras y las compras efectuadas por García Peña, dijo que no tenía ni idea. Así pues, Cuadri niega toda participación en ninguna falsificación en documento público, en documento mercantil o cualquier malversación de caudales, lo cual contradice la versión de García Peña, quien le incrimina directamente como inductor.

Como vemos, son muchos los interrogantes que durante el juicio esperamos ver aclarados, pero lo que está realmente claro para nosotros es que las penas deben ser ejemplares, no ridículas como pretende la fiscalía, dado que los máximos responsables de la Guardia Civil en Balears se dedicaran presuntamente a semejantes tejemanejes, de probarse los hechos relatados, es realmente grave y el castigo que el Tribunal debe imponerles ha de tener en cuenta, no sólo los hechos, sino también los cargos y responsabilidades públicas de los procesados, que además les proporcionaban una relativa impunidad fuera de toda duda. No olvidemos que se sientan en el banquillo los máximos responsables de la Guardia Civil en Baleares en el año 2005. Por infinitamente mucho menos, por la vía disciplinaria en la Guardia Civil se suspende de empleo y sueldo a compañeros y compañeras por muchos más meses de los que pide la Fiscalía en este caso. Y sé de lo que estoy hablando. Yo mismo lo he padecido y lo padezco aún en la actualidad. Pero parece que hay dos varas de medir… Y no nos parece justo ni razonable que se trate desde la Fiscalía con tanta benevolencia actuaciones presuntamente delictivas perpetradas presuntamente por jefes de la Guardia Civil que tenían a su mando más de 1.700 funcionarios públicos en todo el archipiélago y que debían predicar la honradez y la honestidad dando ejemplo de ella, no haciendo supuestamente chanchullos tan cutres como de los que vienen siendo acusados. Confiamos en que el Tribunal aclarará lo sucedido y pondrá a cada cual en su sitio.


Es pronto para hacer una valoración final de lo que hoy hemos presenciado en la Audiencia Provincial, pero prometo hacerlo tan pronto como el juicio quede visto para Sentencia, porque todo ha sido fortísimo. Prometo contarlo con todo detalle, porque ha habido declaraciones tan sinceras y tan dignas de encomio, como que todo un coronel de la Guardia Civil reconozca que "cada comandancia funciona como un reino de taifas, donde el jefe hace lo que quiere". Aun estoy perplejo y abrumado por tanta sinceridad.

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Un adelanto se puede leer en la prensa de Baleares:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/09/baleares/1228828321.html
http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008120900_2_417103__MALLORCA-coronel-Garcia-admite-firmo-facturas-falsas

08 diciembre 2008

La cúpula de la Guardia Civil en Baleares, sentada en el banquillo

Hoy el rotativo de más tirada en Baleares publica esta noticia: http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+6+456535

Y a la par, publica la primera parte de un artículo de opinión que suscribo yo mismo y que a continuación reproduzco. Mañana verá la luz la segunda parte.





El próximo martes 9 de diciembre a las 10 de la mañana se iniciará en la Audiencia Provincial de Palma el juicio del denominado “caso facturas” en el que están imputados dos jefes y un oficial de la Guardia Civil, los coroneles Francisco Javier García Peña (actual segundo jefe de la secretaría de cooperación internacional y a quien su actuación le costó el cargo al ser cesado fulminantemente por el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, al conocerse el caso), Luis Cuadri Duque; y el capitán José López García Trujillo (capitán jefe de la compañía de Calvià), además del empresario Jaime Ferragut Ferra, administrador único de la empresa Construcciones Calabruix S.L., con domicilio en Son Ferrer (Calvià).

La Asociación Unificada de Guardias Civiles mantiene en su escrito de acusación que, a principios del mes de agosto de 2005, el coronel Francisco Javier García Peña, se incorporó a su nuevo destino como Jefe de la 17ª Comandancia de la Guardia Civil de Illes Balears y se le adjudicó una vivienda oficial existente en dicha Comandancia, número 8-A, escalera 1. A juicio del propio acusado Sr. García Peña, dicho inmueble no contaba con el mobiliario adecuado y así se lo comunicó al entonces teniente coronel Luis Cuadri Duque, el cual supuestamente manifestó al coronel García Peña la posibilidad de iniciar un expediente administrativo de obras con el fin de engañar a la Dirección General de la Guardia Civil, a través de una factura falsa de un constructor, para así obtener una reasignación de crédito en concepto de obras de mejora y reparaciones en el pabellón pero con el único fin de adquirir mobiliario y no efectuar las referidas reparaciones. Consultado el comandante interventor de la comandancia Asís Olmedo Butler acerca de realizar esta maniobra, indicó a los dos acusados precitados, al menos en dos ocasiones, la irregularidad que supondría ese amaño.

A pesar de ello, García Peña solicitó una reasignación del crédito, la cual fue aprobada, bajo el epígrafe “Reparación de edificios”, el 29 de julio de 2005 (incluso antes de su incorporación oficial), por un importe global de 12.000 euros. En palabras del coronel García Peña que constan en su declaración ante el personal de Asuntos Internos, “de lo que se trataba era de que un empresario local expidiera una factura con cargo a la asignación de crédito que aprobara la Dirección General, por una obra que finalmente no se realizaría, y así, con el dinero asignado, y en principio justificado con la factura, efectuar todas aquellas compras y reparaciones que se consideraran necesarias, aunque estas no se correspondieran con el capítulo presupuestario asignado a la Comandancia para las citadas obras”.

El capitán José López García Trujillo, se encargó presuntamente de localizar a un empresario amigo suyo, Jaime Ferragut Ferrà, propietario de la empresa Construcciones Calabruix, para que colaborara en la trama mediante la emisión de una factura falsa, consistente en indicar la realización de unas obras de mejora en la residencia oficial del coronel de la Comandancia, pero sin que nunca se llegaran a ejecutar. El Sr. Ferragut accedió y después de elaborar un presupuesto y de firmar la asignación de la obra a su empresa, emitió la indicada factura en fecha 30 de septiembre de 2005 por un importe de 12.505’32 euros, IVA incluido, y cuyo contenido era alicatado en baño y cocina del pabellón oficial.

El ahora capitán de Calvià, López García Trujillo, fue presuntamente el encargado de tramitar la documentación necesaria del expediente, por lo que exigió al empresario que emitiera la factura con antelación a la inexistente ejecución de las obras para incluirla en el expediente y, asimismo, fue el que presentó finalmente la factura del constructor ante el Negociado de Acuartelamiento, según se desprende de las declaraciones de los testigos.

Para cumplimentar íntegramente el expediente de obras y así lograr el crédito por parte de la Dirección General, el Sr. García Peña firmó los siguientes documentos públicos:

A) de retención de crédito para gastar bajo el concepto “reparación baño y cocina del pabellón nº 8 A, escalera 1, C/ Manuel Azaña, 10”.
B) de comunicación al constructor de la adjudicación de obra de “reparación baño y cocina del pabellón de la escalera 1, piso 8 A, del acuartelamiento de la Guardia Civil de Palma de Mallorca”.
C) de autorización de pago, para proceder al ingreso del dinero en la cuenta del constructor.
D) finalmente, en fecha 6 de octubre de 2005, el Sr. García Peña, en su calidad de Coronel Jefe de la Comandancia, emitió una certificación falsa, consistente en afirmar la realización de las obras de remodelación en su residencia oficial, cuando no se habían ejecutado ni se iban a ejecutar nunca.

La Dirección General, llevada al error por la apariencia de legalidad que presentaba el indicado expediente de obras, en fecha indeterminada realizó la correspondiente transferencia de fondos a la cuenta corriente particular del empresario, el cual, una vez deducido el IVA del importe de su factura, devolvió la diferencia en dinero en efectivo en un sobre cerrado, según él mismo manifestó en el Juzgado, a través del capitán Trujillo, al coronel García Peña. Éste, a su vez, se lo entregó al teniente coronel Cuadri para que lo ingresara en la Caja de la Comandancia, cosa que presuntamente así hizo. Todo el dinero que la Caja Pagadora de la Comandancia fue adelantando al coronel García Peña para la compra de muebles y enseres, fue reintegrada a la misma y no hubo ningún descuadre. Pero ¿quién entregó el dinero en la Caja Pagadora si Cuadri niega haberlo hecho? Esperamos que en el acto del juicio este extremo sea aclarado por los testigos.


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Como ya he dicho antes, mañana se publicará la segunda parte del artículo, dada su extensión, y veremos a quienes eran jefes de la Guardia Civil en Baleares en el año 2005, sentados en el banquillo de los acusados. Son los resultados que se obtienen cuando una Asociación Profesional hace lo que tiene que hacer. Sin miedo a las consecuencias. Sin arredrarse por las amenazas. Con coraje, que es lo que hay que tener cuando se dirige una organización como AUGC... que para eso está. Ahora las prioridades son otras y se es capaz de vender a Dios y a la Santísima Virgen para evitar que a uno le abran un expediente...

07 diciembre 2008

Mozart interpretado por un cuarteto de acordeón

Y hoy por ser domingo inter festivo, me dedico y os dedico también a todos vosotros una pieza de Mozart interpretada por el legendario Rizol Quartet de Ucrania, un cuarteto de acoreón fundado hace más de 60 años. Interpretan la serenata para cuerdas en Sol mayor de W.A. Mozart. Se suele interpretar con la instrumentación de un conjunto de cámara: dos violines, viola, chelo y un contrabajo opcional. Aquí, como veréis, se trata de un cuarteto de acordeones que a pesar de en España no suelen verse mucho, abundan por Euskadi, así como las orquestas de acordeones. Lamento no haber podido ir este año a ver el Festival Internacional de acordeón de Arrasate-Mondragón. Otro año será.

Feliz domingo a todos y todas:

05 diciembre 2008

Entrevista en Hora 25 de la Cadena Ser

Aquí tenéis la tertulia íntegra en la que participé antes de ayer en Hora 25 de la Cadena Ser. Espero que os resulte interesante:

02 diciembre 2008

Mañana, entrevista en Hora 25 de Cadena Ser

Mañana miércoles, a las 21:00 horas, participaré en el programa de Àngels Barceló, Hora 25, de la Cadena Ser.

A todos aquellos que sientan alguna curiosidad por oirme mañana, pueden hacerlo on-line a través de este enlace: http://www.cadenaser.com/player_radio.html

Recuerdo que mi última intervención en ese programa, fue el día 24 de enero de 2007, unos días después de la manifestación de uniforme en la Plaza Mayor de Madrid. Podéis escucharla aquí:



No quiero perder la ocasión para recordar que a consecuencia de ocupar el cargo de Secretario General de AUGC y por mi responsabilidad en la convocatoria, organización y celebración de aquella manifestación, estoy suspendido de empleo y sueldo por 12 meses, hasta el día 10 de diciembre próximo, día en que terminará mi sanción.

El resto de los expedientados hace meses que cumplieron sus sanciones y ya no se acuerdan de aquello. Fueron sancionados únicamente a tres meses, excepto uno de ellos que lo fue a 6 meses. Pero de aquello ya ha pasado mucho tiempo y eso hace que todo se olvide... excepto yo, que aún estoy sancionado y por si fuera poco, el director general me abrió un nuevo expediente por falta muy grave, sin ninguna prueba y con acusaciones sin pies ni cabeza. Pero en fin... veremos cómo termina todo, aunque no soy muy optimista ni por quienes se encargan de estas cuestiones en la dirección general ni por el apoyo recibido hasta ahora por parte de AUGC, aunque a pesar de todo sigo teniendo amigos que recuerdan lo que hice en beneficio de todos arriesgando mucho, porque esa era mi responsabilidad en esos momentos. Y no me arrepiento de haberlo hecho. Todo lo contrario.