Dado que acreditamos una amplia experiencia en casos de presunta corrupción y sus correspondientes operaciones policiales, nada nos espanta. Claro que la detención de los padres y el hermano de un diputado autonómico y concejal de Palma, es noticia de portada en cualquier medio de comunicación. ¿Pero acaso es la primera vez que se pone la diana sobre los familiares de un sospechoso? Claro que es escandaloso que se registren sus domicilios, pero no más que lo fue el registro del palacete de Jaume Matas un 24 de diciembre de 2009, buscando la dichosa caja fuerte repleta de billetes de 500 euros, que más pareciera el Santo Grial y que, como este, nunca llegó a aparecer. ¿Qué pasó al final con ese asunto? Pues lo que tenía que pasar, que quedó archivado por falta de pruebas. Las sospechas de los investigadores a menudo se quedan solo en eso, en sospechas. Las cosas hay que probarlas. Y no hablo de irse con el cuento a una agencia de noticias a filtrar, exultante de gozo, que se han encontrado 500.000 euros en efectivo en el registro, confundiendo los deseos con la realidad. Hay que probar el blanqueo de capitales, hay que encontrar el dinerito o un incremento patrimonial más que sustancial y aun así, puede no ser suficiente. Que se lo digan al juez Castro con el palacete del expresident y exministro.
Álvaro Gijón insiste en su inocencia y la verdad, mientras no se nos pongan por delante las pruebas recabadas durante la instrucción, la experiencia nos aconseja ser prudentes y darle más preferencia a la presunción de inocencia que a las sospechas del juez y el fiscal, convenientemente aventadas para menoscabar la reputación de los investigados. Llevamos muchos casos vistos. Y aunque tratándose de un político, todos los rivales dirán que las sospechas obligan a que Gijón dimita, no es menos cierto que hasta ahora no tenemos evidencias de su implicación en los delitos que se apuntan.
Aunque la misma prudencia nos invita a vaticinar una larga agonía política si no lo hace. Más aún ahora que ha abandonado el PP, porque la situación era insostenible y lo será aún más. Pero justamente porque hemos echado callo, no descartemos que los mismos que proclaman su inocencia a voz en grito, acaben un día confesando que mataron a Manolete si falta hace, para evitar la cárcel. Pronostico que José María Rodríguez será el siguiente en el juicio por el caso Over Marketing.
(Publicado en Última Hora)
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