08 julio 2017

UNA LEY EN LA CUERDA FLOJA

Afloran con fuerza las discrepancias entre los firmantes de los Acords pel Canvi (PSIB, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podem), ahora a cuenta de la Ley del alquiler turístico. Podem (la formación que debate integrarse en el Ejecutivo Armengol-Barceló aunque no se cortaría un pelo en votar en contra de una de las leyes estrella del Govern) no garantiza su apoyo al texto si no se aceptan sus enmiendas. Es posible que lo que pretendan, como ya han hecho otras veces, es tensar la cuerda para forzar la situación, pero quién sabe de lo que serían capaces si llegado el momento, no se aceptan sus postulados. Desde luego, Podem Eivissa no podría aceptar que dada la “emergencia habitacional” que se padece en las Pitiusas, la Ley no vete el alquiler turístico en aquel territorio. No podrían aceptarlo ni podrían asumir sin un terrible coste un cambio en su discurso político. Lo cierto es que la legislatura entra en una fase muy movida, donde las divergencias de los partidos de izquierdas se acentuarán sin disimulo, a fin de posicionarse del mejor modo de cara a las futuras elecciones autonómicas.

Podem exige desde ya que para aprobar los próximos presupuestos, en ellos se incremente la cuantía que los turistas deben pagar por pernoctar en Balears a través del impuesto turístico. La ecotasa siempre les pareció poca y quieren hacer más caja. Desde Més y PSIB se cederá en este asunto sin problemas, porque además, creen en ello. Pero solo ellos cargarán con el efecto negativo de una subida de impuestos. Podem sale indemne y fortalece su posición. Y les animará a plantear nuevas exigencias de tipo impositivo que a ver cómo moderará el Govern.


Que PSIB, Més y Podem acaben aprobando un proyecto de desdoblamiento de la carretera de Llucmajor a Campos, les da un barniz de moderados y pragmáticos, aunque hay quien lo considera una traición en toda regla, como el GOB o Terraferida, dispuestos a tirar de hemeroteca para sacarles los colores a quienes afirmaban no tener dicha vía como una prioridad. Recuerden aquello de “qui estima Mallorca no la destrueix”. Los apóstoles del decrecimiento no quieren una nueva carretera desdoblada -ni sin desdoblar-, pero sucede que la realidad es tozuda y que, al final y pese a los retrasos, no se puede hacer otra cosa. Y además, las discrepancias en el seno del Pacte -y las críticas de los ecologistas- hacen fuerte al PP y a Ciudadanos. 

(Publicado en Última Hora)

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