10 noviembre 2012

EL MILAGRO DEL ALCALDE DE INCA


La patética imagen, digna de una película de Berlanga, del alcalde de la capital del Raiguer peregrinando a pie hasta el Monasterio de Lluc para agradecer a la Mare de Deu que el juez le haya desimputado, es de un provincianismo cateto que hace sentir vergüenza ajena.
Sin embargo, no es a la Virgen a quien debe agradecer el primer edil la mejora en su situación procesal, sino a su gran inteligencia, hábilmente camuflada tras la cara contrita  y unas lágrimas de cocodrilo.
A pesar de que al entrar en los juzgados de Vía Alemania para deponer ante el juez Castro le supusimos ya depuesto en los pantalones, a juzgar por su rostro demudado y el gesto de pánico, luego supimos lo equivocados que estábamos pues no se tienen noticias en la historia judicial de Baleares de un suceso similar de desimputación de un político en activo a tal velocidad como la del alcalde peregrino.
Gracias a esta milagrosa desimputación podremos continuar disfrutando de las habilidades de un maestro de la política que bajo el aspecto de un tosco concejal quejoso y con mierda hasta las cencerretas, que diría Lorenzo Bravo, se esconde un Maquiavelo que además, recibió formación en oratoria por la empresa de publicidad objeto de investigación en esta causa: Over Marketing.
En efecto, fue este hábil edil quien recibió doctrina y enseñanzas en elocuencia de la empresa de Daniel Mercado a coste cero para él y a coste de 2.000 euros más IVA para los ciudadanos de Inca, que presuntamente inflaron el presupuesto de la encuesta sobre calidad de vida contratada a Over Marketing. Pero como lo ordenó pagar Pere Rotger, aunque no fue él quien hizo el curso y a quien le aprovechó, pues que sea este quien apechugue, si puede y sabe.
Bien pensado, sí debe haber habido cierta intercesión divina en que alguien tan perspicaz como el juez Castro y el fiscal Horrach no reparen en el beneficiario del curso de oratoria, alcalde peregrino, y sólo pongan la lupa en su antecesor, que ordenó presuntamente pagar la factura con el dinero público. O quizás era este último el que les interesaba y a cambio de que el primero citase a su antecesor, le premian con la desimputación. O debió ser la Mare de Deu desde dins el cor de la muntanya. Seguramente.

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