12 noviembre 2012

DESPARPAJO EN EL PALAU DE CONGRESSOS

 
Es impresionante el desparpajo que algunos tienen. O quizás fuese mejor llamarlo caradura. No sé. Eso de que la sociedad Palau de Congressos de Palma, S.A., empresa pública participada a partes iguales por el Govern y por el Ajuntament, organice visitas a las obras del Palacio de Congresos que constituye por sí mismo todo un monumento a la incompetencia, causa asombro y también cierta vergüenza ajena. La naturalidad con la que pretenden tomar el pelo a los contribuyentes, no es normal.
 
El 13 de octubre en el perfil de Facebook de esta sociedad pública tuvieron el descaro de colgar un anuncio presumiendo de la excepcional comunicación del Palacio de Congresos. Yo no daba crédito y les puse este comentario: perfecta comunicación. Ahora solo falta que se termine de construir algún día… y me respondieron “¡Eso seguro!”.

Hay que tener desfachatez para sacar pecho de este modo en las circunstancias en las que se encuentra el Palacio de Congresos, con las obras paralizadas y sin noticias de cuándo se podrán reanudar por falta de financiación. Hablarnos así de lo bien comunicado que está el edificio del centro de la ciudad, o que el puerto de Palma está a solo 5 minutos es de una insolencia insultante. Y lo de las visitas guiadas no puede ser calificado de mejor manera. Al tipo que tuvo la brillante idea deberían despedirle solo por ello.

A esto hemos llegado en Palma: a soportar estoicamente que se rían de nosotros a la cara con total falta de disimulo. Y encima, pagarles el sueldo cada mes. Sin complejos.

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