José Luis Núñez Clemente, ex presidente del FC Barcelona, prohombre y ejemplo de éxito empresarial, ha sido condenado junto a su hijo por la Audiencia Provincial de Barcelona a 6 años de prisión. Dice el tribunal que sobornaron a inspectores de hacienda para que su constructora, Núñez y Navarro, redujera “de forma importantísima la carga impositiva o tributaria que debía soportar el Grupo por el desarrollo de su actividad, en especial la soportada por el beneficio obtenido por las ventas de viviendas y plazas de garaje a terceros”. Los jueces consideran probado que Núñez padre e hijo se ganaron la voluntad de dos inspectores “y para ello les proporcionaron sendas viviendas a precios muy por debajo de su valor de mercado, al tiempo que les facilitaban onerosa y graciosamente las gestiones de adquisición, hipoteca, pagos de impuestos, que dichas adquisiciones conllevaban, y dinero en efectivo para hacer frente al pago de la hipoteca que constituyeron”.
Núñez atesora el mérito de sentar en el banquillo de los acusados de forma inminente a la cúpula del Consell de Mallorca por supuesta corrupción. Pero se nos revela ahora como un corruptor que vendía pisos a precios irrisorios como soborno a los inspectores de Hacienda. Estos hacían la vista gorda y así defraudó más de 1.500 millones de pesetas que ahora deberá devolver, además de 2 millones de euros multa. Hasta el jefe de la inspección estaba implicado y lo han condenado. Después de haber conocido en Mallorca a Raúl Burillo, creíamos en la perfección e infalibilidad de los funcionarios de hacienda. Pero no. Hay de todo. No te puedes fiar de nadie.
Núñez ofreció el doble del dinero que la administración pedía por Can Domenge sabiendo que jamás tendría que pagarlo. Y eso le permitió querellarse contra quienes le impidieron levantar pisos de lujo en la fachada marítima de Palma al proteger el edificio Gesa. Le fastidiaron el negocio y se vengó acusando a los demás de aceptar sobornos, cuando él los pagaba y defraudaba a hacienda impunemente los pingues beneficios de su empresa. Todo un dechado de moralidad que acusa a los demás de lo que él hacía. Sería el colmo que este prócer acabe saliéndose con la suya desde la cárcel.
Publicado en La Gaceta (edición Baleares) el 5 de agosto de 2011.
Publicado en La Gaceta (edición Baleares) el 5 de agosto de 2011.
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