Hoy se cumplen dos años del asesinato de los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada. El 30 de julio de 2009 los terroristas de ETA colocaron dos artefactos explosivos en los bajos de sendos jeeps de la Guardia Civil que estuvieron estacionados en la calle sin vigilancia. A las 13:30 horas explotó la bomba lapa adosada en los bajos del Nissan Patrol que llevaban los agentes, causándoles la muerte. Más tarde fue hallado el segundo artefacto adosado en otro vehículo estacionado frente al cuartel de Palmanova pero que estaba averiado. Los TEDAX lo neutralizaron. Así pues, fueron dos los coches bomba que ETA logró colocar, además de los pequeños artefactos que explosionaron al domingo siguiente causando el pánico en Palma.
Dos años después no se sabe quién ordenó cometer los atentados. No hay pistas acerca de qué etarras se desplazaron a Palma trayendo los explosivos. Se desconoce quién los colocó en los bajos de los dos coches. Nada se sabe de quién facilitó la información a los terroristas o si fueron los propios autores quienes obtuvieron la información necesaria para atentar con éxito y escapar sin levantar sospechas. Se ignora si contaban –y aún puedan contar– con infraestructura en la isla. Demasiadas incógnitas. La posibilidad nauseabunda de que estos crímenes queden impunes cobra fuerza. La falta de resultados en la investigación es clamorosa. Hemos visto que en casos mucho menos importantes desembarcaban en la isla medio centenar de agentes especialistas dedicados en exclusiva a investigar supuestos delitos que urgen bastante menos a la población. Y no creo que haya ningún delito que sea más perentorio esclarecer que este atentado.
Aún habrá quien tache de exitosa y brillante la gestión del Gobierno o de la Guardia Civil en la lucha antiterrorista. No seré yo. Sus autocomplacientes responsables han sido condecorados. Posiblemente todos asciendan. Pero dos años después de cosechar un fracaso como el que nos ocupa, alguien tendría que asumir su responsabilidad. Hay dos crímenes impunes y hasta que no se juzgue a los responsables y sus autores hayan cumplido sus penas, no descansaremos tranquilos. Ellos y sus familiares lo merecen.
Publicado en La Gaceta, edición Baleares, hoy 30 de junio de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario