09 agosto 2011

BENEDICTO... DIECISÉIS...



Con motivo de la próxima visita del Papa Benedicto XVI a Madrid he estado investigando qué llevó a Joseph Ratzinger a adoptar como nombre el que en su día decidió. Él mismo explicó que quiso vincularse idealmente al venerado pontífice Benedicto XV. Por supuesto, no hay católico  que no sepa perfectamente de quién estamos hablando y su importantísima contribución a la paz en el mundo. También quiso evocar a San Benito de Nursia, extraordinaria figura de la que nada diré porque está todo dicho y no hay católico que no sepa perfectamente de quién estamos hablando. Imagino que cualquier cardenal cuando entra en el cónclave debe haber rumiado sobre la posibilidad de ser el escogido por el Espíritu Santo para ser el vicario de Cristo, pues es el Espíritu Santo y no los purpurados, como se podría pensar, quien decide estas importantes cuestiones. Supongo que valorará los pros y los contras de cada nombre. Pero Ratzinger se equivocó sobremanera al elegir Benedicto XVI. Su inabarcable sabiduría teológica le llevó a pensar por un momento que el resto de los mortales estaban a su nivel y obviamente, no es así.

Su predecesor, el beato Juan Pablo II, sí que acertó de pleno. Nadie podrá negarlo. Cualquier director de comunicación o publicista aplaudiría un nombre así porque tiene infinitas rimas que los fieles pueden corear hasta el éxtasis. Todos recordamos el famosísimo mantra “¡Juan Pablo!… ¡segundo!… ¡te quiere todo el mundo!…”

¿Alguien es capaz de hacer un rima decente con “¡Benedicto!... ¡dieciséis!...” Si es que no hay forma. Dificilísimo. ¡Qué torpeza! ¡Qué soso! Lo único que le salva es esta extraña afición a los sombreros estrafalarios, como cualquier señora asistente a las carreras de caballos de Ascot. Un toque de colorido y diversión nunca viene mal, pero la gran pregunta es: ¿qué corearán los millares de peregrinos en la JMJ en Madrid? Estoy impaciente por oírlos. Pero nunca sonará tan bien como con el Papa wojtyla. Y por supuesto, nunca podrán perdonar a Ratzinger que les haya privado de un nombre sonoro y pegadizo. Tener un Papa para esto… 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, pues me parece que los lemas que se corean son estos o algo parecido:
" Benedicto, Benedicto de ti yo soy adicto" o este que me parece más petardo " B-Dieciséis, Vitamina de la Fe".

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Es lo más de lo más: BENEDICTO, EQUIS UVE PALITO... si es que ya lo dije, este nombre de Papa no pega con nada y lo que ha salido tenía que ser así de hortera y ñoño...
http://youtu.be/qwlMElwhPjA