26 agosto 2011

MEJOR NO PREGUNTAR


Nuestra democracia adolece de importantes defectos. Muchos españoles así lo piensan. La gente ha salido a la calle para expresar su descontento y su indignación. Se ha generado un movimiento social de envergadura en torno a la plataforma 15-M y “Democracia real ya”. Se piden reformas políticas que permitan a los ciudadanos mayor participación en los asuntos públicos y no tan solo votar cada cuatro años. Se exigen mejoras en la ley electoral que haga más representativo y proporcional nuestro sistema político. Se solicita que haya referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de calado. Con ser muchos y muy importantes los problemas del país, el peor de todos ellos es el autismo de los partidos políticos. Instalados en sus cómodas butacas de la parte alta de este sistema partitocrático, lo manejan todo a su antojo, incluida la Justicia, hacen y deshacen sin tener en cuenta a los ciudadanos. Los políticos se han convertido en un problema y la desafección de los ciudadanos hacia la política es más patente que nunca.
La última ocurrencia de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, de modificar la Constitución con nocturnidad y alevosía, por la puerta de atrás, rápidamente y rehuyendo el debate, con la intención de incluir en la Carta Magna el compromiso de limitar el gasto público, demuestra que estas dos formaciones no han entendido nada de nada de lo ocurrido desde marzo hasta acá. Su terquedad en legislar al margen de los administrados empieza a ser más que preocupante. Si sumamos a esto determinados hechos que han sucedido en Madrid, en especial la actuación de elementos de la Policía como si fueran bandas de matones golpeando y atemorizando a la gente y agrediendo e insultando incluso a periodistas que estaban tratando de informar, con el clamoroso y alarmante silencio del Gobierno y del ministerio del Interior, nos colocamos en un panorama auténticamente desolador de deterioro de los derechos ciudadanos. La crisis económica expande sus efectos y se ha transformado a gran velocidad en una  crisis política y social. Se pide que haya un referéndum para modificar la Constitución pero PP y PSOE se niegan porque ¿quién sabe lo que votará el pueblo? Mejor no preguntar.

Publicado en La Gaceta, edición Baleares, hoy 26 de agosto de 2011.

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