02 diciembre 2017

LA 'MADAME' QUERULANTE

Que ahora venga la Policía Nacional y diga en un informe que la ‘madame’ del puticlub es una “mentirosa compulsiva” es todo un sarcasmo, porque hasta que no los acusó a ellos, al juez Manuel Penalva y al fiscal Miguel Ángel Subirán, no les pareció una embustera, por más que ya lo parecía. Mientras señaló en sus acusaciones a quienes ellos querían que fueran señalados, la testigo protegida nº 31 fue para ellos un ejemplo de colaboración desinteresada con la Justicia. Pero ahora que han descubierto que les grababa secretamente y que les señala como urdidores de testimonios teledirigidos, viene el fiscal anticorrupción Juan Carrau y la quiere procesar por falso testimonio. Mientras la ‘madame’ acusó a Álvaro Gijón o a José María Rodríguez y a tantos otros, siguiendo a pies juntillas las instrucciones que le iban anotando en post its, no hubo ningún problema. Pero ahora que son ellos los señalados, estamos ante una querulante compulsiva.

¿Es creíble que la ‘madame’ pase, de la noche a la mañana, de ser una mujer valiente -así la calificó la pareja del juez Penalva-, a ser una delincuente? Los investigadores se pusieron en manos de una querulante (“me tienes a mí de incondicional y creo que a Manuel (el juez) también”, le dijo Subirán) porque les convino y ahora toda la causa está contaminada. Es lo que tiene enamorarse de tipos entrañables, como El Ico, o por toxicómanos irredentos, o por querulantes compulsivas. Se metieron en la ciénaga y el barro les llega a las cejas.


El juez y el fiscal del caso están pringados hasta arriba. Su interés en la causa supera con mucho el propio de sus obligaciones legales y profesionales. Ello les llevó a establecer una relación “insana” con la ‘madame’ y con otros testigos, en su mayoría delincuentes. Eso explica sus expresiones al referirse a los investigados: “unos hijos de puta”. No se busca la verdad, porque la verdad ya está descubierta por Subirán y Penalva. Durante meses se han estado buscando las pruebas y testimonios con que revestir esa realidad. Pero si queda algún atisbo de Justicia en los juzgados de Palma (algo más que dudoso viendo la actitud corporativista del fiscal jefe Bartomeu Barceló, o de unos 20 jueces aterrorizados por una inofensiva manifestación legal)  la recusación al juez Penalva prosperará. ¿O pretenderán que con lo que se ha descubierto, Penalva y Subirán sigan como si nada? ¡Menudo escándalo!

(Publicado en Última Hora) 

No hay comentarios: