Es inexplicable la pasividad de la comunidad internacional
ante la cruel masacre que se perpetra contra el pueblo de Catalunya, de la que
ya hay que acusarles de complicidad con el Estado español. No se entiende que la
ONU no haya dispuesto el inmediato envío de un contingente de cascos azules para
parar lo que, a decir de los productores del patético vídeo ‘Help Catalonia.Save
Europe’, es el mayor atropello a los derechos humanos que se vive en Europa
desde la guerra de Bosnia. Estamos ante un genocidio en toda regla, un crimen
de lesa humanidad. Lo extraño es que no se ven por ningún lado las columnas de
refugiados huyendo con lo puesto para salvar sus vidas. Bueno, sí vemos cómo huyen
las empresas, pero eso no cuenta.
El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, reitera que está
en contra de la aplicación del artículo 155. Debió explicarse mejor: su
partido, Més per Mallorca (también Més per Menorca y Podemos), están en contra
de la aplicación de la Constitución en su conjunto. Ellos dan por bueno el “mandato
democrático” surgido de un referéndum ilegal, sin garantías democráticas, cuyos
resultados han hecho públicos los mismos que lo convocaron y que hicieron el escrutinio,
los mismos que mantienen al Parlament de Catalunya sin ninguna actividad
ordinaria desde el día 7 del mes pasado. Eso sí que es suspender la autonomía.
Sin dejar de lado que han derogado ilegalmente el Estatut d’Autonomia, sin respetar
los cauces legales, violentando al Parlament a las bravas, y lo peor de todo,
sin tener los diputados necesarios para hacerlo legalmente. Més debe estar a favor
de lo que han hecho Junts pel Sí y la CUP, porque no lo han criticado.
Algunos denuncian la existencia de presos políticos tras el
encarcelamiento de “los Jordis”, lo que demuestra que no tienen ni idea de lo
que es el Estado de Derecho. Pero en 2013 el Parlament de Catalunya y el Govern de la Generalitat
pidieron 3 años de cárcel para una veintena de manifestantes que cercaron la
cámara autonómica el 15 de julio de 2011, impidiendo salir a los diputados. Entonces
pedían cárcel para los pacíficos manifestantes, pero ahora no creen que Jordi
Cuixart y Jordi Sánchez merezcan ningún tipo de sanción. No cabía esperar otra
cosa de un movimiento que está resuelto a cometer todos los delitos que hagan
falta para proclamar la independencia. Y si el Estado se defiende, se clama
contra la represión. Help.
(Publicado en Última Hora)
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