No es fácil ser consellera de Movilidad en una isla donde moverse es complicadísimo, ya sea en transporte público
o en vehículo propio -ya no digo nada de aparcarlo- y por tanto Pepa Marí,
auxiliada por el coordinador de Movilidad Gianandrea di Terlizzi (que es el
vigilante que le ha puesto Podem Eivissa en su departamento, seguramente porque
no se fían de ella), debe aguzar el ingenio, lo cual en todo caso es muy
positivo. Ya en el mes de marzo es desesperante ir de Vila a Santa Eulària o
viceversa y con el cierre de la carretera de Jesús, aún más. Y encima no
tenemos ni fecha para comenzar el desdoblamiento de Ca Na Negreta, ese que los
de Podem hubiesen preferido no hacer porque hay alternativas mejores a poner
más asfalto. La alternativa es el transporte marítimo entre Ibiza y la villa
del Rio mediante barcas, que permitirá descongestionar la carretera. No hay que
desdeñar las propuestas que lanza públicamente una consellera insular, a quien
cabe suponer más preparación y conocimientos que al resto de ciudadanos, por
tanto no hablemos de ocurrencias y tomemos sus sugerencias en serio. Pero no hay
por qué quedarse solo ahí y el Consell d’Eivissa debe explorar todas las posibilidades.
Quizás podría hacerse un canal navegable que cubriera los 17 kilómetros con
góndolas, que tienen un gran atractivo turístico. También el globo aerostático
permitirá reducir la alta densidad de tráfico y además es un sistema limpio y
muy poco contaminante. El parapente o el ala delta tampoco debiera descartarse,
pues dada la altitud del Puig de Missa, seguro que con poco esfuerzo este tipo
de aparatos llegarían a Es Gorg, donde podrían dejarse allí estacionados. Y en
todo caso, siempre está el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro ratito
andando. Ya verías tú cómo desaparecen los atascos.
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
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