Viviana de Sans, acosada por sus propios compañeros de
partido que exigen votar la ruptura del pacto con el PSOE en el Consell d’Eivissa
y ante el riesgo de perder cargos y poltronas, parece haberse decidido a
aparentar que hace algo en materia de vivienda. ¿Cómo lo ha hecho? Enviando una
carta a la presidenta del Govern balear, que viene a ser algo así como la carta
que los niños escriben a los reyes magos. En la misiva le explican a Francina
Armengol la gravedad de la situación que padece Ibiza en materia de acceso a la
vivienda, como si Armengol y sus consellers y conselleras no la conocieran.
Será que en Palma no ven los informativos ni leen los periódicos que cada día
traen nuevos ejemplos del éxodo de funcionarios y vecinos fuera de la isla, en
una deportación forzosa que ríete tú de Donald Trump. Ocurre que ya han
transcurrido 20 meses desde que el pacto PSOE-Podem-Guanyem gobierna en el
Consell Insular y poco se ha hecho para evitar que la situación continúe
agravándose, razón por la cual ayer se volvieron a manifestar en Vila los de ‘Ibiza
afectados por los alquileres’ junto a miembros de la PAH.
El Consell con esta misiva se declara vencido y desarmado. E
incluso, en cierta forma, confiesa que nada de lo poco hecho hasta ahora ha
servido para absolutamente nada, como la tan cacareada oficina del Ibavi, para
la que ahora se pide personal y técnicos para estudiar las 73 viviendas del
organismo destinadas a alquiler social, cifra que, ante la magnitud del
problema en una isla con más de 142.000 habitantes censados, sería de risa si
no fuera dramático.
Aída Alcaraz al
juzgado
El consistorio portmanyí tiene una relación muy peculiar con
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que por fuerza acabará causándole problemas,
aún más importantes que los que le ha generado ya, que no son pocos. Esta
querencia al desprecio y a la falta de consideración hacia este colectivo de
funcionarios públicos no ha de salirle gratis al equipo de gobierno que preside
el alcalde socialista Pep Tur, quien a menudo parece más pendiente del Club
Náutico que también preside que del Ayuntamiento del que es primer edil, aunque
no lo parezca. Tur ya tuvo que comparecer no hace mucho en los juzgados de Vila
por la denuncia de unos empresarios y pronto le tocará hacerlo a la concejala
de Gobernación, Aída Alcaraz, pero por la denuncia del jefe de la Policía Local
de Sant Antoni, quien la acusa de un delito de acoso moral. Si lo que relata
Javier Verdugo es cierto, cosa que tendrá que determinar la Justicia, el mobbing
es de libro. Y eso, perpetrado por políticos con carné del PSOE, es aún más
grave. El asunto tiene muy mala pinta y la persistencia en el nombramiento de
Ángeles Gallardo como directora de seguridad pese a todos los avisos de la
irregularidad de dicho nombramiento, son un indicio muy poderoso de que lo que
se perseguía era puentear al jefe de la Policía Local a toda costa.
Alcaraz es la mente brillante a la que se le ocurrió
proponer que se instale una comisaría de la Policía Nacional en Sant Antoni,
pretensión ridícula e inaudita como ya explicó la delegada del Gobierno María
Salom durante su visita al municipio junto al coronel Jaume Barceló -de la “guarra
civil” que diría Pablo Valdés- para celebrar una Junta de Seguridad el pasado 8
de marzo.
Juras de bandera
Estén tranquilos que no está prevista ninguna jura o promesa
de bandera en las Pitiusas, entre otras cosas porque ya no hay cuarteles donde
pudieran celebrarse. Eso no impide que diputadas como Silvia Tur (Gent per
Formentera) voten a favor de que no se celebren ni en Balears ni en ningún otro
lugar de España. Como no sabía lo que es una jura de bandera, tuvo que buscarlo
en Internet. Pero claro, la ignorancia en algunas materias no se suple tan fácilmente,
lo que le llevó a decir que los actos civiles son para civiles y los actos
militares son para militares. Ese concepto caducó hace décadas y en la
actualidad se procura que haya la máxima integración entre civiles y militares
y que la distancia sea la mínima posible. Eso sin mencionar que la Defensa
Nacional -concepto que ella ignora, como ha demostrado- no solo incumbe a los
militares, sino a toda la sociedad.
Pero lo de Xicu Tarrés es para que lo expulsen del partido.
Seguramente se abstuvo porque ni se leyó la proposición no de ley. Disertó de
cuando él juró bandera; de las diferencias entre jurar y prometer; de que él no
cree en los ejércitos pero que si alguien le agrede, pues necesita que alguien
le defienda; que hay gente que no paga el IVA; y que se iba a abstener para ser
diferente de los que apoyaban la propuesta y de los que se oponían a ella.
Gracias a su abstención, la iniciativa prosperó, para asombro entre las filas
socialistas. Menudo papelón el de Tur y Tarrés esta semana en el Parlament. ¡Y
qué vergüenza ajena nos han hecho pasar! Si no saben de algo, pues pregunten a
quien sepa, pero eviten hacer el ridículo de esta forma tan espantosa.
Visca Sant Josep!
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera. Sección Borrones y tachaduras)
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