Los militantes del PP de Balears tendrán que optar por uno
de los dos candidatos que ayer oficializaron su participación en el congreso
regional que elegirá al presidente de la formación. Uno de ellos ya fue
presidente del partido entre 2009 y 2015. Llegó a la presidencia gracias a la
generosidad de Pere Rotger, que rehusó serlo él. Ahora Rotger apoya al otro
candidato, Biel Company, que fue conseller de Bauzá, a quién éste introdujo en
la política y gracias a quien se afilió al partido que ahora aspira a dirigir.
Pero es muy llamativo que ni un solo miembro de su Ejecutivo, excepto Carlos
Delgado, se posicione a su favor. Si esto no es un síntoma preclaro de que le
detestan porque le conocen, ya me dirán ustedes. Las caras más conocidas del PP
apoyan a Company, quien ha logrado 1.849 avales para ser candidato, 804 más que
Bauzá, a quien no apoya nadie con cierta autoridad o predicamento dentro de la
formación ni nadie mínimamente conocido, excepto Ana María Aguiló, casi tan
detestada como Bauzá por sus fechorías como ‘Pepito Grillo’ en Twitter, su
alter ego utilizado para criticar desde su escaño del Parlament a sus
compañeros de partido con total impunidad, hasta que fue descubierta por su
torpeza.
Bauzá se rodea de desconocidos y recién llegados a quienes
intentar embaucar, porque ninguno de los que le conocen bien se juntaría con él
ni para comer arroz brut. Tots li han
vist es llautó. No es fácil convivir con un mentiroso compulsivo con rasgos
mesiánicos y un tanto autoritarios. Ni siquiera quien fuera su fiel mano
derecha, el exvicepresident Antonio Gómez, está a su lado en esta ocasión.
Gómez, a quien Bauzá alabó por su “lealtad y fidelidad” cuando lo nombró
vicepresident en mayo de 2013, apoya ahora a Company. Imagínense cómo estará el
asunto.
Los populares son muy libres de decidir cómo suicidarse y de
a quién poner al frente de su proyecto, pero no debieran perder de vista que ya
colocaron antes a Bauzá con los resultados de todos conocidos. Además, un tipo
que va proponiéndose a sí mismo para ser ministro, perdonando a sus propios
compañeros de partido anunciando que integrará a los que pierdan (con quienes está
incluso dispuesto a debatir en la TV), como ya hizo con Delgado, es alguien por
quien hay que comenzar a preguntarse si está bien de la cabeza. Aunque es
posible que sean su soberbia y arrogancia, ya míticas e intactas como el primer
día.
(Publicado en Última Hora)
No hay comentarios:
Publicar un comentario