Parece claro que el Partido Popular no obtendrá los apoyos
que requiere para afrontar con éxito la investidura de Mariano Rajoy. Pero en
el peor de los casos, lo único que sucederá es que se vaya a liderar la oposición
con 123 diputados en el Congreso (lo que no está nada mal) y una mayoría de
bloqueo de 124 senadores, lo cual puede complicar la vida a un eventual
Ejecutivo de izquierdas. Eso si no hay que repetir las elecciones, opción que a
mi modo de ver es la más factible dado el panorama actual y la incapacidad
negociadora que demuestran los líderes políticos de las distintas formaciones que
han obtenido representación parlamentaria, con un paripé absurdo de besamanos
en La Zarzuela que avergüenza y causa rubor, por más que lo exija el protocolo.
Con los problemas que atenazan al país, este desfile reiterativo y a cámara
lenta en la sede de la Jefatura del Estado, es algo que el común de la ciudadanía
no alcanza a comprender. Con la de gente que trabaja 12 y 14 horas diarias, ¿no
puede el Rey Felipe entrevistarse con todos los representantes políticos en dos
días?
Pero siendo malo el pronóstico que atenaza al futuro del PP
de Mariano Rajoy, mucho peor es el del PSOE de Pedro Sánchez, abierto en canal
como han desvelado las filtraciones de algunas intervenciones durante el Comité
Federal de los socialistas celebrado el sábado. Aunque el actual secretario
general del PSOE (veremos por cuánto tiempo) sea capaz de pactar con Podemos e
Izquierda Unida la formación de un gobierno, necesitará no solo la anuencia de
su militancia y la del Comité Federal y además, la abstención de los
independentistas, cosa que no será a cambio de nada como es de suponer. Y he
aquí el gran dilema de los socialistas. Son tantos los obstáculos que Sánchez
debe superar, que se antoja tarea imposible. Y además, la oposición de muchos
barones regionales a pactar con Podemos, apunta a un “Tamayazo” en toda regla.
¿Puede alguien asegurar que llegado el momento, no haya un buen puñado de
diputados socialistas votando en contra o no acudiendo a votar la investidura
de Pedro Sánchez? Si los hubo que se opusieron a que Izquierda Unida entrara en
el gobierno autonómico de Madrid, imagínense lo que puede pasar ahora. El PSOE
está al borde del precipicio.
(Publicado en mallorcadiario.com)
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