04 febrero 2016

PODEMOS ES DIFERENTE

Podemos surgió del movimiento 15-M y los indignados. Supuso un cambio brutal en la forma de ejercer la oposición política a las políticas gubernamentales, muchas veces al borde mismo de la Ley cuando no transgrediéndola. La crisis económica que se cebó con los más desfavorecidos, los recortes en los servicios públicos para contener el gasto, los numerosos casos de corrupción, la politización de la Justicia y una Ley electoral injusta que favorecía el bipartidismo, entre otros asuntos, movieron a miles de ciudadanos a organizarse, descontentos con los partidos de izquierdas –en especial el PSOE– y con unos sindicatos con las manos atadas. Así surge Podemos, que cosechó éxito tras éxito desde las elecciones europeas de mayo de 2014, un leve pinchazo en las autonómicas andaluzas y catalanas que le sirvieron para aprender de sus errores y finalmente las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015.

Los dirigentes y cargos públicos de Podemos tienen una permanente necesidad de reivindicarse a cada minuto, día a día, ya sea con su forma de vestir, su forma de hablar, sus apelaciones éticas o su tono de superioridad moral, o simplemente haciendo y diciendo cosas que chocan por su heterodoxia. Ellos son diferentes y eso tiene que notarse. Y es en esta coyuntura como hay que entender el proceso de información y consulta emprendido por Podemos Eivissa sobre la reforma de la carretera de Santa Eulària. Se trata de un proceso engañoso, porque no se ha explicado con toda claridad por parte del equipo de gobierno insular las consecuencias exactas que tendrá el resultado. Tan pronto dicen que la consulta no es vinculante –una aberración democrática– como que sí lo es y habrá que actuar en consecuencia.

Dicen desde Podemos que si una mayoría social se opusiese al proyecto, se tendría que paralizar todo y comenzar de nuevo. Pero ellos saben bien –o deberían saber– que esa oposición no existe. La ciudadanía tiene otros mecanismos para hacer saber al poder su oposición a alguna medida que considera perniciosa. Nadie percibe la oposición generalizada al proyecto actual. Esto no es la carretera de Sant Antoni. Pero Podemos haría bien en explicar por qué hay que consultar ahora este asunto y no se escucha a los 300 manifestantes que el día 25 de enero protestaron ruidosamente ante el Consell de Eivissa contra el decreto ley de medidas urbanísticas que amenaza con dejarles en el paro de forma inminente.

(Publicado en El Periódico de Ibiza y Formentera) 

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