20 febrero 2016

LAS ANGUILAS DE 'NÓOS'


Tras un interrogatorio de guante blanco por parte del fiscal a Jaume Matas, durante su declaración por el caso ‘Nóos’, a ojos del Ministerio Público el expresident del Govern no es un arrepentido sino una anguila escurridiza  porque no se incriminó ni se responsabilizó personalmente del delito más grave, el de malversación de fondos públicos. Únicamente entonó el mea culpa cuando se atribuyó la decisión de contratar a Iñaki Urdangarin porque a su gobierno le interesaba “estar bien” con la Familia Real. Da la sensación de que se le exige a Matas cosas que al resto de acusados no se les plantean. Por primera vez el exministro asumió expresamente su responsabilidad a la hora de ordenar que se contratase al Instituto Nóos y se pagase una comisión al yerno del rey Juan Carlos por su papel de “conseguidor” del patrocinio del equipo ciclista Banesto. Además, se mostró dispuesto a reparar el perjuicio causado a las arcas públicas por pagar unos gastos desmesurados y no justificados por la organización de los dos Illes Balears Fórum en 2005 y 2006, pero resulta un tanto ridículo suponer a Matas al corriente de cada factura y de cada gasto que Nóos reclamó al Govern y que ‘Pepote’ Ballester pagó con alegría a su buen amigo Iñaki. Realmente al único arrepentido que hasta ahora hemos oído pedir perdón ha sido a Miguel Ángel Bonet, quien afirmó que debió haberse opuesto “aún a riesgo de haber sido despedido”. Nadie más ha pedido perdón públicamente a excepción del exasesor jurídico del Ibatur.

Pero hasta ahora lo que nos ha quedado claro es que los que se llevaron el dinero fueron Urdangarin y Torres. Ni Pepote, ni Alía, ni Bonet, ni Tejeiro, ni Matas, ni nadie. Ni un céntimo. El botín se lo llevó el marido de la infanta y su socio Diego Torres. Y obviamente sus respectivas parejas, Cristina de Borbón y Ana María Tejeiro. Pese a esta realidad la infanta no será calificada de anguila, por más escurridiza que resulta ser, quizás por negligencia de los pescadores.

Ruboriza y abochorna recordar cómo ahora hace 2 años se peleó con denuedo hasta la extenuación para que la infanta no solo no fuera juzgada, sino que ni tan siquiera tuviera que comparecer ante el juez Castro para explicar su versión y aclarar si estaba al tanto  de los tejemanejes de su esposo. Se llegó a acusar al juez Castro de elaborar una “teoría conspiratoria”. ¿Lo recuerdan? Y resultará que la anguila es Matas.

(Publicado en Última Hora)

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