Esta semana procede felicitarse porque
la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los
Diputados haya apoyado, aprobando una proposición no de ley, la declaración del
corredor de cetáceos del mar levantino-balear como Zona Especialmente Protegida
de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), lo cual supuestamente se llevará a
cabo en diciembre de este año en la cumbre del convenio de Barcelona. Ha sido
esta una buena noticia ya que refleja los deseos de la sociedad pitiusa y balear
de una mayor protección medioambiental de nuestro mar. Sin embargo, a esta
buena noticia hay que ponerle el contrapunto de que los diputados del Grupo
Parlamentario Popular se opusieron y votaron en contra. Aún estamos esperando
una explicación de las razones de su voto negativo, cuando el PP de Balears
defendió el corredor de cetáceos en el Parlament de Balears. Y es que resulta
muy difícil explicar a los ciudadanos y a los votantes que en Balears se
defiende una cosa, pero en Madrid el mismo partido vota lo contrario. José
Vicente Marí Bosó, el actual presidente interino del PP de Eivissa, se hará con
las riendas del partido en el próximo congreso insular a celebrar probablemente
a principios de junio si él quiere. No parece que vaya a tener ningún problema
a la hora de reafirmarse como líder del PP en Ibiza. Pero ahora tiene que
conseguir, en tanto que diputado ibicenco, que lo que se defiende aquí también
sea defendido en Madrid. Éste punto de desconexión con el PP nacional, muchas
veces en materia medioambiental y en política energética, hace perder muchísima
coherencia política a los populares en Balears y también en las Pitiusas y les
hace un daño enorme.
La vivienda
decidirá el éxito o el fracaso de la legislatura
Primero les tocó el turno a policías,
guardias civiles, personal sanitario, docentes, administración de justicia,
personal de la Administración General del Estado de todo tipo como Agencia
Tributaria, aeropuertos, dirección insular del Estado, y ahora ya sabemos el
caso incluso de un bedel del Consell Insular, lo que es el colmo. No se libran
ni los examinadores de la Dirección General de Tráfico, cuya escasez compromete
la actividad de las autoescuelas. La situación de la vivienda se ha puesto tan
complicada y tan dramática que nadie está exento de tener que marcharse de la
isla por no poder encontrar un lugar donde vivir dignamente. Me gustará saber
de dónde va a sacar el Consell Insular a los informadores callejeros o dónde
los va a alojar, aunque siempre está Sa Coma, el gran comodín que nos salva de
todos los problemas de alojamiento.
Conscientes del problema, pero claramente apremiados por Podem,
el Consell d’Eivissa ha lanzado un SOS al Govern de Francina Armengol para que
decrete (manu militari si
hace falta, lo cual no conviene descartar) un paquete de medidas para hacer
frente a la emergencia habitacional de la que ya no se escapa nadie. La postura
del Partido Popular con respecto al alquiler vacacional de pisos está muy clara
y no admite lugar a dudas. También lo está la de Podem, siempre predispuestos
incluso a la confiscación si no hay más remedio. Pero la que no acaba de
entenderse es la postura del PSOE en el Consell d’Eivissa. Los ayuntamientos
gobernados por el PSOE han dejado claro que no quieren pisos turísticos en sus
municipios. Sin embargo la postura del presidente Vicent Torres no acaba de
estar clara, siempre mirando a Palma en cuanto a la regulación que sobre el
alquiler turístico está elaborando el Govern. Pero ahora sabemos esta postura
es muy arriesgada porque la estabilidad del Ejecutivo está en cuestión y solo
manda ya, tras la salida de Més per Menorca, sobre 20 de los 59 diputados de la
Cámara balear. Y ya veremos si el vicepresidente y conseller de Turismo, Biel
Barceló, acaba cayendo o sobrevive a la crisis por los contratos de Més a su
gurú electoral, Jaume Garau. Si Biel Barceló cae, la regulación del alquiler
turístico sufrirá un frenazo importante.
Hacen falta hechos,
no anuncios improvisados
Durante su visita a Ibiza el conseller
Marc Pons (PSOE) aseguró que se revisaría el estado de las viviendas de
protección oficial, que es como no decir nada, y también anunció la posibilidad
de construir pisos de VPO para dedicarlos a alquiler social, pero en Vila
apenas hay suelo disponible. Y además, anuncios así, sin ofrecer datos ni poner
dinero sobre la mesa para afrontar la situación dramática, suena a milonga. Los
socialistas están muy divididos y fíjense si no lo que ha sucedido en Palma. El
concejal de Urbanismo y próximo alcalde de la ciudad ha anunciado que se prohibirá
el alquiler turístico de pisos en toda la capital y rápidamente saltó el actual
primer edil socialista, José Hila, a matizar a quien será su sucesor a partir
de julio de este año, diciéndole que la prohibición no afectará a toda la
ciudad y que algo tendrá que opinar él, que sustituirá a Noguera al frente de
urbanismo. Este permanente sí pero no del PSOE, hace que uno no sepa capaz de
definir a qué juegan. Pero el juego ya no es ningún juego y todo se ha salido
de madre.
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
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