Ante la misteriosa plaga de moscas que ha tenido a la isla
de Eivissa sin actividad quirúrgica por falta de quirófanos disponibles durante
cuatro días, conviene que la dirección del Hospital de Can Misses contacte con el FBI para ver si los
detectives Madler y Scully pueden hacerse cargo de este auténtico Expediente X.
Suerte que las moscas irrumpieron un jueves y pillaron por medio al fin de
semana, porque si no, la situación hubiese sido mucho peor y hubieran sido
muchas más de 77 las operaciones a reprogramar, así como los traslados hasta
Mallorca para efectuar intervenciones que no admitían demora. Por más que Yago
Gómez, director de gestión del Área de Salud de Ibiza y Formentera, anuncie la
apertura de un expediente a la concesionaria, si no se recaba el auxilio de
Iker Jiménez de Cuarto Milenio no será posible aclarar el misterio insondable que
nos ha dejado sin quirófanos. Una plaga de moscas suena a plaga bíblica y conviene
tomarse muy en serio estos asuntos. Lo que parece una auténtica plaga bíblica
en Can Misses en su conjunto y por descontado, en nada ha de atribuirse esta
desquiciante situación a la abnegada labor del personal sanitario, sino a una
gestión que cuesta entender. Cuando no es un chicle en la comida de los
pacientes ingresados, es una invasión de moscas en los quirófanos. Se diría que
se trata de titulares de ‘El Mundo Today’, pero la realidad supera a la
ficción. Lo peor es que no pasará nada, porque nunca llegaremos a saber de
dónde surgieron las moscas, ni las causas de su propagación. Pero no cuesta
imaginar los alaridos de aquellos que ahora dirigen la Conselleria de Salut si
lo mismo hubiese sucedido cuando gobernaba el PP. Ahora, sin embargo, se
anuncia un expediente a la concesionaria y aquí no ha pasado nada. Salvo que
Ibiza ha estado cuatro días sin quirófanos. Casi nada.
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
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