No me resisto a analizar la baja de Podem del concejal del
Ayuntamiento de Santa Eulària, José Sánchez Rubiño, quien por cierto, aún no ha
tenido tiempo de cambiar su perfil de Twitter y explicar su nueva situación
alejado del partido que le aupó hasta el pleno del consistorio y que, en su
opinión, ha abrazado el “Grouxomarxismo” (en alusión a un cambio de principios
sin ningún pudor), además de sentir vergüenza de la secretaria general Viviana
de Sans. Resulta desconcertante que Sánchez no entregue su acta de regidor al
abandonar el partido, lo que supone una incursión en el transfuguismo
auténticamente asombrosa e injustificable. Al fin y al cabo, Guanyem fue un
partido instrumental de Podem y ya resulta bastante tramposo lo de ser de
Guanyem para unas cosas y ser de Podem para otras, cuando todo el mundo sabe
que son lo mismo en lo ideológico y en lo programático. Andar haciendo de
trilero con carnets de partidos políticos no es lo más correcto. Pero en todo
caso es interesante analizar el trabajo de edil de José Sánchez Rubiño y
descubrir que él acostumbra a criticarlo todo, pero que en muy pocas ocasiones
sus propuestas son en positivo. De ahí que no es extraño que él prefiera ver a
Podem-Guanyem fuera del Consell d’Eivissa, porque alguien así es muy difícil
que pueda gestionar algo como no sea para llevarlo a la ruina. Viviana de Sans
se lamentó de que alguien “válido” como José Sánchez Rubiño, abandonase Podem.
Y ante esta afirmación procede preguntarse ¿válido para qué? Será válido para
llevar una pancarta, pero desde luego para poco más. Y es que ahí está el
dilema de Podem, una formación dividida entre quienes quieren pasar a la oposición
y poner a caldo al PSOE, tomando la calle y armando follón, y entre quienes
consideran que es mejor y más práctico asumir responsabilidades de gestión en
las instituciones y así influir en la política. Esto es lo que se dirime este
fin de semana en Vistalegre II. Pero les diré una cosa, estoy convencido que,
si Sánchez Rubiño cobrase un sueldo público, como Viviana de Sans o Gianandrea
di Terlizzi o Gloria Santiago, naturalmente vería las cosas de otro modo.
Cierre del puerto de
la Savina
Ya se comprende que a los afectados por el cierre del puerto
de la Savina en Formentera, a causa del fuerte viento, les indigne tal medida,
que poco menos que les deja tirados horas y horas en una estación marítima cuya
reforma se retrasa más de lo admisible y por lo que la Autoridad Portuaria de
Balears debiera de tomarse el asunto un poco más en serio. Más se comprende el
cabreo de los pasajeros que embarcados en un ferri y estando a menos de una
milla del puerto, se les dice que hay que dar media vuelta y volver a Ibiza,
porque igual no pasaba nada si se cerraba el puerto una vez que su barco
hubiese atracado. Pero estoy convencido de que Capitanía Marítima no toma una
decisión así caprichosamente. Todos pudimos ver hace unos días un vídeo donde
se recoge a la perfección las dificultades por las que atravesó el buque
Posidonia de Baleària para atracar en la Savina con fuerte viento y ante esto
todo el mundo debiera comprender que la seguridad es lo primero y que no se
pueden desafiar las condiciones del mar porque eso supone correr riesgos
inasumibles. Hay quien lamenta que no haya práctico en Formentera, pero yo me temo
que de haberlo, el puerto estaría cerrado más días al año de los que lo está
actualmente, así que cuidado con lo que se desea, no vaya a cumplirse.
El mazazo de la
planta de triaje
Según explicó la vicepresidenta del Consell d’Eivissa, el
dictamen del Consell Consultiu que considera que la modificación del contrato
entre la UTE Giref y la institución insular para construir la planta de triaje es
nulo, ha supuesto “un mazazo enorme” para todo el Consell. En la TEF, Viviana
de Sans explicó que se han dirigido al Consultiu pidiéndole una serie de
aclaraciones a su dictamen y que, tras analizar su respuesta, deberán tomar una
decisión. El problema que nos atañe es que antes de 2020 las Pitiusas deben
reciclar al menos el 50% de sus residuos, cuando en la actualidad solo se
alcanza el 13%. La tarea es titánica porque aunque año tras año se mejoran las
cifras de toneladas recicladas, también se incrementa cada año el volumen total
de residuos, por lo que el porcentaje de materia reciclada está estancado. Pero
hay que ser realistas y hablarle claro a los ciudadanos: aunque el Consell opte
por ignorar el dictamen del Consultiu, es harto difícil -por no decir
imposible- que en 2020 la planta de triaje esté construida y a pleno
rendimiento. De modo que podemos empezar a pensar qué hacemos con los residuos
que generamos o de lo contrario habrá que hacer frente a las sanciones que
quiera imponer la Unión Europea. Y es que, perdonen que me ría, pero resulta
bastante irónico que presumamos de alimentar las instalaciones del Consell d’Eivissa
con energía renovable o que en Formentera presumamos de coches eléctricos,
cuando seguimos tirando los residuos en un vertedero como hace 20 años, del
mismo modo que nuestras obsoletas depuradoras vierten aguas fecales al mar, por
más emisario nuevo que construyamos de emergencia en Botafoc. Nuestro
ecologismo es de pandereta, postureo del peor y nos llenamos la boca presumiendo
de proteger nuestro territorio y el medio ambiente, cuando nuestras depuradoras
no depuran y no tenemos ni una triste planta de selección para reciclar los
desechos que generamos. Pero el tiempo se acaba y no podemos mirar toda la vida
hacia otro lado. Las opciones son pocas y ninguna será agradable, pero no
quedará más remedio. Feliz domingo y a los vecinos de Santa Eulària des Riu, molts d’anys i bons!
(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)
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