El fiscal superior de Balears, Bartomeu Barceló, en una
ejercicio de suprema sinceridad nos ha recordado -por si a alguien se le
hubiera olvidado- que “los fiscales no somos independientes”. Barceló pudo al
menos reivindicar la autonomía del Ministerio Fiscal, pero no lo hizo, no fuera
a ser que Pedro Horrach se lo tomara al pie de la letra y le diese por ir por
libre pidiendo prisión preventiva para Torres y Urdangarin, como se ha hecho
con otros muchos condenados en primera instancia. Barceló, no contento con presumir
de su dependencia jerárquica, puso la mano en el fuego porque en el caso que
nos ocupa el riesgo de fuga “no se va a dar”. Más difícil era que se fugase el
exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, y ahí que se esfumó el 26
de abril de 1994. No se conoce a un fiscal que ponga tan “a la ligera” la mano
en el fuego por la fiabilidad de un condenado. ¡Ni que fueran parientes!
Bien está que el tribunal de la sección 1ª de la Audiencia
Provincial considere que no hay razones para que comiencen a cumplir su condena
cuando la sentencia no es firme y puede suceder que el Tribunal Supremo la
modifique, para frustración de la legión de inquisidores que han surgido por
doquier. Pero cabe preguntarse si este cuidado en valorar correctamente el
riesgo de fuga sucede siempre. Desde luego la Fiscalía no suele andarse nunca
con tantos remilgos como ahora, pero ya sabemos que los fiscales no son independientes.
Pero llegar al punto de demagogia de comparar a Urdangarin o
a la infanta con Valtonyc, retrata al autor del símil. Valtonyc a día de hoy
está tan libre como el marido de la infanta. Hay quien no le da importancia a
enaltecer el terrorismo y hacer escarnio de las víctimas, pero me gustaría ver lo
que diría David Abril si alguien hiciera befa de las víctimas de la fosa de
Porreres. Aún peor son las palabras de Bel Oliver, que olvida que entre las
víctimas del terrorismo humilladas por Valtonyc hay bastantes socialistas
asesinados solo por serlo. Pero ¡qué
sabrá ella de eso! Enviar a alguien a
prisión por unas cuantas canciones de rap es excesivo, ¡aun teniendo en cuenta
lo malas que son! Pero Valtonyc se puso él mismo los grilletes cuando dijo que
se trataba de un tribunal fascista y que no lo reconocía. Seguramente no merece
la cárcel, pero parece que la andaba buscando con ahínco. No pasa nada, el
próximo paso será la presidencia del Parlament.
(Publicado en Última Hora)
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