14 febrero 2017

POBRE BAUZÁ

¿Qué le estará pasando? ¿Cómo alguien que ha sido alcalde de Marratxí, que ha sido presidente del Govern de les Illes Balears, que ahora es senador autonómico (por más que no se le conozca labor alguna en la Cámara Alta donde, por lo demás, casi todos van a vegetar) y que tiene una farmacia con la que ganarse más que dignamente la vida, es capaz de arrastrarse del modo indigno y patético como lo está haciendo, mendigando un poco de atención mediática y de los afiliados del partido que un día presidió? ¡Y este es el que predicaba que la política era algo transitorio y que no había que aferrarse al sillón! Lleva desde 2005 en primera fila de la política (cuando logró la alcaldía de Marratxí) y desde entonces no la ha abandonado ni tiene intención de hacerlo. Ya resultó penoso verle batallando contra todo y contra todos para no dejar la presidencia del PP de Balears después del descalabro de las elecciones autonómicas de 2005 y pese al clamor que se levantó en su contra y a que carecía de apoyos. Hubo que echarle con agua caliente y lejía, Génova mediante. Igualmente lastimoso y de vergüenza ajena resultó su periplo para intentar ser nombrado ministro por el presidente Mariano Rajoy a finales del año pasado. Pero es que lo de ahora no tiene nombre. Solo rezo para que a Biel Company no se le ocurra convocar a la prensa delante de La Seu cada vez que un exconseller le dé su apoyo, porque si copia a Bauzá esto puede ser una tortura china. Con uno que haga el ridículo será suficiente.


Son tantos los paralelismos que su proceder guarda con el del exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez -otro que da penita verle-, que solo eso debiera llevarle a la reflexión. Pero una cosa debe llevar a los pocos que le apoyan a meditar sobre lo que le están haciendo a él y al partido. En el hipotético caso de que lograra los votos necesarios para volver a ser presidente regional del PP, cosa harto improbable, los más directos beneficiarios de ello serían Francina Armengol y Alberto Jarabo. Nadie como él para movilizar a la izquierda y para desmovilizar a los miles de votantes del PP que dejaron de apoyar al partido al comprobar la desastrosa gestión de Bauzá. Su presidencia fue una calamidad donde por no conseguir, no logró ni contener el déficit público pese a los recortes en los servicios públicos y a los despidos de funcionarios. Es tan evidente que él jamás volverá a aglutinar a los votantes del PP, que su empecinamiento en lograr la bendición de los militantes, ignorando a los electores, es tal cual Pedro Sánchez. Ambos han obtenido el veredicto de las urnas y pretenden hacerle caso omiso porque a ambos la ambición y la irresponsabilidad les vence. Pobrets!

(Publicado en www.mallorcadiario.com)

No hay comentarios: