Este refrán tan mallorquín explica a la perfección la
acusación que por parte de los dirigentes de Podem Illes Balears se ha hecho
contra Xelo Huertas, Motse Seijas y Daniel Bachiller. Concretamente Alberto
Jarabo y Laura Camargo sostienen que los tres antes citados, suspendidos
cautelarmente de militancia, defendieron intereses personales de Daniel
Bachiller a la hora de sostener el convenio del Govern con el laboratorio de
investigación de Bachiller. Justamente lo que parece haber hecho Alberto
Jarabo, defender sus intereses personales y los de su antigua productora
Quindrop, para la que trabaja su compañera sentimental, con los contratos de la
televisión pública IB3. Si hay motivo de sanción para Huertas, Seijas y
Bachiller, la misma ha de recaer también en el secretario general de Podem
Illes Balears, que se nos ha revelado como un halcón político capaz de lanzarse
contra cualquier discrepante y acabar con él sin ningún reparo.
Jarabo auguró hace poco que el PSOE se sumaría en una época
de división interna que “durará mucho tiempo en su interior”. Mientras hablaba
de la división interna entre los socialistas no nos contaba la que había en su
formación, en gran parte motivada por su decisión de apoyar los presupuestos de
la Comunidad Autónoma al margen del Consejo Ciudadano. Los que estaban
dispuestos a negociar con otras formaciones retransmitiéndolo en directo por livestream y sometiéndolo todo a sus
bases, ahora ya ni quiere tanta transparencia ni quiere la opinión de los
círculos.
La decisión de expedientar al “trio del laboratorio” es
fruto de una bisoñez política que pagará muy cara porque es una batalla en la
que él no saldrá indemne, sobre todo cuando tiene tanto que tapar y tanto que
callar. Su único argumento, el de que se deshizo de sus acciones en Quindrop
Produccions, al entrar en política y que, por tanto, ninguna vinculación tiene
ya con esa empresa, es tan sólido como que la fortuna de Bárcenas en los bancos
suizos proviene de sus negocios de compraventa de obras de arte. Solo se la
cree él. Él y Laura Camargo.
(Publicado en mallorcadiario.com)
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