Los líderes de Podem ya no escuchan a los círculos ni a los
consejos ciudadanos, al menos con el trascendente asunto del apoyo a los
presupuestos de la CAIB. Había quien se oponía a dar su apoyo a las cuentas públicas
del Govern del PSOE y Més y ese no era un asunto pacífico, como se intentaba
hacer ver. Jarabo y Camargo anunciaron que aceptaban negociar el proyecto de
presupuestos en octubre, pero no han consultado a los órganos de dirección del
partido el resultado de su negociación. Y ante el cuestionamiento y la
oposición de diputadas como Xelo Huertas y Montse Seijas (básicamente por el
convenio al laboratorio de su compañero de filas, Daniel Bachiller) la
respuesta ha sido la de abrirles expediente, suspenderles cautelarmente,
triturar su imagen pública acusándoles de corruptos y allanar su expulsión del
partido. Un castigo ejemplar que sirva de escarmiento al resto de diputados.
Mira cómo ha pillado el mensaje Salvador Aguilera, que se ha quedado mudo de
golpe, con lo que él es. Pero Huertas y Seijas, que son muy bocas, no se
muestran dóciles y sumisas, como otros. Seijas se plantó en comisaría y
denunció a sus colegas por usar su firma digital sin su consentimiento, algo
que Camargo atribuyó a un error administrativo que seguramente tendrá que
explicarle al juez. Y Huertas, que primeramente dijo que si perdía el apoyo de
su partido dejaría la presidencia “mes de
pressa que correnssos”, ahora dice que a ella no la sacan de su escaño
actual ni con agua caliente y lejía. Desde 2008 con Bartomeu Vicens inclinando
la balanza, que no veíamos tanta emoción en la votación de los presupuestos. A día
de hoy no sabemos cuántos diputados los apoyarán. A la espera de que se disipen
las sospechas que recaen sobre Jarabo y su antigua productora Quindrop, el que
no es juez dice que María Salom es “probablemente la peor persona” para ser delegada
del Gobierno. Desempolvando la comisión de investigación del 11-M (¡desarrollada
nada menos que en 2005!) y a Pilar Manjón, acusa a Salom de “desprecio a las
víctimas del terrorismo y a toda la ciudadanía”. Una utilización indecente de
las víctimas del terrorismo para descalificar a una rival política que
demuestra una vileza de envergadura. Jarabo preferiría sin duda a alguien con
antecedentes penales en la Delegación del Gobierno. O mejor a alguien de EH Bildu,
a los que tanto aplauden sus compañeros de partido en el Congreso.
(Publicado en Última Hora)
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