Habrá que irse acostumbrando a ver a Arnaldo Otegui otra vez
en los informativos, pontificando sobre el “proceso de paz” y los presos de ETA
y no sé que gaitas más. Tendremos que convivir con las náuseas que un tipo como
él, que ha justificado los crímenes terroristas, nos provocan. Quién sabe si
cualquier día le hacen premio Nobel de la Paz, que cosas peores se han visto. Zapatero
dijo de él que era un “hombre de paz” y Pablo Iglesias dijo que era un preso
político. En fin, que no quedará más remedio que aguantar estas barbaridades y
aún más grandes, a lo que se ve. Después de la entrevista que le hizo Jordi Évole,
hay que temerse lo peor.
Lo que más desconcierto provoca es ver a algunos con el rasero
tan torcido. Estoy pensando en los diputados y diputadas de Podem, que cada vez
que suben a la tribuna del Parlament si no citan a Bauzá, revientan. Y además
le añaden el título de “molt poc honorable”, cuando no consta que haya cometido
ningún delito, ni que haya estado en la cárcel. Es más, ha sido president del
Govern de les Illes Balears y aunque yo no lo haya votado nunca, ha sido
presidente de mi comunidad autónoma democráticamente elegido, lo cual a mi modo
de ver es motivo más que de sobras para guardarle un respeto y una consideración
que los podemitas le niegan. Sin embargo sus jefes se la dan –y aún más–
a sujetos como Otegui o a un tipo tan poco recomendable pero que ellos
consideran ejemplo ciudadano, como el concejal de Jaén Andrés Bódalo, pese a
que ha sido condenado por la Justicia por llevar a cabo actos violentos en
varias ocasiones.
Este doble rasero, este enaltecer a personas que
objetivamente han llevado a cabo actuaciones miserables y sin embargo, difamar
a otros por el simple hecho de ser rivales políticos y ver las cosas de otra
forma. Esto es algo que me encantaría entender, pero debo ser yo que no tengo
las cosas claras. Seguramente.
(Publicado en www.mallorcadiario.com y www.ibizadiario.info)
No hay comentarios:
Publicar un comentario