26 enero 2016

¿QUÉ ESPERA PARA LARGARSE?


Últimamente no hay acusado por asunto de corrupción que no acabe por buscar un acercamiento a la Fiscalía que le permita atenuar el golpe que se le viene encima. Y bien que hacen. Está sucediendo con los ocupantes del banquillo en el juicio del caso Nóos y según algunas informaciones también con los acusados en el caso Voltor, muchos de los cuales están ya en la cárcel y procuran salir lo antes posible. Todo pasa por reconocer los hechos delictivos que atribuye la Fiscalía, confesarse culpables y reparar el daño causado, esto es devolver el dinero defraudado.

Pronto concluirá la instrucción de otro caso de corrupción que afecta de lleno al Partido Popular de Balears, el caso Over que es una pieza separada del Palma Arena (la número 27). El publicista Daniel Mercado, propietario de la empresa Over Marketing, que inicialmente negó toda irregularidad y pronto entendió que más le convenía colaborar con la Justicia, afirma que realizó trabajos para la campaña electoral del PP en 2003. Algunos le fueron abonados en negro y apunta directamente al entonces tesorero del PP balear y cuñado de Jaume Matas, Fernando Areal, y al actual presidente de la Junta Territorial de Palma, José María Rodríguez, quien a la sazón era secretario general del Partido con Matas de presidente.

Que el PP manejó dinero negro ya lo ha reconocido Areal cuando admitió haber pagado 71.958 € a la agencia de publicidad Nimbus. Por esto en octubre del año pasado fue condenado a un año y medio de cárcel y a pagar 15.000 euros de multa, eludiendo la cárcel. Así pues ya consta que el PP tenía dinero negro y consta que pagó en aquella época trabajos publicitarios con ese dinero. Ahora, además, uno de los que cobraba con dinero negro –además de con adjudicación de contratos públicos como el de la publicidad del hospital de Son Espases– lo confiesa y señala a José María Rodríguez como la persona que le pagó en alguna ocasión. Todo encaja por más que Rodríguez lo negara, aunque ahora guarda silencio, motivo por el que con toda probabilidad la instrucción de la causa se cerrará de forma inminente y se mandará todo a la Audiencia Provincial. Mientras tanto e inexplicablemente Rodríguez, líder del PP de Palma, está al frente del partido.

Cuando Areal fue condenado, el actual secretario general del PP Andreu Ferrer, pidió perdón en nombre del partido y trató de suavizar el tema afirmando que se trataba de hechos cometidos hace 8 años. Afirmó: “Son las personas las que son corruptas y no los partidos, ni las instituciones. El PP está totalmente por encima de la corrupción. El partido ha sido pionero en la lucha contra la corrupción”. Esto casa muy mal con la situación de José María Rodríguez, que siendo un importantísimo dirigente de la formación está siendo investigado por corrupción y con toda seguridad será acusado por la Fiscalía e irá a juicio.

¿Qué espera para largarse, señor Rodríguez? Y si él no se va, ¿qué esperan para echarle? ¿No se dan cuenta del gravísimo daño que hace no solo al partido, sino a la política en general? ¿No ven que con ese señor en un despacho de la sede regional en la calle Palau Reial, toda frase ampulosa, toda condena de la corrupción, toda muestra de respeto a la justicia suena más falsa que un billete del Monopoly? ¿No caen en la cuenta de que ese señor y tantos como él son los responsables de que hayan perdido miles de votos y de que nadie quiera –ni moralmente pueda– pactar con ellos para que ostenten el Gobierno del país?


José María Rodríguez, el presidente del PP de Palma, está a las puertas de ir a juicio. Areal confesará y Matas seguramente también lo haga. En este contexto solo oímos a Marga Prohens decir que “máximo respeto a la Justicia”, que es como no decir nada. El PP continúa esperando que sean los jueces y fiscales quienes solucionen sus problemas con la corrupción. ¿Se creen que así se puede ir a algún lado? ¿No se dan cuenta del pozo de mierda en el que están metidos? ¿Nadie habrá en el PP que alce la voz ante esto? Ya que él no tiene la dignidad suficiente para marcharse hoy mismo y dejar de hacer daño al partido y a sus cargos públicos y militantes, al menos que alguien con la decencia suficiente le enseñe la puerta y le diga que no se le quiere allí ni un día más porque les pringa a todos, se quiera o no. O quizás sea que sí se le quiere allí, cosa que me resisto a creer pero es que ya no hay otra explicación.

(Publicado en mallorcadiario.com)

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