05 enero 2016

¡BLASFEMIA!

El Comité para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio de Mallorca ha denunciado la existencia de un vídeo "blasfemo" hecho por un alumno del Instituto Josep Maria Llompart de Palma, que arremete contra la Iglesia, insulta al obispo y a la figura de Jesucristo y que encima, fue calificado por una profesora con un sobresaliente. La Mutaween o policía religiosa mallorquina exige la intervención de las Autoridades, la aplicación implacable del Código Penal y las normas disciplinarias que proceda contra la docente y también contra el propio centro educativo por permitir el aberrante vídeo. Naturalmente se publicó una fetua en forma de editorial periodística exigiendo un severo castigo para el joven blasfemo y para cuantos docentes hubiesen tolerado un comportamiento tan aberrante por parte del autor del vídeo. Incluso los más importantes clérigos e imanes de la comunidad han recogido firmas para que tan grave delito no quede impune y sea corregido como merece, con un escarmiento que disuada a cualquier otro pecador.

Yo vi el vídeo en YouTube semanas antes de que fuese señalado por los mulás como "blasfemo" y a decir verdad me pareció irreverente, poco creativo, zafio y de bastante mal gusto. Desde luego nada que merezca la publicidad que se le está dando precisamente por quienes dicen sentirse heridos por sus "blasfemias". No me parece que el púber autor, cuya incapacidad para escribir y recitar versos es manifiesta, deba ser premiado con la notoriedad que la Mutaween le otorga. Pero de ahí a encender la pira para quemarlo como un hereje cualquiera a manos de la Santa Inquisición al grito de "¡blasfemia!", la verdad, me parece una exageración. Aunque es justo apuntar que la policía religiosa acostumbra a exagerar. Aún recuerdo a uno de sus más destacados líderes acusar al alcalde de Andratx de querer propagar la homosexualidad entre la juventud del municipio por consentir un concierto de un coro gay en la sede del Ayuntamiento, en el Castillo de Son Mas.

Cuando el día 7 de enero se cumplirá un año del brutal atentado contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en París, viene muy al caso que reivindiquemos la libertad de expresión con moderación y respeto por las creencias y costumbres de los demás, evitando toda ofensa innecesaria. Pero echo de menos que la Mutaween mallorquina alce su voz contra las ofensas que sus mulás y clérigos más reputados emiten periódicamente contra algunas minorías como los homosexuales, por citar un ejemplo. Si no quieren que nadie les ofenda, que eviten ellos ofender primero. Llevan muchos siglos haciéndolo impunemente, con demasiada frecuencia aún hoy y demuestran tener la piel muy fina por un vídeo absurdo hecho por un muchacho que nunca agradecerá lo suficiente la publicidad que le han hecho los guardianes de la fe.

(Publicado en www.mallorcadiario.com)
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