19 enero 2016

NI UNA MEDIDA CONTRA LA OFERTA TURÍSTICA ILEGAL

El Partido Popular ha reaccionado con duras críticas a la aprobación el martes pasado por parte del Govern de PSIB y Més de un Decreto Ley de medidas en materia urbanística, que tira por tierra un montón de normativa aprobada por el PP cuando ostentaba una cómoda mayoría absoluta durante la legislatura pasada. En efecto, el Decreto Ley se carga artículos clave de la Ley General Turística, la Ley del Suelo y la Ley Agraria, leyes ordinarias aprobadas en el Parlament. Una vez más Francina Armengol incurre en el pecado que tanto criticó –y con razón– cuando era jefa de la oposición, pues modifica leyes por la vía del Decreto Ley, sin los trámites ni el debate parlamentario requerido.

Entrando en el fondo del asunto, parece muy claro que el PP entre 2011 y 2015 adoptó una serie de medidas con el objetivo de impulsar la economía a toda costa. Recordemos que nos hallábamos en recesión y con un paro en continuo aumento en todos los sectores y especialmente en la construcción. Nadie puede negar que el Govern se plegó a las exigencias de la patronal hotelera –que descaradamente hizo campaña a favor del PP en las elecciones autonómicas de mayo de 2015 y ahora paga las consecuencias– y de asociaciones de agricultores como ASAJA. Los partidos de la oposición (que ahora están en el Govern) criticaron muchas de las medidas que se adoptaron y especialmente lo que llamaron una amnistía urbanística encubierta que impulsó la “Ley Company”. Ahora son PSIB y Més quienes están en el poder y le han dado la vuelta al calcetín. Han dado marcha atrás a toda la normativa que el PP desarrolló y además, han lanzado el impuesto turístico.

Con frecuencia da la sensación de que el Govern Armengol-Barceló hace con respecto al turismo aquello que criticaban de José Ramón Bauzá en materia educativa. Ellos también hacen y deshacen sin encomendarse a nadie, olvidando que el turismo es la principal industria de Balears y que sus decisiones unilaterales afectan de manera crucial a miles de empresas y trabajadores. Así pues, convendría que tratasen de dialogar más e imponer menos.

Por último, es importante reseñar la ofuscación que demuestra el Govern contra los hoteleros. Tan mal estuvo que el PP se entregara en sus brazos como que PSIB-Més-Podem les ataquen a la mínima oportunidad que se les presenta. Pero es que además y tras 6 meses en el Consolat de Mar, aún es hora de que presenten una sola medida para luchar contra la oferta turística ilegal. Esforzados como están en presentar a los hoteleros en verdaderas bestias explotadoras, evasoras de impuestos y repartidoras de miserias y pobreza, han olvidado que el auténtico desastre lo protagonizan los actores de la oferta ilegal, invisible a sus ojos de la Administración pero que es la verdadera causante de la saturación de los servicios públicos en temporada alta. Ni pagan sus impuestos ni se sujetan a la normativa; es más, se la saltan a la torera ofreciendo alquileres turísticos cuando no lo son ni lo pueden. Esta es la causa de que el precio de la vivienda de alquiler sea prohibitivo en Ibiza, por ejemplo, donde mucha gente alquila pisos urbanos a turistas al margen de la Ley. Y esos no pagarán Ecotasa.


El PP pudo cometer excesos, yo no lo niego, pero hubo una finalidad que era la de estimular la economía en un momento de recesión y paro. Ahora el Govern da marcha atrás sin que nadie sepa exactamente a dónde vamos, con unas consecuencias claramente negativas para la inversión y los empresarios, lo que forzosamente repercutirá en la creación de puestos de trabajo. Y todo ello sin proponer ni llevar a cabo ni una sola medida para acabar con la oferta turística ilegal, los auténticos piratas defraudadores.

(Publicado en mallorcadiario.com)

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