27 junio 2015

ARRUIX!

El jaque mate que el sector crítico lanzó a José Ramón Bauzá se ha resuelto con la cabeza del todavía president clavada en una pica en el Senado. Será casualidad pero poco después de que el presidente de la junta local de Palma, José María Rodríguez, instase a Bauzá a "materializar cuanto antes" su dimisión, se supo que la dirección nacional había tenido que intervenir para abortar la cena en Algaida de los críticos, quienes desde el descalabro electoral tienen nombre y van a cara descubierta. ¡Hasta portavoz tienen! Rodríguez no se adhirió a los sediciosos, pues entre ellos y en lugar destacado figura su mayor enemigo, el exalcalde de Palma Mateo Isern, a quien odia con todas sus fuerzas. Pero con el descabello propinado al president Bauzá, apremiándole a irse, se vengó de sus palabras en el Círculo Mallorquín, donde dio por amortizado a don José María. El que, en palabras del farmacéutico de Marratxí, ya había hecho todo lo que tenía que hacer y había cumplido una etapa, sobrevive al president que quiso enterrarlo antes de expirar y le clava la puntilla mostrándole la puerta de salida. Arruix!

El espectáculo que esta semana ha ofrecido el mayor partido de esta comunidad autónoma y que ganó las elecciones, ha sido deplorable. Un sainete indigno. Lo peor que le podía pasar al PP. Divididos, enfrentados y sin líder. A pocos meses de las elecciones generales, a ver cómo se recompone todo este desaguisado. Bauzá no tenía ninguna posibilidad, a pesar de lo cual se ha conducido como si tuviese la situación bajo control. Designar unilateralmente a la portavoz del grupo parlamentario y al portavoz adjunto, como si su liderazgo estuviese intacto y él no estuviese cuestionado, fue altamente temerario. La prudencia aconseja no llevar las cosas hasta el extremo. Los conservadores sufren graves convulsiones cada vez que se quedan sin mayoría absoluta y pierden el gobierno de las instituciones. Sucedió con Jaume Matas en 2007 y ha vuelto a sucederles ahora. Sin embargo debieran recomponerse y volver en sí cuanto antes.

Los populares estarán en la oposición durante 4 años. Conviene que interioricen la nueva situación y se alisten para hacerlo lo mejor posible, cosa que dudo mucho que alguien como Antoni Camps pueda hacer aseadamente. El hooliganismo con el que se condujo durante toda la legislatura pasada, ejerciendo de pirómano en las redes sociales, ha triturado su imagen pública, muy alejada de lo que se espera de un buen parlamentario. La bancada del PP, aunque menguada y alicaída, cuenta con parlamentarios de mayor valía para ejercer de oposición seria, moderada e inteligente. El PP debe tomar nota del mensaje de la ciudadanía. Toca controlar al Govern que presidirá Francina Armengol y por lo que se ve, trabajo no les faltará. "Anem per + feina!" ¿Ya se les ha olvidado su lema de campaña? Asuman la responsabilidad que se les ha encomendado y hagan oposición.

(Publicado en Última Hora)

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