29 marzo 2014

CONDENA SIN PRUEBAS


Esta semana el Supremo ha celebrado la vista por el recurso de casación del caso Can Domenge. Recordemos que aquel fue el juicio donde no se juzgaba el soborno que dijo haber pagado Román Sanahuja, propietario de la constructora Sacresa, aunque no se habló de otra cosa. Fueron condenados todos los acusados (Bartomeu Vicens, Miquel Nadal, Miquel Àngel Flaquer, Maria Antònia Munar, Santiago Fiol y el propio Sanahuja) en una sentencia que batió todos los récords de rapidez (19 días tardaron en redactarla) y también de plagio, ya que los magistrados hicieron un grosero copiar y pegar de 23 folios del escrito de acusación de la Fiscalía.

Los condenados y las acusaciones han expuesto sus argumentos a favor y en contra de la sentencia de la Audiencia Provincial. Si los analizamos, es alarmante la falta de pruebas con que fue condenado Miquel Àngel Flaquer, ex conseller de Hacienda del Consell. Es verdad que la pena no es excesiva (un año de cárcel y 13 de inhabilitación) pero la responsabilidad civil es astronómica (1.800.000 €). No participó en nada ilegal y jamás habló con Sacresa. No consta que recibiera comisión alguna ni que estuviera al corriente de las maniobras de Vicens y Nadal. Pero a pesar de todo fue condenado por fraude a la Administración y prevaricación.

Con Munar sucede otro tanto de lo mismo. Su delito fue ser la presidenta del Consell. Nadie, excepto Vicens, la ha vinculado con el amaño del concurso. No lo hizo Sanahuja ni tampoco Nadal. Pero Vicens, tras 3 años manteniendo una versión y escribiendo de su puño y letra desde la cárcel que estaba siendo presionado por la Fiscalía para implicar a Munar (“No les basta la condena, tienen que seguir torturando, es una vergüenza”, llegó a escribir en abril de 2011), cambió radicalmente de versión pocos días antes de iniciarse el juicio. Pactó con los fiscales a cambio de una reducción brutal de la condena, que pasó de 6 años a solo 8 meses, y de evitar la prisión a su mujer en el caso Metalumba, donde la Fiscalía pedía para ella 13 años de cárcel y se quedó en 2. Vicens declaró haber entregado dinero a Munar del soborno de 4 millones que su amigo Miquel Llinàs cobró de Sacresa. ¿Dónde están las pruebas? No las hay. Únicamente su palabra que no debiera valer nada porque es a cambio de un precio y bajo presión. Creíamos que hacían falta pruebas para condenar a alguien a la cárcel, pero estábamos equivocados.

(Publicado en Última Hora)

No hay comentarios: