EL FRAUDE DEL VOLUNTARIADO

“Voluntariado trabajo social. Se precisa un voluntario. A la persona se la formará en atención a víctimas. Horario y días de asistencia en horario de 9 a 15 de lunes a viernes que es cuando estamos en las oficinas. No se remunera y se pagará transporte. Requerimientos: diplomado universitario (trabajador social).”

 

Este anuncio de la ONG Stop Accidentes ha estado disponible durante algunos días en Infojobs. No es algo extraordinario. Se ven a menudo anuncios similares de entidades e incluso de empresas que dicen buscar voluntarios, pero que realmente buscan trabajadores que no cobren y por quienes no haya que pagar cotizaciones sociales. Lo enmascaran de “voluntariado”, un concepto que se han encargado de poner de moda con conceptos como libertad y solidaridad, que están muy bien cuando lo son realmente, pero que frecuentemente esconden otro tipo de abusos inmorales, aparte de perjudicar a las entidades que sí cumplen con sus obligaciones legales.

Otro ejemplo: el martes día 2 de abril dio comienzo en la Universitat de les Illes Balears el 8è Fórum de l’ocupació de la UIB. Se supone que está destinado a los estudiantes matriculados en la UIB y a titulados universitarios en general. Su objetivo, como podemos leer en su web, es “ofrecer a los asistentes la información e instrumentos de trabajo necesarios para optimizar el proceso de búsqueda de trabajo y el acceso al mercado laboral”. Muy loable. Sin embargo, leyendo el programa encontramos una charla impartida por la  ONG Creu Roja Balears, con el título “El voluntariat com una oportunitat per adquirir experiència i créixer personalment i professionalment”. No se molestan en disimular su verdadera pretensión: engañar a la gente para que se apunten a trabajar gratis para adquirir experiencia. Un timo en toda regla.

 

Cuando el voluntariado se convierte en un instrumento de fraude a la Seguridad Social, cuando contribuye a precarizar el trabajo, cuando se suple a profesionales universitarios (especialmente en el Tercer Sector, como trabajadores sociales, educadores sociales, cuidadores, etc.), cuando se llevan a cabo tareas como por ejemplo el transporte sanitario,  perjudicando a las empresas y a sus trabajadores ejerciendo una competencia desleal, cuando todo esto sucede y además desde las Administraciones Públicas e instituciones como la UIB alientan que cosas así sucedan, el voluntariado prostituye su auténtica función.

Los voluntarios no pueden ni deben suplantar a los profesionales, porque si lo hacen perpetran un fraude a la sociedad de la mano de entidades que más que ONG se comportan como empresas que buscan el lucro sin atender a ningún principio ético ni moral. Y además lo hacen con conceptos como solidaridad, cooperación, etc., conceptos muy alejados de la realidad. Los ciudadanos no podemos quedarnos impasibles viendo como ciertas entidades, que además y para mayor escarnio han sido reconocidas de “utilidad pública” por el Gobierno, contribuyen a la destrucción de puestos de trabajo. Si necesitan voluntarios y los buscan mediante anuncios en portales de búsqueda de empleo, ya no requieren voluntarios, sino trabajadores profesionales que aporten un trabajo a cambio de un salario justo.

 

El voluntariado se ha convertido para determinadas ONG en un sistema perverso para burlar sus obligaciones laborales y fiscales. Convendría que la Inspección de Trabajo y la Agencia Tributaria empezaran a poner coto a este abuso, perpetrado sobre las espaldas de gente desesperada por conseguir un puesto de trabajo, a quien se engaña abusando de su buena fe y de su estado de necesidad. Estas organizaciones se comportan de forma ruin y ya es hora de denunciar públicamente su obsceno comportamiento.

(Publicado en http://www.ciutat.es/opinion/columnistas/item/12857-el-fraude-del-voluntariado)