El mantra “no
hay dinero”, al que habría que añadir siendo sinceros “para lo que no interesa”, está sirviendo como excusa perfecta
para eliminar de un plumazo y sin apenas protestas primero al personal y luego
a los organismos dedicados a la atención a colectivos desfavorecidos y que
necesitan de una atención especial para evitar que caigan en el pozo de la exclusión
social. Hay que hacer recortes, los ajustes son necesarios para acomodar los
gastos a los ingresos y esencialmente, porque en el pasado se ha gastado por
encima de lo aconsejable y muchas veces derrochando el dinero. Sin embargo, los
ajustes no carecen de efectos perversos y con las medidas que por parte del
ejecutivo autonómico se vienen anunciando, parece claro que la consecuencia
directa será un aumento del número de parados y una reducción del consumo
debido a la lógica intranquilidad de muchos trabajadores que temen perder su
puesto de trabajo.
Decía anoche
en IB3 Radio el director del Centre de Recerca Económica UIB-Sa Nostra Antoni
Riera, que “un ajuste, sea de la magnitud
que sea, siempre impacta negativamente sobre el crecimiento a corto plazo. Y si
afecta sobre el crecimiento, afecta sobre los salarios, sobre las expectativas
de consumo e inversión, afecta sobre los beneficios y afecta, por tanto, sobre
la producción futura y por tanto sobre la ocupación. Entonces sí, un ajuste
tiene efectos negativos”. Pero más graves aún que los efectos negativos serán
los efectos sociales, que parecen no preocupar a nadie. Por ejemplo: como
consecuencia directa de los impagos del SOIB, el servicio de ocupación
autonómico (adscrito incomprensiblemente a la Conselleria de Educación, Cultura
e Universidades), el IMFOF, el Instituto municipal formación, ocupación y
fomento de Palma, ha despedido a 29 trabajadores (entre orientadores laborales
y administrativos) adscritos a programas de orientación e inserción laboral
para colectivos más desfavorecidos, mujeres, mayores de 45 años y parados de
larga duración. Este es un primer paso firme hacia el cierre de varias oficinas
de este instituto municipal que a partir del 31 de octubre estarán vacías de
trabajadores, pero repletas de usuarios a la espera de atención pública, hasta
la eliminación final del propio IMFOF. Los servicios propios del SOIB, ya de
por sí escasos y más aún sin poder recurrir a la contratación de personal
laboral, no van a poder absorber esta ingente masa de personas que necesitan orientación
laboral y atención especial para volver a integrarse al mercado de trabajo. Se
les está dejando tirados como a perros, condenados a que se tengan que buscar
la vida por sí mismos y abocándolos paro casi de por vida o a unas condiciones
laborales precarias, que favorecen caer en situaciones de exclusión social,
rupturas familiares, alcoholismo, etc.
Son los más
débiles quienes necesitan de los servicios públicos. Los ancianos, los menores,
la gente sin recurso, las personas con discapacidad. Una sociedad que se precie
de serlo y quiera estar cohesionada, no puede pretender abandonar a su suerte a
los que atraviesan mayores dificultades o están en inferioridad de condiciones.
Es inmoral hacerlo y no caben excusas como el mantra que ya estamos cansados de
oír, y lo que te rondaré moreno, porque dinero hay para lo que les interesa a ellos. Recortes, los que sean necesarios. En
educación, sanidad y sobre todo en servicios sociales, no. A las oficinas del IMFOF no acuden
en su mayoría ciudadanos adinerados y con apoyo familiar o social. Acuden
precisamente a estas oficinas del Ayuntamiento quienes no tienen dinero, ni
apoyo de ningún tipo. A partir de ahora, se encontrarán las oficinas cerradas.
Pero yo les animo a ir al despacho de la regidora del ramo, Esperanza Crespí, o
del alcalde Mateo Isern, quien seguro les atenderá gustosamente igual que les
pidió el voto hace ahora cien días, jurando que no se tocarían los servicios
sociales y diciendo que los parados eran su máxima prioridad y su preocupación.
1 comentario:
No lo podías haber dicho mejor ni mas claro. Ojalá te leyeran todos los ciudadanos de Palma ( sobre todo los que votaron al PP) y todos los cabrones que según salía la noticia en los diarios digitales comentaban que se alegraban por que el IMFOF era un nido de víboras enchufadas. (Nada más alejado de la realidad, por lo menos que yo sepa, en los 6 últimos años) Y que si era una duplicación de servicios con el SOIB (falso) y etc.. etc... Aclarar que trabajo en el IMFOF y que soy uno de los que han despedido.
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