16 septiembre 2011

ESTÚPIDOS INDIGNADOS



Hemos llegado a un punto de estupidez general al que si no ponemos todos un poco de cordura, acabaremos balando como las ovejas en el prado.

Aquellos que me siguen saben que soy muy crítico con las actuaciones policiales que suponen un abuso y un exceso. Las denuncio contundentemente porque son un ataque a todos los ciudadanos y a la propia democracia y no solo para aquellos que las sufren directamente. Sin embargo, a veces como en este caso que voy a exponer, porque un estúpido diga estupideces (que es lo que acostumbran a decir los estúpidos…) contra la policía cuando está efectuando una detención perfectamente legal, con argumentos tan sólidos como “¡pero mira cuantos sois para una persona con un perro…!” o “Bien armaditos vais todos” o “¡Id al Ayuntamiento a detener a los de arriba! ¡Id al Parlamento!”, sencillamente porque a los transeúntes que graban este vídeo les parece que no hay motivo para ello, pero sí para increpar a los agentes y llamarles a gritos “sinvergüenzas”, no creo que todos hayan de apuntarse al pim pam pum contra la policía. Repito, en una actuación policial que aunque desagradable, es desde un punto de vista profesional, totalmente ajustada a la Ley.


Se ha propagado por la red como un incendio forestal en agosto como si fuera el ejemplo máximo de abuso policial. Y muchos así lo ven, cuando la actuación es impecable. Alguien llama a la policía porque un ciudadano está paseando su perro sin correa en las inmediaciones del Parque de Ses Estacions de Palma. Como se ve en las imágenes, es un lugar por donde pasan vehículos, motos y peatones. Un perro suelto es un riesgo para el tráfico y por eso precisamente las ordenanzas de Palma exigen que el perro vaya atado y esté en todo momento bajo control por parte del propietario. La policía le pide al dueño del animal que se identifique. Existe un motivo muy evidente para ello. La intervención policial no es caprichosa ni arbitraria, como falsamente afirman los chavales estúpidos que graban el vídeo, quienes desde el principio se muestran favorables a sabotear una actuación policial sin saber ni de qué va la cosa, y por supuesto sin que vaya con ellos el asunto. El ciudadano se niega a identificarse. Se lo piden en innumerables ocasiones y le advierten de las consecuencias de su negativa. Incluso le dicen que si se identifica debidamente, le tomarán nota y se podrá marchar a su casa una vez haya sido denunciado por no pasear al perro con correa. Un policía le pregunta insistentemente ¿me podría decir cómo se llama? Él no transige y es obvio que no está de acuerdo con la denuncia que le van a poner. Dice “es su palabra…” pero continua sin identificarse, que es su obligación. La policía lo introduce en el furgón. La Ley Orgánica 1/1992 de Seguridad Ciudadana, permite que una persona que no se identifica al ser requerido por los agentes de la autoridad sea trasladado a dependencias policiales por el tiempo mínimo imprescindible para proceder a su identificación. Y si él se resiste a ello –como es claramente el caso, dado que no quiere entrar por su propio pié en el vehículo policial–, pues procede claramente la detención por un presunto delito de desobediencia a los agentes de la autoridad.

Algunos estúpidos deben pensar que es mejor someter cada actuación policial a una asamblea de indignados emporrados que decida si es procedente la detención. Los estúpidos que graban el vídeo, quienes sin saber ni de qué va la cosa dicen “Habría que darle un toque a la peña… por si acaso, que vengan” o “llama a la peña, llama a la peña…”. Una estúpida que va con el que está grabando pregunta “¿qué vas a hacer?” y él responde “¡pues lial·la!”. Como si la Ley fueran ellos, y la policía no estuviese cumpliendo con su deber. Según su desviado criterio, cada vez que alguien cometa una infracción y la policía le pida el DNI o lo quiera identificar, sencillamente con no dárselo, problema solucionado. Así de fácil…

El estúpido que lo graba todo grita “¡tiene que haber un motivo para identificar a la gente, es ilegal!”. Su condición de indignado cegado por su estupidez le impide ver que hay un motivo muy sólido: ha infringido la ordenanza municipal que le exige pasear al perro atado. Ese es el motivo, pero a él realmente no le importa. Él solo busca desacreditar a la policía. Acaba el vídeo calificando lo que está viendo de ¡¡terrorismo de Estado!!. Cuando un policía le explica que llevaba al perro suelto, el dice “pues que se lo digan…”. ¡Genial! Y otra que le acompaña dice: “pues que le pongan una multa pero que no se lo lleven”. Y la multa que propone, ¿a quién se la ponen si el tío no se identifica? Que atrevida es la ignorancia…

Concluyo. Convendría aplicar el juicio en cada momento y antes de criticar una actuación policial, ver objetivamente qué se nos muestra. Criticar lo que se ve en el vídeo solo porque unos chavales estúpidos griten contra la policía diciendo que es una extralimitación, cuando esta no se ve por ningún lado, acabará convirtiéndonos a todos en ovejas pastoreadas por estúpidos indignados.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conociendo muy muy de cerca los hechos, La policia ha sido muy permisiva con este Sr. del perro suelto. Lo realmente INDIGNANTE es que una manada ¿de.........? sin saber ni querer saber los motivos de esta muy JUSTIFICADA DETENCION, se lien a insultar a unos policias que estan velando por la seguridad de todos nosotros. Esto es demasieeeeeeeeeeee