03 junio 2017

TODOS CONTRA HORRACH

Qué poco se tarda en pasar de héroe a villano. Tal cosa no sucedería si no idealizáramos tan rápidamente y a menudo sin motivo. Cuántas decepciones nos ahorraríamos. Ocurre que Pedro Horrach, al solicitar la excedencia para ejercer la abogacía particular como un colegiado más, debía abstenerse de intervenir en asuntos que hubieran pasado por sus manos. Pero al asumir la defensa, junto al letrado David Salvá, del exdirector general del área de comercio del Ayuntamiento de Calvià, Jaime Nadal, detenido por orden del juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, se situó en el ojo del huracán. Y aún más al mantener una posición jurídica no solo de defensa, que sería lo normal, sino pasando al ataque y presentado una querella contra el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez y otros altos cargos municipales como José Antonio Fernández, Javier Montejo y Andrés Serra. Esta estrategia, peliaguda por sí misma, ha colocado en la diana al fiscal en excedencia Horrach.

Subirán y Penalva le consideran un caballo de Troya, que incurre en incompatibilidad con respecto a la causa Cursach, ya que recibió declaración a algunos empresarios que denunciaban trato de favor del Ayuntamiento de Calvià hacia la discoteca BCM. El exfiscal jefe anticorrupción Manuel Moix, pasó su último día en el cargo pasando revista a los 4 fiscales delegados de Balears y analizando la situación, aunque no ha trascendido su opinión al respecto. El fiscal superior Bartomeu Barceló dijo estar recopilando las diligencias en las que Horrach haya participado en este caso, se supone que para enviárselas al juez. Y algunas informaciones apuntan a que el juez Penalva podría imputar a Horrach por obstrucción a la Justicia a causa de la querella presentada, aunque tendrá que esperar a que sea inadmitida, si es que tal cosa sucede.


Pero no descartemos que Moix viniese a Palma a otra cosa, concretamente a pedirle a Subirán que se aparte del caso, algo que ya le pidió Barceló en una junta de fiscales -una de las últimas a las que asistió Horrach-, aunque Subirán se opuso radicalmente. Quizás en su almuerzo en el Pesquero, Moix intentó convencerle de que deje el caso y lo asuma Ana Lamas, como medida que calmaría a la Policía Nacional, cuyos agentes no soportan a Subirán. Pero nadie puede saberlo con certeza. Lo único que sabemos es que todos van a por Horrach, ya que él se ha puesto a tiro de forma inexplicable.

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