Cada quien es muy libre de ponerse en ridículo como quiera,
pero si quien se determina a ponerse en evidencia es un cargo público, la cosa
pierde su gracia porque entonces la fantochada la pagamos todos a escote y no
es plan. La rueda de prensa que el martes día 2 ofreció el gerente del Consell
de Formentera, Isidor Torres, tras la publicación por parte de este periódico el
sábado anterior de una noticia sobre la contratación de un gabinete de
arquitectura con sede en Rotterdam, en el que casualmente trabajan la hermana
del gerente del Consell y su pareja, es de lo más bochornoso que uno recuerda
en años. Se comprende que Isidor Torres se sienta molesto porque la prensa
publique una información veraz que le afecta. Es natural. A nadie le gusta salir
en la portada de un periódico por un caso flagrante de nepotismo. Y desde luego,
nadie cuestiona su derecho a ofrecer su versión en una rueda de prensa, donde
niegue tener nada que ver en la contratación del gabinete de su hermana y su
cuñado.
Ahora bien, él no decide lo que es noticia y lo que no lo
es. La contratación por parte del Consell de Formentera de un gabinete de
arquitectos con sede en Holanda, en el cual trabajan familiares del gerente del
Consell, es noticia, se ponga como se ponga. Y noticia veraz, a lo que se ve.
Bien pudo desmarcarse de la contratación de sus familiares, argumentando que él
en nada intervino ya que no es materia de su competencia. Pero no, Isidor
Torres cargó contra el medio que publicó la noticia y lo que es aún peor,
contra el director del medio, citándole con nombre y apellidos. Y para ello no
dudó en tirar de hemeroteca y retroceder en el tiempo ¡hasta el año 2002!, atribuyendo
una información publicada en Última Hora al director de Periódico de Ibiza y
Formentera, que no era suya. El ridículo más absoluto.
Atacar a la prensa
Torres dijo que “es hora de parar los pies a determinadas
personas que se disfrazan detrás de medios para hacer daño”. Esta amenaza nada
velada, impropia de un demócrata, proferida por parte de un responsable
político, es un atentado a la libertad de prensa que le descalifica de plano
para ocupar un cargo público. Y todo porque se ha publicado una noticia que es
absoluta y radicalmente cierta. Isidor Torres no comprende cuál es el papel de
la prensa libre y se cree con el derecho de atacar a un medio de comunicación y
a su director por el simple hecho de cumplir con su labor, que no es otra que
informar a sus lectores. Claro que como él decide lo que es noticia y lo que
no, entonces así se explica el pueril berrinche que le ha hecho incurrir en
semejante despropósito.
Quizás pensaba el gerente que cargándose un programa como
Formentera Semanal de la TEF, ya tenía atado en corto a todo el grupo de comunicación,
pues a cualquier crítica que se recibiera, se podría contraatacar acusándoles
de hacerla por la desaparición del programa. ¿No es así? ¡Qué lince! El
presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, debe plantearse ascender a
Isidor Torres, porque su perspicacia política le hace merecedor de algo más que
un mero cargo de gerente.
Contratar a
familiares
La defensa a ultranza por parte de Isidor Torres de la
contratación de sus familiares encargándoles trabajos a dedo es algo que le
honra como hermano y cuñado, pero que le inhabilita como cargo político. Si no
entiende esto, del mismo modo que no entiende el papel de la prensa y lo que
significa el derecho a la información y a la libertad de expresión, entonces
quizás debería marcharse y emigrar a algún país en el que los periódicos solo publican
lo que quieren los gobernantes, como Venezuela, o Cuba, o Arabia Saudí, o Corea
del Norte. Allí los gobernantes también profieren amenazas en ruedas de prensa
que causan sonrojo. Igualito que Torres. Allí también hablan de “pararles los
pies” a los periodistas. Y allí también amenazan con llevar a los tribunales a
la oposición política por hacer su trabajo, como recientemente ha hecho Jaume
Ferrer al amagar con querellarse contra el jefe de la oposición, José Manuel
Alcaraz. Pero ¿saben una cosa? A quien hay que parar los pies a quienes
gobiernan como si se tratase de su cortijo privado y encima pretenden que todos
sean ciegos, sordos y mudos. Por ahí no vamos bien.
Bon cap de setmana, també per valtros!!!
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