25 octubre 2016

MIRANDO HACIA OTRO LADO

Una cuarta parte de aquellos que visitan las Pitiusas durante el mes de agosto, no se alojan en establecimientos reglados ni, por tanto, pagan el impuesto sobre pernoctaciones turísticas. Y es dudoso que paguen otros impuestos que correspondería devengar si se tratara de turistas hospedados en la oferta legal. El 21% se hospeda en pisos que ilegalmente alquilados a turistas y en casas de familiares y amigos. He aquí la gran bolsa de gente que se escapa de pagar la Ecotasa y que satura las infraestructuras isleñas, generando la sensación de colapso generalizado. Nada podemos hacer respecto a los familiares y amigos, algo que todo residente soporta estoicamente de la mejor manera posible, a ver qué remedio. Pero el alquiler turístico en pisos y apartamentos por días o semanas es la clave del grave problema que padecemos en las Pitiusas, de colapso por un lado y de falta de oferta de primera vivienda residencia todo el año, lo que además de afectar a un derecho fundamental recogido en la Constitución como el acceso a la vivienda, genera otros problemas colaterales de calado, como la falta de determinados profesionales sanitarios o de la seguridad pública, por citar sólo dos ejemplos.

Sin embargo, desde las Administraciones locales e insulares la respuesta a esta problemática es tibia, o no todo lo contundente que cabría esperar dada la gravedad de la cuestión. Casi todas  están a la espera de lo que haga el Govern balear, que ya llega tarde y no parece que ande apurado, o desde luego no tanto como aquellos que no encuentran vivienda a un precio razonable. Exceptuando al Ayuntamiento de Santa Eulària, cuyo alcalde anunció la modificación de las normas subsidiarias para prohibir los pisos turísticos en zonas residenciales, y también el de Vila, aunque más vagamente, los demás están a verlas venir. Y eso es inadmisible.

(Publicado en Periódico de Ibiza y Formentera)

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