Travestismo procesal
Virginia López Negrete, abogada del “sindicato” Manos
Limpias, en su alegato final en el juicio del caso Nóos denuncia la
esquizofrenia procesal que todo el mundo ha podido observar en el juicio. Yo lo
denominaría travestismo, porque nada es lo que parece empezando por la entidad
a la que ella representa y cuyo presidente se encuentra en prisión preventiva
por supuestamente extorsionar a gente a la que denunciaban para que, tras la
oportuna exacción, Manos Limpias desistiera de la acusación. Es muy probable
que ella misma, una vez el juicio quede visto para sentencia, se vea salpicada
por la ‘operación Nelson’ que investiga el juez de la Audiencia Nacional Santiago
Pedraz, pues hay sospechas de que pudiera no ser tan ajena a la trama como
hasta ahora se proclama. La acusación popular está en entredicho, de parecida
forma que lo está la acusación pública que ejerce el Ministerio Fiscal,
metamorfoseado en abogado defensor de Cristina de Borbón. Sostiene el
fiscal superior, Bartomeu Barceló, que es función de la Fiscalía
defender la legalidad y le sobra la razón, pero es absolutamente inédita su
beligerancia a favor de la Infanta porque con no acusarla cumplía sobradamente
con su obligación y todo lo demás está fuera de lugar porque no ha sucedido jamás.
¡Se opusieron incluso a que fuera llamada a declarar ante el juez!
Acusar al juez José Castro de “construir un andamiaje
sobre sospechas y conjeturas” es sobrepasar todos los límites, porque lo
siguiente que debiera hacer es presentar una querella contra el magistrado. De
lo contrario, estamos ante una escenificación teatral carente de realismo o
verosimilitud. No consta que Castro diseñase la estrategia para salvar a la
Infanta del banquillo, cosa que Interviú sí atribuyó al fiscal Pedro Horrach,
al que cuesta ver ejerciendo de defensor, cuando le hemos visto en tantos
alegatos finales defender el argumento del que ahora rehuye solo porque está la
infanta: “Todo crimen, siempre crimen”. El papel no le pega. Además, lanzar reproches sobre el condicionamiento
mediático de algunas resoluciones judiciales hace que nos preguntemos si acaso
las resoluciones del Ministerio Fiscal están a salvo de tal condicionamiento
mediático. No consta que Castro haya concedido ninguna entrevista a ‘Vanitatis’.
Sólo nos queda la esperanza de que el tribunal en su sentencia borre el
maquillaje a tanto travesti rondando el escenario.
(Publicado en Última Hora)
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