Durante la legislatura pasada se demostró la existencia de
algunos diputados autonómicos con vocación frustrada de fiscal anticorrupción.
Desde el Parlament y con la inmunidad que este proporciona, se dedicaron a verter
insidias sin más prueba que su testimonio trufado de intencionalidad política.
La comisión de investigación del Hospital de Son Espases fue un ejercicio
sublime de oportunismo, aderezado con la soberbia que se requiere para terminar
en la Plaza de los Patines entregando las conclusiones subjetivas de aquella
parodia de investigación al Ministerio Fiscal, para que aprendan a hacer su
trabajo. Como al parecer aquello les supo a poco, hay que reestrenar el espectáculo
ahora que hay carne fresca en el Parlament con ganas de debutar, sin que les
importe en exceso convertir nuevamente la antigua sede del Círculo Mallorquín
en un circo de tres pistas. En esta ocasión Units Podem Més se proponen con un
evidente tufo electoral, ofrecer el espectáculo “el sobrecoste de las
autopistas de Eivissa”, que no llevan a la Fiscalía porque no hay aún nada que
llevar, pero no te preocupes que algo que echarse a la boca encontrarán durante
el show.
A la Oficina Anticorrupción de les Illes Balears se le
acumula el trabajo aún antes de nacer, si es que llega a hacerlo porque pese a
que todos defienden el instrumento, nadie quiere ceder una herramienta tan útil
al vecino para que la use contra él y de ahí que no se pongan de acuerdo en el
nombre del presidente del organismo nonato. Y mientras tanto una investigación
periodística, cómo no, descubre que la conselleria de Medi Ambient contrata a
la empresa donde años atrás trabajó su titular, Vicenç Vidal, con contratos
menores que no superen los 18.000 euros para así evitar el concurso público. No
solo eso, sino que además se intenta camuflar esta relación laboral en la web
de la consellería y se atribuye a un error informático. Ante esto, ¿qué dicen
los fiscales frustrados metidos a políticos, conmilitones del conseller Vidal?
Pues lo que vienen a decir todos cuando el pillado en mangoneo es de su
partido: que nada hay ilegal, que aquí todos nos conocemos, que todo está
correcto y ahí están los informes técnicos. Será que el caso está muy verde y
es mejor hurgar en las autopistas de Eivissa. Pudiendo tirar de Jaume Matas, ¿para
qué investigar a un conseller de Més pagando a dedo a su antigua empresa? No
hay color.
(Publicado en Última Hora)
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