07 junio 2016

INDUSTRIA TURÍSTICA SIN HOTELES

Este domingo leía en Diario de Mallorca un extenso reportaje a dos páginas donde se califica a Mallorca como la “isla hotel” y se ofrecen datos de camas hoteleras por cada mil habitantes. Resulta que en Mallorca estamos muy por encima de Canarias y Andalucía, por citar dos ejemplos. Pero gracias a ello también estamos muy por encima en renta per cápita y en tasa de ocupación, lo que no se dice en la información que firma Alberto Magro (aunque creo que más que información debiera estar en la sección de opinión por la abundancia de apreciaciones subjetivas que trufan el reportaje).
Tantos años luchando para que se consiga alargar la temporada turística unas semanas por delante y unas semanas por detrás y cuando parece que se ha conseguido, se desatan todos los males del mundo. Aunque se reduce el paro, los comercios venden como antes de la crisis y la economía parece ir más boyante, siempre encontramos motivos para quejarnos porque las calles y terrazas están más llenas de lo normal.
Con esto de la saturación se está llegando a unos niveles de demagogia apabullantes que por su falta de rigor causan sonrojo. No son las camas hoteleras las que causan saturación, sino los turistas que se alojan en camas ilegales, que consumen recursos y no pagan impuestos. Cada cama y cada sofá cama de muchos lugares costeros se ha convertido en un turista sin regulación y sin control. Sobre la oferta reglada se puede actuar y de hecho se hace. A la oferta ilegal se la incentiva al gravar a los legales con más impuestos. La saturación está en los miles de visitantes que no sabemos dónde duermen. Ya que se propone que tengamos industria turística sin hoteles, sería genial que nos dijesen cómo se hace. Y para predicar con el ejemplo, estaría muy bien que aquellos que tanto maldicen la oferta hotelera deje de anunciar en sus páginas a compañías hoteleras. Si tan nocivos y perniciosos son, no debieran publicar ni un anuncio más. Me apostaría algo a que no lo harán.La demanda hace la oferta, no al revés. Si se han construido plazas hoteleras es porque ha habido una demanda para ello. Nadie ha construido un hotel y ya veremos si vienen turistas o no. Se olvida que alguien los ha levantado y alguien trabaja en ellos. Se olvida que las empresas que los gestionan pagan sus impuestos, así como los empleados su IRPF y todo ello contribuye a sostener el país. Todo con la única industria que tiene Balears: la industria turística. Ahora resulta que sobran hoteles, con lo que es de suponer que sobran trabajadores y sobran habitantes. A ver quién será el primero en tomar sus bártulos e irse de la isla, el paraíso para disfrute de los residentes que ahora detestan a los visitantes y ansían una industria turística sin hoteles.

(Publicado en mallorcadiario.com e ibizadiario.info)

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