24 mayo 2016

NO HABÍA PARA TANTO

Como es costumbre en España, confundimos lo adjetivo con lo sustantivo y mezclamos churras con merinas. Un simple partido de fútbol, por muy final de competición que sea, se convierte en cuestión política de primer nivel por la torpeza de un alto cargo del Gobierno, la delegada del Gobierno en Madrid, que si tuviera la dignidad que el cargo requiere hace días que hubiese presentado su dimisión.
Ni la pitada al himno nacional fue para tanto, ni las esteladas incitaron a la violencia porque no lo han hecho nunca y en todo caso el problema lo tendría quien optara por comportarse violentamente con una excusa tan banal e inconsistente de tener enfrente a un independentista.
El Gobierno de Mariano Rajoy, a través de Concepción Dancausa, se pegó un tiro en el pié de forma absurda y un tanto cómica, no lo vamos a negar. Pero nos queda el consuelo de saber que en un Estado de Derecho cuando el Gobierno toma una decisión que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos, un simple juez puede enmendarle la plana y rectificar la decisión. Eso es lo que ha sucedido en este caso. Pero es inevitable argumentar, frente a la legión de independentistas que pretende dar lecciones de democracia, que la Generalitat de Catalunya acumula una buena colección de sentencias que corrigen decisiones adoptadas por el Govern por conculcar derechos fundamentales de ciudadanos que ellos se pasan por el arco del triunfo sin ningún problema y además, alardean de ello diciendo que no acatarán las sentencias ni la Ley. Por lo demás, quedémonos con un partido de fútbol entretenido y vibrante, que acabó como se acostumbra últimamente en España: con el FC Barcelona ganando. Ante un Sevilla que jugó con garra pero que no fue suficiente ante un Barça que jugó casi todo el partido con uno menos. Fútbol en definitiva.
(Publicado en www.mallorcadiario.com y www.ibizadiario.info)

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